Carles Puigdemont apurará todos los tiempos, como suele se habitual en la estrategia de Junts desde que los siete votos del Congreso de los Diputados son decisivos en todas las decisiones del PSOE. El líder de Junts y residente de Waterloo desafía a todo y a todos a la hora de montar su candidatura a pesar de no poder pisar suelo español, al menos hasta que no se apruebe la amnistía, una medida de gracia que entraría en vigor en junio como muy pronto, una vez pasadas las elecciones autonómicas y casi al mismo tiempo que se celebrarán las europeas.
Puigdemont hará su anuncio el próximo jueves en un acto en Francia, según ha podido conocer MONCLOA de fuentes solventes de Junts. La estrategia se centra en un nuevo golpe de efecto de la formación independentista. «No solo será candidato a las elecciones catalanas del próximo 12 de mayo, también se presentará para las europeas», afirman fuentes de la formación.
El efecto tiene dos lecturas clave para Junts. Por un lado, tapa toda crítica interna; mientras que rompe por completo cualquier intento de montar una candidatura alternativa dentro del seno del partido. Un golpe de efecto del que después tendrá que decidir con qué cargo se quedaría. Y es que, Puigdemont tiene el gran deseo de volver a Cataluña, de la que huyó para evadir la acción de la justicia tras la proclamación de la independencia en octubre de 2017.
JUNTS TRATARÁ DE HUNDIR A ERC
Si Junts tiene posibilidades de gobernar tras el 12 de mayo, Puigdemont «quiere volver» al Palau de la Plaza Sant Jaume de Barcelona como presidente de la Generalitat, pero también muestra su preferencia por el Parlamento Europeo, con el fin de ser la voz para mantener la internacionalización del discurso independentista, esta vez sin ataduras judiciales y sin tener que dar explicaciones de autos de la Audiencia Nacional o del Tribunal Supremo.
A falta de dos meses para una de las elecciones autonómicas más decisivas desde el ‘procés’, donde Salvador Illa y el PSC se juegan uno de sus mayores graneros de voto y donde el PPC tratará de dar el sorpasso a Vox, sea o no con Ciudadanos, el independentismo se presenta totalmente dividido, con el resurgir de Solidaritat per la Indepèndencia y formaciones como la de Clara Ponsatí, quien rompió toda relación con Puigdemont por no mantener la vía unilateral y negociar con el PSOE.
Y es que, el movimiento de Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, con el anuncio de adelantar las elecciones está muy medido. Por un lado, solo el PSC y ERC llegan con los deberes hechos y un candidato definido.
En el PP, el dedo de Feijóo decidirá y la elección de Alejandro Fernández está en el aire a la espera de un congreso en Cataluña que se ha pospuesto por las sucesivas convocatorias electorales y la intención de un sector de Génova 13 de aupar a Dolors Montserrat como la candidata. No obstante, el PP corre el riesgo de perder el apoyo de las bases, tal y como se ha visto este fin de semana en redes sociales con el hastag #YoConAlejandro.
PUIGDEMONT TAPA LAS CRÍTICAS INTERNAS
Asimismo, el adelanto de estos comicios coge a Junts sin líder presentable con todas las garantías. Sí, Puigdemont puede encabezar la lista, pero ésta podría ser impugnada al no residir en España y sin poder pisar territorio español. Si los jueces aceptaran esta impugnación, la lista de Junts se vería seriamente afectada, aunque en Junts consideran que «habrá tiempo» y Puigdemont se mantendrá en primera línea. «Habrá amnistía», afirman.
La confianza mostrada en Junts en su líder es unánime dentro del partido, pero hay quien lucha por hacerse con el hueco principal de las listas electorales. Para evitar esa disputa interna a solo ocho semanas de los comicios, Puigdemont se erige como el cabeza de lista y candidato, un anuncio que realizará el próximo jueves en Francia, pero habrá más sorpresas.
También liderará la listas de las europeas, según han asegurado diversas fuentes. Jordi Turull, secretario general, deja en el aire la opción. «Dependerá de él, pero lo anunciará el jueves», apuntó a preguntas de MONCLOA el pasado domingo en Fontanilles (Girona).
Por otro lado, no todo el independentismo cierra filas con Puigdemont. En la batalla con ERC por la hegemonía del separatismo se han sumado algunas candidaturas con opciones, como la de Clara Ponsatí, que cuenta con el respaldo de una mayoría de los críticos de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que ha vuelto a rechazar la lista unitaria con Junts, una forma de «castigar» la actual estrategia de Puigdemont y Junts de cara a estas elecciones autonómicas.
LA ANC EVITA APOYAR A PUIGDEMONT; PONSATÍ AL ACECHO
La ANC tenía prisa por realizar la consulta, tanta que no hubo tiempo de armar los pros y contras de apoyar a una lista y acudir a la misma al Parlament. En 2012, Carme Forcadell presidía la ANC y dejó el cargo para acudir a la primera candidatura unitaria del independentismo en 2015. Desde ese año y hasta octubre de 2017 fue presidenta del Parlament.
Las críticas internas a la decisión de Forcadell no se hicieron esperar, como tampoco se hace ahora al tratarse de un movimiento nacido para ser trasversal y aglutinar a todos los que forman parte de este espacio.