El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y el resto de consellers han anulado la agenda prevista este viernes a causa de los acontecimientos derivados del gran incendio que ha arrasado este jueves dos edificios en el barrio de Campanar de Valencia.
El jefe del Consell, junto a otras autoridades, como la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, y la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, se ha desplazado esta tarde hasta los alrededores del lugar de la tragedia, los inmuebles situados en la calle Maestro Rodrigo de la ciudad.
El presidente, así como el vicepresidente primero y conseller de Cultura, Vicente Barrera, y el conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, han informado a última hora de esta noche de la suspensión de los actos.
El incendio de grandes dimensiones, que todavía está activo, ha arrasado en la tarde este jueves dos edificios en la calle Maestro Rodrigo de Valencia, en el barrio de Campanar, solo el primero de ellos con 138 viviendas, que en un corto espacio de tiempo se ha visto envuelto en llamas y con la estructura ya a la vista en los pisos superiores.
Como consecuencia del fuego, y de acuerdo al balance provisional, han precisado asistencia sanitaria 14 personas: 9 son hombres, de entre 25 y 57 años; 4 son mujeres de entre 27 y 81 años; y también figura un menor de 7 años. En este balance están incluidos los bomberos que han resultado heridos durante los trabajos, que, según ha precisado el subdirector de emergencias del incendio, Jorge Suárez, son al menos 6. A excepción de dos mujeres que han sido dadas de alta ‘in situ’, el resto han sido trasladados a diferentes centros hospitalarios de la capital.
Las llamas se han propagado con gran rapidez por la fachada del primero de los edificios, de 14 plantas, según los expertos, como consecuencia del viento que soplaba en ese momento –de poniente, con rachas de entre 50 y 60 km/h– y porque, según ha explicado a Europa Press el catedrático del departamento de Ingeniería Civil de la Construcción y de Proyectos de Ingeniería Civil de la Universitat Politècnica de Valencia, Antonio Hospitaler, estaba construida de un material combustible.