La Alhambra de Granada es uno de los lugares preferidos por nacionales y extranjeros para realizar turismo, contando con una gran cantidad de detalles y rincones únicos y que no se pueden encontrar en ningún otro lugar.
Situada sobre una colina rocosa de difícil acceso, se encuentra protegida por las montañas y rodeada de un marco natural lleno de bosque, entre los barrios de mayor antigüedad en la ciudad. Sin embargo, no es exactamente igual a como era en sus inicios. Te explicamos cómo era la Alhambra original.
1LA ALHAMBRA FUE BLANCA
Aunque pueda ser complicado de imaginar, la Alhambra de Granada fue blanca. Así lo reflejan diferentes estudios que se han hecho entorno al monumento granadino y su análisis arquitectónico.
El blanco es el color del Islam tanto por estética como por si simbolismo. En su cultura se considera una señal de buen augurio y que demuestra poder. Además, la luz blanca recuerda a la luz y esto represente la divinidad.
Aunque su exterior llegó a tener las paredes blancas, en el interior ocurría todo lo contrario, ya que sus paredes interiores recurrían a paletas muy diversas.