viernes, 22 noviembre 2024

Caso Rubiales: Rodríguez Uribes (CSD) intervendrá la RFEF y fulminará a Pedro Rocha

José Manuel Rodríguez Uribes niega la mayor y ha asegurado que ni el Consejo Superior de Deportes (CSD) ni el Ejecutivo de Pedro Sánchez han mirado para otro lado en la grave situación que atraviesa la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). El presidente del organismo encargado por velar por el buen funcionamiento del deporte en España ha asegurado que no colonizará la RFEF, pero deja la puerta abierta a la intervención del organismo privado expresidido por Luis Rubiales y dirigido en este momento por el investigado Pedro Rocha.

En este sentido, Rodríguez Uribes afirma que ha activado todos los instrumentos y hecho uso de las competencias para corregir la «grave» situación de la RFEF, una afirmación que ha puesto en guardia a los grupos parlamentarios que asistían a la Comisión de Educación, Formación Profesional y Deportes, que ha comenzado con 16 minutos de retraso en el Congreso de los Diputados por la tardanza de la presidenta, Mercerdes González, que venía de la Comisión de las mascarillas en la Cámara Baja, donde es miembro de la Mesa.

El primer paso de Uribe será intervenir la RFEF tras el estallido del ‘caso Brody‘, conocido también por el caso Rubiales, donde se investiga el presunto cobro de comisiones ilegales por entregar la Supercopa de España a Arabia Saudí a cambio de 40 millones anuales hasta 2029. Según el jefe del CSD, la FIFA está al corriente de todo lo sucedido, aunque no se descarta una intervención del máximo estamento del fútbol internacional.

DEVOLVER EL PRESTIGIO, PERO AÚN NO ACTÚA

Por el momento, el CSD de Rodríguez Uribes tiene como objetivo devolver el prestigio al fútbol español, aunque indica que el declive se produjo con Ángel María Villar, el presidente de la RFEF al que sucedió Rubiales. No obstante, los partidos políticos presentes en la comisión del Congreso han acusado al propio CSD de «tapar» y «proteger» a Rubiales, como no elecar las denuncias que han llegado al organismo en los último año.

De hecho, desde la llegada de Pedro Rocha al frente de la RFEF, el CSD ha pasado por alto todas y cada una de las medidas adoptadas por el expresidente de la federación, como la subida de sueldo a casi 700.000 euros o mantener como asambleístas a exfutbolistas y entrenadores sin fecha federativa. Por este motivo, todas las miradas se centran contra el vigilante de la RFEF, que ha echado balones fuera al considerar que sus medidas se encaminan a reconducir la situación, pero sin detallar el plan específico. En este sentido, fuentes del CSD consideran que la opción más viable es la de sustituir a Pedro Rocha, así como intervenir la RFEF.

El presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes, en el Congreso de los Diputados
El presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes, en el Congreso de los Diputados

Otra de las críticas de los parlamentarios, a excepción del propio PSOE, se ha centrado en la alta rotación al frente del CSD, con cinco cambios en cinco años, los mismos que han pasado por el Ministerio de Deporte. Rodríguez Uribes ha ironizado que se trata de una rotación habitual y que lo más impotante son las medidas, y no quién las anuncie. Así, ha afirmado que el Gobierno tiene «cantera» para hacer una alta rotación de personal en el Ministerio de Deportes y en la Secretaría del ramo.

LA CUENTA ATRÁS PARA PEDRO ROCHA

Asimismo, ha afirmado que entre sus competencias no está el quitar a presidentes de la RFEF, pero la realidad es que el CSD dio el visto bueno a la entrada de Rubiales y después a Pedro Rocha, a pesar de formar parte del equipo de su antecesor. Eso sí, ha afirmado que el Estado sí actuó con la intervención de la Guardia Civil, el Fiscal Anticorrupción y un proceso penal abierto contra Rubiales y Rocha. Sin embargo, el ente público no elevó las denuncias que llegaron contra Rocha al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD). Según el presidente del CSD, se han elevado «todas las peticiones o denuncias que se han producido».

Pedro Rocha durante el amistoso de España y Brasil.

Por el momento, Rodríguez Uribes ha reunido a la Comisión Directiva del CSD para estudiar el último dictamen del TAD sobre el expediente a Pedro Rocha por una infracción muy grave y que la decisión que tomen «va a ser coherente y tendrá que ver claramente con la propia valoración que ha hecho el TAD». El tribunal deja al borde de la inhabilitación a Pedro Rocha y corresponde ahora al CSD tomar la decisión, si el investigado no renunciara antes al cargo.

CONTACTO DIRECTO CON LA FIFA: ¿INTERVENCIÓN INTERNACIONAL?

Según ha explicado, el CSD está en contacto permanente con la FIFA, que ha mostrado su preocupación y no se descarta que las consecuencias deriven en el Mundial de 2030, donde España es anfitriona junto a Portugal y Marruecos. El organismo presidido por Gianni Infantino ha mostrado su «preocupación» y no descarta una intervención conjunta con el CSD para tomar el control de la RFEF. Todo para poner orden ante una crisis reputacional casi sin precedentes.

Lo que sí reiteró es que «el Estado de Derecho sí funciona y proporciona el marco idóneo para investigar, perseguir y sancionar la corrupción» y que Guardia Civil, Fiscalía Anticorrupción y los jueces «están llevando a cabo actuaciones que son cruciales para remover esta crisis y, en su caso, castigar, para remover en definitiva de la RFEF cualquier comportamiento contrario a ley».

SIN RIESGO PARA EL MUNDIAL 2030, SEGÚN URIBES

«No puede haber ya más actuaciones desde la RFEF que puedan suponer una extralimitación, la RFEF debe alejarse por tanto de manera definitiva de comportamientos que nos avergüenzan a todos», aseveró en referencia a las medidas aprobadas por el propio Rocha desde que cogió las riendas de la Comisión Gestora tras la dimisión de Rubiales. Así exige que el fútbol no debe verse «dañado o manchado por la codicia o las malas prácticas de algunos, con toda la firmeza dentro de la ley».

Pese a todo, Rodríguez Uribes trató de calmar la incertidumbre sobre el Mundial que celebrarán España, Portugal y Marruecos en 2030. «No corre riesgo porque España es un país que está demostrando permanentemente desde todos los ámbitos el entusiasmo con el que vivimos el fútbol, la tradición de fútbol que tenemos…», aseguró. Pero desde la FIFA muestran una seria preocupación por la situación del fútbol español.