La burrata es un queso fresco de origen italiano que se convierte en el protagonista indiscutible al llegar la primavera. Su exterior suave y su interior relleno de crema, añade una dimensión de lujo y cremosidad a cualquier plato, y las ensaladas no son la excepción. El nombre proviene del italiano «burro», que significa mantequilla, haciendo referencia a su textura mantecosa distintiva. A diferencia de la mozzarella, la burrata se distingue por su interior relleno de nata y trazas de mozzarella, conocidas como stracciatella, que se presentan en un saquito de queso fino.
La burrata es un ingrediente versátil que puede realzar una variedad de platos, desde verduras al horno hasta pasta. Su sabor delicado la convierte en una compañera perfecta para ensaladas frescas y ligeras, aunque también puede ser el protagonista en platos más elaborados. Sin embargo, debido a su alto contenido calórico, se recomienda disfrutarla con moderación. En un breve video de TikTok, @albitrips no enseña cómo incorporar la burrata en tus ensaladas de primavera.
Cómo se elabora la burrata
Su historia se remonta a la década de 1950 en Apulia, al sur de Italia, donde un granjero llamado Lorenzo Bianchini se enfrentó a un desafío: las fuertes nevadas bloqueaban las carreteras, dificultando el transporte de lácteos. Con ingenio, Bianchini utilizó cuajo, leche fresca y restos de la elaboración de la mozzarella para crear la burrata, convirtiendo un problema en una oportunidad para aprovechar los recursos locales.
La elaboración de la burrata es un proceso artesanal que requiere habilidad y precisión. Se prepara a mano para lograr la textura deseada, ya que el uso de maquinaria resulta imposible. La selección cuidadosa de la materia prima, incluyendo la leche fresca de vacas locales, es fundamental para garantizar la calidad y el sabor excepcional de este queso.
Ensalada con mango y jamón
Prepárate para saborear una ensalada fresca y deliciosa con una combinación única de ingredientes. Se necesitan dos puñados de rúcula, canónigos o espinacas para una base verde y crujiente; medio tomate para añadir jugosidad y frescura; un puñadito de tomates cherry; un cuarto de mango; dos cucharadas de burrata para una cremosidad irresistible; y dos lonchas de jamón serrano. Todo ello aderezado con aceite de oliva extra virgen, sal y pimienta negra.
Una vez tengas todo listo, es momento de poner manos a la obra. Corta el tomate en rodajas y pela el mango, cortándolo en trozos que luego dorarás ligeramente en una sartén para realzar su sabor y textura. Para armar la ensalada, coloca una base de rúcula, canónigos o espinacas en el plato. Añade las rodajas de tomate, los tomates cherry cortados por la mitad, los trozos de mango dorado, la burrata y las lonchas de jamón serrano. No olvides sazonar con sal y pimienta al gusto. El toque final que hará brillar esta ensalada es un generoso chorro aceite de oliva virgen extra.