El ex juez Baltasar Garzón ha sido condenado en costas contra el periodista Joaquín Vidal. El juzgado de Madrid ha desestimado la demanda interpuesta contra el informador, pero deja el plazo de 20 días para interponer un recurso, donde deberá exponerse las oportunas alegaciones.
El ex juez Garzón, condenado en su día por prevaricación, demandó a Vidal por una supuesta vulneración del derecho al honor, exigiendo al periodista reparar el daño causado. El ex juez estrella del PSOE y pareja de la exfiscal general del Estado Dolores Delgado señaló que unas declaraciones de Vidal en un programa de televisión eran «gravemente ofensivas», pero el juzgado de Madrid entiende que están amparadas en la libertad de expresión e información, dos derechos que superan la piel fina de quien fuera uno de los jueces con mayor reputación en España.
La defensa argumentó su derecho a una «especial posición» y «protección especial», tal y como sentenció el Tribunal Constitucional. Y es que, no solo se protegía el interés particular, sino que su tutela entraña el reconocimiento y garantía de la posibilidad de existencia de una opinión pública libre unida con el pluralismo político.
GARZÓN Y SUS AUDIOS CON SU AMIGO VILLAREJO
Tras ahondar en la abundante jurisprudencia, no ve que se haya vulnerado el derecho al honor de Garzón. En este sentido, Vidal señaló en un programa de televisión que «Garzón debería preocuparse por los audios que hay de él mismo, más de los de otras personas porque, bueno, ya en su momento habría que hablar cuál es el papel de Baltasar Garzón en toda esta trama delictiva que formó la cúpula policial en aquellos años».
«Yo realmente no lo sé», apunta Vidal a preguntas del presentador en otro de los cortes presentados como prueba por el exjuez. «Lo que sí sé, bueno, agradezco muchísimo Julio lo que dices porque, además, el apoyo realmente se agradece cuando estás, tú conoces bien la situación, echando un pulso al poder de este país y sobre todo a un grupo mafioso como es el caso de Villarejo, el resto de policías, Garzón, la fiscal Delgado, pues eh, los apoyos son siempre muy de agradecer».
«Yo creo que Garzón sabe bien lo que hay y lo que no hay porque él era un miembro activo de esta trama», puntualizó el periodista, según acredita el auto a la que ha tenido acceso este medio. «Esta grabación no era una grabación cualquiera porque esta comida no era una comida cualquiera», referenció Vidal en relación a los audios de Villarejo. «Para Villarejo, -prosiguió- la concesión de esta medalla al mérito policial era muy importante porque él ha actuado casi siempre como agente encubierto, fuera de las listas oficiales de la Policía, fuera del BOE, y fuera de todo registro oficial».
«Para él (…) era un reconocimiento a que era uno más y que estaba haciendo una serie de trabajos, que eran trabajos espurios, por eso no eran oficiales, para la Policía», explicó. «Para esta comida convoca sus más íntimos (…) y a Baltasar Garzón que viene con su amiga Dolores Delgado, entonces fiscal de la Audiencia Nacional».
LA MEDALLA A VILLAREJO, CON AMIGOS Y GARZÓN
La importancia de la grabación, señaló Vidal, residía en la agrupación de estas personalidades, «en un momento de victoria, contándose las cosas. Lo que es tremendo es que Villarejo fuera capaz de traicionar hasta a sus mejores amigos». Así, soltó la bomba después: «Entonces Baltasar Garzón, que forma parte de ese núcleo fundacional, del núcleo duro de aquella banda, pues, sabe bien lo que hay porque él es muy amigo de Villarejo».
Las expresiones de Vidal no eran «las más livianas» ni tampoco las «más fáciles de digerir» para Garzón, según apunta el Juzgado, pero ello no implica que se haya vulnerado el derecho al honor. «Términos como banda o trama» pueden tener un componente peyorativo, pero no afectan al honor en esta argumentación, como es en el caso de una «supuesta corrupción policial».
GRUESAS Y DIFÍCIL DIGESTIÓN, LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN TRIUNFA
«Todas estas expresiones se realizaron al amparo de la libertad de expresión», destaca el auto. Asimismo, indica que las palabras dichas por Vidal son «gruesas» y con un componente negativo, pero no son más que un «mero reproche» dentro de la libertad de expresión.
Asimismo, el Juzgado no entra a valorar la siguiente parte de la demanda al entender que se sustentaba en la vulneración de su derecho al honor. Además, impone las costas a Garzón al no arrojar serias dudas de hecho o derecho en este caso. En este sentido, recuerda que la estimación parcial o estimación impone a cada una de las partes las costas correspondientes, pero no es el caso del ex juez estrella al haber litigado con temeridad.