La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha reivindicado que Sumar es la bandera del laborismo y el motor para subir el salario mínino interprofesional del que ahora el PSOE saca pecho, pero ha lamentado que se negara a hacerlo.
«El PSOE presume de ese SMI, pero os digo que si es por ellos no tendríamos ese SMI. Por ellos no lo tendríamos», ha trasladado durante un mitin en A Coruña de las campaña a las elecciones gallegas.
El pasado martes el Consejo de Ministros aprobó la subida del salario mínimo para 2024 en un 5%, desde los 1.080 euros mensuales por catorce pagas hasta los 1.134 euros. Esta subida se aplicará con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2024. Estos días la también titular de Trabajo ha reivindicado que el SMI ha crecido un 54% desde que ostenta este departamento.
Díaz también ha marcado diferencias con su socio de coalición en política fiscal, donde existen dos modelos diferenciados pues ellos tienen claro que debe tener mayor carga impositiva los que más tienen mientras que el PSOE permite una rebaja fiscal a las eléctricas, con la bonificación de determinadas inversiones dentro del decreto anticrisis.
Junto a la candidata de la formación a la Presidencia de la Xunta, Marta Lois, ha desgranado que también se va a impulsar una medida muy importante como la reducción de la jornada laboral sin merma salarial, y se cumplirá el programa de Sumar. Es mas, ha recalcado que su formación apuesta por un laborismo que mejora las condiciones de los trabajadores.
«Sumar hace política útil, no se distrae con otras cosas, Sumar es la fuerza del laborismo. Sumar son los ERTE, son las normas que protegen a las trabajadoras del hogar, son las normas que protegen a los trabajadores de la cultura. Sumar es la subida del SMI sin precendentes en el país», ha ensalzado.
Luego, ha reprochado que el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, no quiere esta medida porque es consciente de que implicará «contratar más trabajadores y mantener los salarios».
También ha criticado al lider de la patronal por la transposición de la directiva europea que prohíbe a las empresas que puedan modificar las jornadas a tiempo parcial sin acuerdo con el trabajador.
«Yo entiendo que el señor Garamendi no comparte esta medida y ayer estaban muy enfadados en la CEOE. Y es normal porque ellos saben muy bien que esta norma sirve para ganar derechos a las mujeres más vulnerables de nuestro país», ha apostillado.