«El PP se sentó y negoció con Junts». Así de tajantes se han mostrado las fuentes de ambos partidos políticos consultadas por MONCLOA. Las filtraciones de las negociaciones entre el abogado de Carles Puigdemont, Gonzalo Boye, y concejales del PPC, liderados por Daniel Sirera, han provocado un terremoto político en plena campaña electoral en Galicia, donde Alfonso Rueda está al borde de perder la mayoría absoluta por apenas dos escaños.
Las filtraciones muestran una guerra interna dentro de Génova 13 cuyo fin es acabar con el mandato de Alberto Núñez Feijóo, según han asegurado fuentes políticas a este medio. En un inicio, se pensó en una «voladura controlada», con una filtración propia a los medios para mantener a raya el «chantaje de Junts» a los ‘populares’.
No obstante, las conversaciones no solo se mantuvieron sino que podrían haberse grabado en audio e incluso en vídeo, según las mismas fuentes. En este sentido, dentro del PP se ha extendido el temor a que Junts haga públicas dicho material gráfico que pondría en una situación muy comprometida al actual líder de los ‘populares’.
JUNTS Y EL JUEGO SUCIO POR PROFESIONALES
Lejos de desmentir la reunión, como cabría esperar en este caso, los de Feijóo han corroborado la información al asegurar que ofrecieron el indulto a Carles Puigdemont. Lo han hecho de forma rápida y sin sonrojarse, con Feijóo al frente, pero Junts tiene varias balas aún en la recámara tras asegurar que añadirán más información al respecto cuando Puigdemont y Boye, el redactor de la amnistía junto al posible consejo de Cándido Conde-Pumpido, presidente del Tribunal Constitucional, para confeccionar la ley que tumbaron los independentistas.
Junts no juega limpio en este juego. Nunca lo ha hecho y emponzoña las negociaciones con mensajes y filtraciones muy interesadas, como la reunión mantenida con Sirera en el hotel Alma de Barcelona, el mismo donde se reunieron los independentistas de Puigdemont y el PSC de Jaume Collboni.
El PP de Feijóo no ha podido desmentir las negociaciones debido a esas grabaciones. De hecho, la mano derecha y voz de Puigdemont en el Parlament, Josep Rius. «Junts tiene su propia agenda en Madrid», ha afirmado el dirigente autonómico. Y lo aplicará «pase lo que pase». Junts juega así a dos bandas para tratar de hacer daño al PP, que también se ha metido solito en este jardín y sin que nadie les haya chantajeado previamente. Los ‘populares’ en Cataluña, dirigidos por Alejandro Fernández, se habían negado por activa y por pasiva a sentarse a hablar con los de Puigdemont. «Con Puigdemont, ni a cobrar una herencia», apuntó Fernández en un tuit.
Una frase escueta que ha sentado como un jarro de agua fría en la sede madrileña del PP. No es la primera vez que Fernández insiste en la necesidad de alejarse de Junts. «Ni para tomar un café», afirmaron fuentes del PPC a MONCLOA cuando se conoció la reunión entre Sirera y Rius en el hotel Alma.
FEIJÓO, MAL ACONSEJADO EN GÉNOVA 13
El ataque de Junts al PP llega, además, en un momento crucial para Feijóo. El Partido Popular se juega su mayoría absoluta en las gallegas y el CIS de Tezanos indica que podría perderla por uno e incluso dos escaños. Vox, Podemos y Sumar quedarían fuera del hemiciclo, mientras el BNG de Ana Pontón, cuyo liderazgo le ha puesto como futura presidenta gallega. Los socialistas, por su parte, tratan de aguantar la tercera posición y dejar a Sumar fuera del Parlamento con una presión sobre el PP por sus negociaciones con Puigdemont.
Los irredentos independentistas han acorralado al PP de forma sibilina, como lo hizo en su día Artur Mas, pero estos de Junts no se parecen en nada a la extinguida CiU. «No son profesionales de la política y la radicalidad se impone al raciocinio», destacan las fuentes consultadas. «El juego sucio está a la orden del día con los recién llegados de Laura Borràs», han apuntado.
Rius, un viejo conocido en el independentismo, muestra así la capacidad de Puigdemont para alterar una campaña electoral. «Lo que teníamos que decir sobre los encuentros con el PP, ya lo dijimos», ha asegurado. Eso sí, «si hemos de añadir alguna cuestión más, ya lo añadiremos», ha advertido en varias ocasiones.
MOVIMIENTO EN GÉNOVA 13 PARA QUITAR A FEIJÓO
El PP de Feijóo está así a merced de todo lo negociado con Junts desde las pasadas elecciones generales y en Génova 13 hay un sector que insiste en desvelarlo absolutamente todo, sin ambages ni medias tintas. «Más vale una vez colorado que ciento amarillo», señalan. No obstante, otros apuntan que sería más plausible la estrategia de mantener «una voladura controlada» en esta situación, pero con Junts la explosión puede envenenar todo a su paso.
Existe, además, el riesgo de que el resultado de las gallegas no solo ponga al PP en la oposición, sino que Feijóo se juegue su propio cargo tras un varapalo en su propia tierra, donde ostenta la mayoría absoluta. En ese caso, el núcleo duro de Génova 13 insistirá en cambiar al líder y poner en marcha un proceso de primarias, con Juanma Moreno al frente.
Las consecuencias podrían ser desastrosas, una «voladura descontrolada» en algunos puntos, especialmente en Cataluña, donde Fernández espera su proceso de primarias que aún no ha puesto en marcha la dirección del PP. El motivo de este compás de espera se debe a que nadie quiere enfrentarse al líder del PPC, ni Dolors Montserrat ni tampoco Manu Reyes. Ambos no cuentan con el respaldo de las bases, pero los dos anhelan el sitio que ocupa ahora el presidente ‘popular’ catalán.
FEIJÓO, AL CONTRAATAQUE
Feijóo ha tratado de tapar la pifia de negociar con Junts señalando directamente a sus rivales por «embarrar» la campaña electoral gallega con «ataques a la desesperada», pero efectivos. Y es que, el PP no logra romper el relato ni imponer su negativa tajante a la hora de sentarse con Junts.
Si quieren lanzarnos ataques a la desesperada es porque vamos muy bien
No obstante, ha tratado de unir a los suyos para evitar «distracciones» y tratar de conservar la Xunta de Galicia. «Si quieren lanzarnos ataques a la desesperada es porque vamos muy bien. Y si quieren hablar del PP y no de Galicia es porque vamos muy bien», afirmado. No obstante, las encuestas apuntan a un apurado empate entre el bloque de la izquierda y los ‘populares’, bailan apenas dos escaños y se quedarían fuera dos de los principales adversarios de Sánchez, con una Marta Lois rota y Yolanda Díaz, incapaz de ser profeta en su tierra.
«Yo no soy Pedro Sánchez. Yo no acepto la amnistía ni la aceptaré. Yo no acepto los indultos ni los aceptaré», ha señalado, al tiempo que continuará dando la batalla judicial en todas las instancias judiciales, incluso en Bruselas.