La plataforma política de la España Vaciada ha comunicado que no se presentará a las elecciones europeas del próximo 9 de junio y tampoco participará en ninguna coalición para estos comicios al no conseguir un acuerdo con formaciones municipalistas para concurrir a esta cita, según han informado fuentes del partido.
Después de varios meses de negociaciones con formaciones locales y municipalistas, la plataforma política de la España Vaciada ha decidido no concurrir a estas elecciones al no conseguir un acuerdo «que garantice el tratamiento igualitario de todos los territorios», algo que para la formación es un «aspecto fundamental y fundacional» de su partido.
La España Vaciada llegó a tener un diputado y dos senadores a nivel estatal con la agrupación de Teruel Existe durante la legislatura pasada, aunque en estas últimas elecciones generales no consiguieron representación nacional.
A nivel autonómico, la agrupación Soria Ya consiguió tres procuradores en Castilla y León, mientras que Aragón Existe también obtuvo tres diputados en las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo.
Con anteriorioridad, la Federación de partidos de España Vaciada informó que había puesto en marcha un equipo de trabajo dedicado a la elaboración de un plan común con miras a las elecciones europeas que tendrán lugar en nuestro país el próximo 9 de junio: “necesitamos y trabajaremos para que la instituciones europeas conozcan las necesidades de las personas que habitan la España rural así como para impulsar políticas europeas con el objetivo de revertir la despoblación y corregir las desigualdades en derechos y oportunidades que existen en la actualidad”.
Este línea de trabajo surge con el objetivo de representar y abogar por las necesidades y aspiraciones de las personas que viven en las áreas menos pobladas, así como de quienes se identifican con los pueblos y aldeas del medio rural y las pequeñas ciudades. Estos territorios que han sido la parte olvidada del desarrollo de las últimas décadas al ser excluidos de la industrialización y de la digitalización, marginados por la mala utilización de las políticas europeas de cohesión y utilizados como territorios de sacrificio por la transición energética.