Pedro Sánchez se resigna ante una nueva pifia de Yolanda Díaz. ERC exigió un cambio de cromos para dar el sí a los Presupuestos del Gobierno de Pedro Sánchez. Los republicanos pidieron el sí a las cuentas de Cataluña para dar su apoyo a las del Ejecutivo, un intercambio de votos que los fucsias han rechazado por la intención de la Generalitat para dar luz verde al proyecto Hard Rock en Tarragona, un megacomplejo turístico que acogería al mayor casino de toda Europa y un consumo de agua de más de 6 millones de hectómetros en plenas restricciones por la sequía.
Yolanda Díaz se desentendió por completo de la situación en Cataluña y apuntó a la plena autonomía de los ‘Comuns’ de Jessica Albiach y Ada Colau en la toma de decisiones en el Parlament. Los ‘morados’ votaron en contra de las cuentas catalanas, que obtuvieron el sí de ERC y PSC, así como una diputada del grupo mixto. Pero nada más, 66 votos insuficientes cuando la mayoría absoluta se produce con 68.
De poco han servido las conversaciones de última hora entre Albiach y Aragonès. Los esfuerzos de ERC se centraron en conseguir el sí de los ‘Comuns’ por el Hard Rock, que no tendrían fecha, pero era una exigencia del PSC para dar el apoyo a las cuentas. La tensión era palpable en el ambiente, más cuando el PSC en Barcelona, dirigido por Jaume Collboni, prefería el apoyo de ERC en la Ciudad Condal antes que en Ada Colau, su exsocia de gobierno.
LA GUERRA ENTRE ERC Y LOS ‘COMUNS’
Esta afrenta se enmarca en la estrategia del PSC para tratar de arañar votos en ERC y en la izquierda de los ‘Comuns’, una formación nacida del 15-M y que se ha convertido en un dolor de muelas para los barceloneses con sus medidas contra la economía, el turismo y la movilidad, convirtiendo a Barcelona en una ratonera. No obstante, lo logró con el apoyo de los socialistas.
La tensión entre ERC y Sumar era muy palpable en el Parlament, pero se ha extrapolado también al Congreso de los Diputados, hasta el punto de que Pedro Sánchez ha encargado al equipo de María Jesús Montero el trabajo de elaborar las cuentas públicas para 2025, prorrogando las actuales, con subidas a los funcionarios del 2% y de medio punto adicional si la inflación continúa en niveles elevados.
ERC, por otro lado, ha mostrado críticas públicas a Yolanda Díaz por eliminar a Podemos de la coalición de Gobierno. Gabriel Rufián lo ha reiterado en numerosas ocasiones y su enfrentamiento ha llegado a hacerse viral. Muestra de ello fue el respaldo público a Irene Montero desde la tribuna de oradores de la Cámara Baja, mientras recordó a Díaz que está en el Gobierno porque fueron los morados quienes la colocaron en el pedestal, concretamente Pablo Iglesias. La traición a Podemos se realizó poco después de la salida de Pablo Iglesias, que ya no tenía la confianza de Pedro Sánchez.
LA PROMESA INCUMPLIDA DE SÁNCHEZ CON LOS PRESUPUESTOS
La prórroga presupuestaria supone un serio revés para el PSOE, dado su empeño de mostrar un Gobierno estable y fuerte, pero una vez más brilla la debilidad parlamentaria y la frágil unión de un Ejecutivo nacido de pactos ocultos a la ciudadanía, como la amnistía y los reiterados pactos con Junts, ERC, PNV, Bildu y BNG. Ya lo contó en no pocas ocasiones Aitor Esteban, líder del PNV en el Congreso de los Diputados. «No se puede negociar todo el tiempo» y «la legislatura será más corta de lo previsto» son dos de sus frases más sonadas.
Hace tan solo ocho días, María Jesús Montero mostró su confianza para tener los Presupuestos de 2024, pero de nuevo toda una cortina de humo que muestra la fragilidad de un Gobierno en sus horas más bajas.
El Gobierno de Pedro Sánchez tenía como objetivo «aprobar los Presupuestos en el primer trimestre del año», pero ha sido prácticamente imposible debido al rotundo rechazo de ERC, que este jueves tendrá aprobado un nuevo trámite parlamentario para atar la ley de amnistía.
Entre otras claves, el Gobierno no podrá aumentar el límite del gasto, que pretendía elevar en un 0,5% en este 2024, hasta los 199.120 millones de euros, contando además los fondos europeos.
Para el Ejecutivo de Pedro Sánchez y para la ministra de Hacienda, era un límite realista y permitía continuar las políticas para modernizar la economía e impulsar la economía. No obstante, el crecimiento se ha basado prácticamente en una inflación desbocada desde junio de 2021, cuando se estableció el desbloqueo del precio máximo de la luz, que podrá ascender hasta los 3.000 euros por MW frente a los 186 fijados entonces. Además, con la mayor aportación de la inflación, el Gobierno aseguró que el endeudamiento se redujo a pesar de que la deuda pública ha alcanzado niveles récord.
LAS TRAMPAS AL SOLITARIO DE MONTERO
Y es que, la riqueza de España aumenta por los precios y no por el volumen de ventas. En este sentido, vender una botella de aceite de oliva a más de 12 euros por litro genera la misma riqueza que vender tres a cuatro euros por litro, un precio al que llegó a tocar en 2020. De esta forma, con dos litros de aceite al precio actual se genera el triple de riqueza que antes con seis litros.
Todo un logro de las matemáticas. Una vez bajen los precios, que lo harán de forma muy gradual, el nivel de deuda volverá a incrementarse debido a la reducción de la riqueza. El Banco de España ha alertado del espejismo actual de las cuentas de la lechera del Gobierno, pero éste sigue sin darse por enterado.
El Ejecutivo, no obstante, ha asegurado que mantendrá medidas para tratar de combatir la inflación, mientras desde la oposición del PP se insta a bajar impuestos, como el IVA a la carne, el pescado y las conservas.