Las autoridades suizas han remitido a España parte de la investigación que mantienen abierta desde hace años sobre presunto blanqueo de capitales y cobro de comisiones irregulares que afectaría al Rey emérito, según han informado fuentes fiscales.
Concretamente, es la Fiscalía de Suiza la que ha enviado la documentación a petición de la Fiscalía Anticorrupción para aclarar el destino de esas posibles mordidas cobradas en relación con la adjudicación del AVE a La Meca a empresas españolas.
La documentación responde a la comisión rogatoria emitida desde España hace ya varios meses solicitando información sobre este asunto, aunque no ha llegado todo lo reclamado. Según las fuentes consultadas, ha sido Anticorrupción la que ha recibido los informes, pues fue el organismo que lo pidió, y al estar en francés se ha encargado su traducción.
Una vez se traduzcan los textos, se enviarán al fiscal de Sala del Tribunal Supremo de la especialidad de Delitos Económicos Juan Ignacio Campos, quien fue designado a principios de junio para dirigir las pesquisas abiertas en el otoño de 2018 por Anticorrupción, pues sería el alto tribunal el competente para investigar al Rey emérito si se apreciaran indicios y el caso terminara judicializándose.
En todo caso, lo que se investigan son posibles conductas cometidas después de la abdicación de Don Juan Carlos, en junio de 2014, relacionadas con el movimiento del dinero y que podrían constituir delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública.
Las finanzas del Rey Juan Carlos llevan años bajo sospecha, si bien a mediados del pasado mes de marzo, apenas decretado el estado de alarma por pandemia de covid-19, este asunto volvió a primera línea informativa tras diversas informaciones publicadas en la prensa suiza y británica, provocando que la Casa Real anunciara que Felipe VI renuncia a la herencia que podría percibir de su padre y suspendiendo su asignación anual.
DECLARACIÓN DE CORINNA
Según ha publicado ‘El País’, en el marco de la investigación suiza Corinna Larsen reconoció en su declaración ante el fiscal Yves Bertossa, en diciembre de 2018, que Don Juan Carlos le transfirió 64,8 millones de euros en 2012 «no para deshacerse del dinero», sino «por gratitud y por amor», para garantizar «su futuro y el de sus hijos». Y añadió que también era porque «tenía la esperanza» de recuperarla.
En esa comparecencia, Corinna Larsen afirmó que «en ningún momento» el Rey emérito «dijo que quisiera deshacerse de ese dinero» y que ella no sabía si él había declarado los fondos a la Hacienda Pública española.
Sobre el origen del dinero, la empresaria explicó al fiscal que no preguntó en ese momento pero que más adelante, en conversación con el banco suizo Gonet o con el abogado Dante Canónica, le explicaron que procedía de una donación del rey Abdalá de Arabia Saudí en favor de Don Juan Carlos.
Según la empresaria, no supo la razón de la donación, pero aseguró a Bertossa que se trata de una práctica corriente entre reyes, concretamente en Oriente Próximo.
La examiga de Juan Carlos I compareció como investigada en esta causa abierta en Suiza a raíz del registro del despacho del gestor de fondos Arturo Fasana y del abogado Dante Canónica que reveló una cuenta en la banca Mirabaud a nombre de la fundación panameña Lucum, de la que el Rey emérito es beneficiario.
REUNIÓN EN ZARZUELA
Sobre la creación de esta fundación fue preguntado Canónica, también imputado, por el fiscal suizo, según ha publicado este lunes ‘El Español’. El abogado declaró, en agosto de 2018, que Don Juan Carlos les pidió a él y a Fasana en su despacho de Zarzuela que le crearan «una estructura» en el país helvético para guardar allí una «importante donación» que iba a recibir del rey de Arabia Saudí.
Según Canónica, este encuentro tuvo lugar a finales de 2007 o principios de 2008 y entonces el Rey emérito dijo que desconocía cuánto dinero iba a recibir del monarca saudí. Fue tras abrir la cuenta en Suiza a nombre de la fundación y una vez se recibieron los fondos cuando el gestor y el abogado supieron la cantidad.
De esa cuenta vinculada a la fundación Lucum salieron los casi 65 millones de euros transferidos a otra cuenta de Bahamas a nombre de Corinna Larsen y que ella enmarca en una donación, en un «regalo no solicitado» para ella y su hijo por el «cariño» que les tenía.
Sobre la fundación Zagatka, también vinculada a Don Juan Carlos, la empresaria dijo al fiscal que el Rey emérito le había comentado que le pertenecía. Según Canónica, el primer beneficiario de esta fundación es Álvaro de Orleans, primo lejano de Juan Carlos I.