El PSOE de Galicia ha registrado el peor resultado de su historia, tannto en escaños como en votos. Nueve asientos en el Parlamento gallego y 206.215 votos es el resultado de una estrategia suicida y con tintes más peligrosos de lo inicialmente previsto. La pérdida de cinco escaños y de 47.535 votos respecto a las pasadas elecciones de 2020 ha puesto de manifiesto que el mensaje contra el PP no ha calado en un votante que ha adivinado las intenciones de los socialistas.
El PSOE no ha realizado autocrítica alguna, más allá de una mala valoración. «No ha sido un buen resultado», ha afirmado la portavoz del PSOE, Esther Peña, en la sede de Ferraz, donde las caras de preocupación y el cansancio acumulado han hecho demasiada mella. Los de Pedro Sánchez muestran su disfraz de plañideras, como si de un funeral se tratase. El presidente del Gobierno y el líder de este PSOE, montado para reflejar y dar culto a su imagen, aún no ha dado a conocer qué decidirá en su próximo paso tras apostar personalmente por José Ramón Gómez Besteiro como líder de los socialistas gallegos.
LA CAÍDA DE BESTEIRO ACORRALA AL PSOE Y FERRAZ
La campaña no solo ha sido un desastre para el PSOE en Galicia, sino que ha sido construida con la idea de arañar alguno de los escaños que baile con el voto exterior y entre la primera y segunda fuerzas. Así, la diferencia entre PP y PSOE en Ourense es de apenas 112 votos por el último escaño de la provincia, un escaso margen que podría modificarse el próximo 26 de febrero, cuando se dé a conocer el voto CERA.
Estos comicios tienen una sórdida lectura en Ferraz. Por un lado, el PSOE ha perdido las primeras elecciones desde que se conocieran las negociaciones y conversaciones sobre la amnistía y el traspaso de competencias a los socios separatistas, como Bildu, BNG, Junts, ERC y PNV. Por otro lado, los socialistas no han conseguido derrotar al PP de Alberto Núñez Feijóo, a pesar de apuntarle y difamarle directamente con todo tipo de comentarios, como la hipotética negociación con los de Carles Puigdemont.
El PP, además, ha revalidado una autonomía clave para Feijóo, que se jugaba su liderazgo al frente de Génova 13. De esta forma, los ‘populares’ mantienen intacto su poder autonómico y lo harán al menos cuatro años más. Las próximas elecciones podrían ser las vascas, con un PP reforzado y un PSOE rendido al nacionalismo, como se ha visto con sus pactos con Bildu y el PNV en el Congreso de los Diputados. «No se puede vivir de ser la muleta», apuntan diversas fuentes del PSOE.
BESTEIRO NO DIMITE TRAS LA PEOR CAMPAÑA DEL PSOE
Oficialmente, el mensaje se repite insistentemente, pero sin ánimo de hacer reflexión. Besteiro, lejos de dimitir tras la peor campaña y resultado electoral, se mantiene, mientras en Ferraz no hay movimientos en este sentido, toda vez que se esperaba el resultado, que ha sido peor incluso de lo pronosticado por el CIS de José Félix Tezanos.
El castigo infligido por el PP de Feijóo al PSOE de Pedro Sánchez pasa factura en todas y cada de las sedes autonómicas. Especialmente en Castilla-La Mancha, Aragón y Andalucía, pero también en Extremadura. El silencio va por dentro en Valencia y Cataluña, donde más se ha apostado por la estrategia de tratar de hundir al PP con un cordón sanitario con el resto de los socios nacionalistas.
La operación ha desgastado hasta límites insospechados al PSOE y deja en muy mal lugar al PSC de Salvador Illa, uno de los primeros en ofrecer la solución de la amnistía a Junts y ERC, así como al resto de encausados por terrorismo. En total, según las cifras de Junts, serán 4.000 beneficiarios de la amnistía, pero en Ferraz afirman que la «amnistía no ha influido» en el resultado de Galicia, a pesar de hundirse el PSOE y despertar a uno de los peores nacionalismos, como el del BNG de Ana Pontón.
GARCÍA-PAGE, LA ÚNICA AUTOCRÍTICA
«Si el PP no hubiera ganado la mayoría en Galicia, el ganador de las elecciones habría sido Puigdemont», ha afirmado García-Page sobre el resultado electoral. El líder castellanomanchego ha tenido sus más y sus menos con Pedro Sánchez, quien le ha pedido que mantenga silencio sobre las críticas públicas a sus compañeros.
El presidente de Castilla-La Mancha no ha querido hacer leña del árbol caído, pero deja recados de calado para Sánchez y el resto de Ferraz. Asimismo, trata de excusar a Besteiro del mal resultado, mientras afirma que tiene buena relación con Alfonso Rueda, presidente electo en Galicia. «Pero no vamos a engañarnos, la realidad es que el producto era regional, pero el guiso era nacional», ha remachazo García-Page al referirse a la caída en desgracia de Besteiro.
Si pasa lo contrario, la conclusión también tiene que ser nacional
Así, insta a los suyos a hacer una profunda reflexión. «Si el PP no hubiera sacado mayoría absoluta, hoy hablaríamos de las consecuencias nacionales, no gallegas», ha afirmado. «Sería el principio de la decadencia», ha proseguido. «Si pasa lo contrario, la conclusión también tiene que ser nacional», ha señalado.
EL PSOE, SIN REFLEXIÓN: PAÍS VASCO ES EL SIGUIENTE
García-Page apunta que la decadencia del PSOE se debe desde su unión con Unidas Podemos, entonces liderado por Pablo Iglesias. «Reflexionando se puede impedir que un ciclo se convierta Ren un ciclón», ha destacado García-Page sobre el mal ciclo del PSOE desde el 2020. En este sentido, ha apuntado que hay que evitar el «ciclón electoral».
Otro de los zascas del líder manchego se centra en el portazo de los gallegos a la entrada de Ana Pontón y del BNG en la Xunta. «Es importante» que todos puedan jugar desde la «estabilidad constitucional, cada uno desde lo suyo y desde su respeto». En este sentido, deja el recado al PSOE en el Congreso, debido a la necesidad de tener el apoyo constante de los separatistas de Galicia, País Vasco y Cataluña, mientras los diputados del PSOE en la CCAA apoyan, además, la amnistía.
Los comicios gallegos han pasado una factura enorme al PSOE, con la pérdida de 272.000 votos respecto a las elecciones generales del pasado 23-J. Sumar, además, obtuvo dos escaños en Galicia y el BNG se situó con solo uno. El retroceso del PSOE es muy duro y la preocupación es máxima, aunque esperan recuperarlo después.
EL PSOE TRATA DE MAQUILLAR SU DEBACLE: EL PP PIERDE
Asimismo, en el PSOE corre erróneamente el rumor de que el PP ha perdido terreno en Galicia. No obstante, los números hablan por sí solos. Más de 80.000 votos más que hace cuatro años y dos escaños menos debido a la irrupción de Democracia Ourensana.
Para el PSOE, las elecciones son únicamente en clave autonómica, sin que haya pasado factura el desgaste de la amnistía, a pesar de plantear la batalla en clave nacional. De hecho, diversas fuentes del PSOE apuntan que el amortizado es Pedro Sánchez, que ha pasado de ser la segunda opción a jugar con la irrelevancia en estos comicios. Todo por no plantar batalla al marxismo del BNG, como también ocurrió en Cantabria, País Vasco y posiblemente en Navarra.
Eso sí, en el PSOE no esperaban una fuerte movilización del votante del PP, que lejos de quedarse en casa se ha subido al autobús de Rueda. Los socialistas tratan ahora de atajar la fuga y el problema, pero puede ser que la vía de agua esté inundando la quilla. «Nos llevan al abismo si no cortamos de raíz con esta locura», afirman.