Durante los últimos años, la moda de tener unos dientes perfectos se ha vuelto una tendencia mundial. Sin embargo, una dentadura blanca y brillante no siempre es sinónimo de salud bucal, ya que cientos de personas han optado por métodos extremos para lograr una blancura llamativa. Uno de estos es el uso de agua oxigenada en la boca; sin embargo, esto puede resultar muy peligroso.
Aunque el agua oxigenada es usada comúnmente tanto en el ámbito médico como el hogar y puede parecer inofensivo, un mal empleo puede traer graves consecuencias para la salud. Muchos lo han elegido como un método perfecto para acabar con los dientes amarillentos y obtener una sonrisa blanca, pero esto, en realidad genera daños en la salud bucal e, incluso, podría traer consecuencias irreversibles para los dientes y encías.
¿Por qué no debemos usar agua oxigenada en nuestros dientes?
El uso de agua oxigenada en la boca puede generar irritación y quemaduras en los tejidos de la boca, por lo que su aplicación puede generar problemas como la retracción gingival, es decir, una enfermedad periodontal. Además, usarla en los dientes también puede provocar un fuerte desgaste del esmalte, lo que desembocará mucha sensibilidad. Además, este producto es capaz de desequilibrar la flora bacteriana de la boca, lo que significa una mayor propensión a infecciones.
Por estas razones, usar este producto para tener un efecto blanqueador no es la mejor idea. Actualmente, muchas personas asocian unos dientes muy blancos con una boca saludable; sin embargo, este no siempre es el caso, ya que los métodos aplicados para lograr esto pueden generar problemas irreversibles en la salud bucal y esto suele terminar en la pérdida de piezas dentales, así como otros problemas graves como mal aliento por la presencia de bacterias o dolor crónico en la zona afectada
¿Cómo llevar una salud dental de forma óptima?
Para tener dientes y boca más saludables siempre será necesario asistir periódicamente a las consultas con el especialista, ya que es la manera adecuada de atener problemas y evitar enfermedades bucales. Además, el cuidado cotidiano es crucial, por lo que cepillar los dientes después de cada comida y usar hilo dental es esencial.
Ahora bien, ¿quieres dientes más blancos? Esto es posible, sin embargo, debe ser con tratamientos especializados aplicados por un odontólogo. Será el profesional quien indique cuál es el método adecuado y si tú eres candidato para aplicarlo. De esta manera, tu salud se mantendrá en su mejor versión.