La versatilidad del aguacate ha conquistado cocinas a lo largo y ancho del planeta, demostrando que puede ir más allá del famoso guacamole. La mayonesa de aguacate es una deliciosa alternativa a las salsas tradicionales, rica en textura y sabor, así como un complemento perfecto para ensaladas, mariscos y bocadillos.
Proveniente del sur de México y centroamérica, este fruto se ha integrado perfectamente a la dieta mediterránea debido a sus propiedades saludables. Hoy, les propongo un recorrido culinario para aprender a preparar, paso a paso, una mayonesa de aguacate casera que sorprenderá gratamente a sus invitados.
1CÓMO SELECCIONAR EL AGUACATE PERFECTO
El éxito de nuestra mayonesa de aguacate comienza en el momento de la selección de la fruta. Para conseguir la textura cremosa deseada, es fundamental elegir un aguacate en su punto justo de madurez. ¿Cómo identificarlo? La cáscara debe ser de color verde oscuro y al presionarlo suavemente con el dedo, debe ceder un poco, indicando suavidad sin llegar a estar demasiado blando, lo que podría significar que está pasado.
La piel del aguacate también puede dar indicaciones importantes sobre su estado interior. Evite frutas con manchas negras o cortes, ya que esto puede delatar zonas dañadas en la pulpa. En España, podemos encontrar variedades como la Hass, Fuerte o Bacon, cada una con características particulares que pueden aportar distintos matices a nuestra receta.
Una vez seleccionado el aguacate perfecto, es esencial consumirlo pronto para aprovechar al máximo su frescura. Un truco útil es comprarlos ligeramente firmes y dejarlos madurar durante un par de días a temperatura ambiente en la cocina, así estarán listos para cuando decida preparar su mayonesa.
El almacenamiento del aguacate es otra cuestión a considerar. Si no va a consumirlo inmediatamente después de madurar, guárdelo en el refrigerador para alentar el proceso de maduración y mantenerlo en condiciones óptimas por más tiempo.