La estrategia de defensa de los seis narcos, que sólo han admitido los delitos de contrabando de todos los que están acusados, incluidos dos asesinatos, pasa ahora por culpar de la muerte de los guardias civiles Miguel Ángel González y David Pérez en Barbate a otra narcolancha encontrada embarrancada en una playa de Chiclana de la Frontera (Cádiz) un día y medio después de los hechos ocurridos en Barbate.
Un titular de Prensa ha servido de excusa para que los abogados de los seis narcos se aferren a la posibilidad de que una tercera narcolancha encontrada el 11 de febrero de 2024 en una playa gaditana, cerca del Puerto Deportivo de Barbate, lugar del suceso, sea el arma usada para arrollar la lancha donde iban seis guardias civiles y que acabó con la vida de dos de ellos.
PETICIONES AL JUZGADO DE BARBATE
El 13 de febrero uno de los abogados de los detenidos pidió al juzgado de Instrucción número 1 de Barbate que investiga el asesinato que «se proceda al precintado de las embarcaciones neumática de la Guardia Civil que sufrió el impacto, donde se encontraban los agentes, así como la embarcación encontrada en las playas de Chiclana en los días precedentes, señalándose en igual término día y hora a fin de que peritos designados por esta parte procedan a su análisis y estudio. Desde este momento nos oponemos a su destrucción».
Otro de los abogados defensores de los seis detenidos ha pedido que se aporten «los datos completos, vídeos, coordenados y datos al respecto arrojados por el operador SIVE (sistema integrado de vigilancia exterior) correspondiente a la zona de Barbate hasta Sanlúcar de Barrameda de los días 9 de febrero de 2024, 10 de febrero de 2024 y 11 de febrero de 2024». La defensa de este narco también ha pedido realizar personalmente la inspección ocular de cuatro embarcaciones: «La embarcación incautada en la Playa de la Hacienda (la que ocupaban los narcos), la embarcación del Servicio GEAS que recibió la colisión, la embarcación de Vigilancia Aduanera que realizó la persecución y la embarcación hallada en la playa de Chiclana el domingo 11 de febrero de 2024».
Otro de los abogados se ha quejado al Juzgado porque «la presente situación colisiona frontalmente con el principio de imparcialidad, principio básico del proceso penal». Se refiere a que la investigación está siendo llevada a cabo por la Guardia Civil. «La labor de investigación está encomendada desde el comienzo de la presente causa a los miembros del mismo Cuerpo que los fallecidos y supervivientes, siendo además incluso el laboratorio de criminalística de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras quienes han efectuado la inspección ocular de la embarcación y posterior análisis» e incluso ha pedido que «se acuerde la intervención de perito naval de oficio especialista en siniestros y accidentes marítimos (…)», una medida que ya había acordado el Juzgado.
A juicio de ese letrado, este hecho «supondría una vulneración de la tutela judicial efectiva que se permita a quien es investigador, perito forense, y a su vez ejerza la acusación, formen parte o estén vinculadas al mismo Instituto Armado». Por eso ha solicitado al Juzgado que la investigación pase a «otros cuerpos independientes, sea Aduanas, Cuerpo Nacional de Policía, o la que se estime más adecuada».
INSPECCIÓN OCULAR
Otro de los abogados se ha sumado a la petición de inspección ocular de las embarcaciones, aunque en este caso le valdría con sólo tres, «la propia embarcación en la que mi patrocinado era tripulante, la embarcación en la que iban los guardias civiles fallecidos y la embarcación hallada en las playas de Chiclana el pasado domingo 11 de febrero de 2024».
Hay que recordar que la narcolancha que tripulaban los acusados del asesinato fue seguida por el sistema SIVE durante el 10 de febrero de 2024, hasta verla embarrancar en la Playa de la Hacienda, «término municipal de la Línea de la Concepción (Cádiz), abandonando la embarcación apresuradamente sus tres tripulantes (los otros 3 habían bajado antes), internándose rápidamente entre la vegetación de la zona para evitar su detención». Pero ese mismo día un equipo de cinco guardias civiles logran detenerlos «por los delitos de contrabando y resistencia a los agentes».
«GOLPE EN LA PROA DE LA NARCOLANCHA, COMPATIBLE CON LA EMBESTIDA A OTRO BARCO U OBJETO FLOTANTE»
La lancha de los narcos fue inspeccionada por los guardias que comprobaron como «en la proa de la narcolancha se observan una serie de indicios que hacen presumir al instructor que dicha embarcación ha colisionado con un objeto contundente o con otra embarcación debido a los roces e impactos que presenta el casco y la parte neumática».
Los daños detectados eran «raspaduras en el «balón» neumático de la amura de estribor, compatibles con el choque con un objeto sin llegar a detener la embarcación. Arañazo en el casco de fibra de la amura de estribor, compatible con el impacto contra un objeto a gran velocidad, sin llegar a detener la embarcación y golpe contundente en la proa de la narcolancha (C), concretamente en la quilla, siendo este golpe compatible con la embestida de la embarcación contra otra o contra un objeto contundente, sin que, a consecuencia de dicho impacto, provoque la parada de la marcha de la embarcación» y sobre todo un golpe «en la proa de la narcolancha, compatible con la embestida a otro barco u objeto flotante, ya que, a diferencia del golpe del punto C, éste es mucho más elevado y por encima de la línea de flotación dejando de manifiesto que el golpe se produce contra un objeto que también se encuentra sobre el agua».
SEGUIDOS POR UN AVIÓN DE LA GUARDIA CIVIL
En cualquier caso, poco importan ahora las peticiones porque sólo el GPS de las dos narcolanchas pueden arrojar la verdad sobre el recorrido de cada una de ellas y esa prueba todavía no ha llegado. Los informes de la Guardia Civil demuestran que la narcolanchas de los asesinos fue seguida durante todo su recorrido por el SIVE de las Comandancias de Cádiz y Algeciras.
El informe del Servicio Aéreo de la Benemérita dicen que siguieron a una narcolancha, «una embarcación cuatrimotora que, en horas compatibles con la comisión de los hechos, se estaba desplazando desde la zona del mar de Zahara de los Atunes hasta el puerto de Sotogrande, donde se recuerda se produjo la detención de tres tripulantes que acababan de desembarcar de una lancha cuatrimotora. Y también sobre la trayectoria de dicha embarcación mar adentro hasta un punto en el que se resguardó tras un buque mercante».
El informe añade que «en torno a las 02.55 horas detectaron una embarcación al pairo frente a las costas de Sotogrande (…) y observando únicamente un tripulante, de lo que se desprende, de tratarse de la embarcación empleada en los hechos, que los otros dos estarían ocultos debido al fuerte temporal, en el interior de la embarcación o bajo una lona, como suelo ser habitual en los tripulantes de narcolanchas». A las 04.55 horas, «una embarcación del Servicio de Vigilancia Aduanera trató infructuosamente de interceptarla, finalizando el citado servicio aéreo».