«Que la comida sea tu medicina, y la medicina sea tu comida». Con estas palabras, el antiguo médico griego Hipócrates, a menudo llamado el padre de la medicina occidental, recetaba ajo en la antigüedad para tratar una variedad de afecciones médicas. Y lo cierto es que la ciencia en nuestros días ha confirmado muchos de esos beneficios del ajo para nuestra salud.
La ciencia moderna ha confirmado recientemente muchos de estos efectos beneficiosos para la salud, de hecho, existe un estudio muy completo sobre los usos del ajo y sus beneficios en la antigüedad publicado por The Journal of Nutrition, del cual se desprende que el jo en la antigüedad es uno de los primeros ejemplos documentados de plantas empleadas para el tratamiento de enfermedades y el mantenimiento de la salud.
1El ajo y sus beneficios en la antigüedad
El ajo estaba en uso al comienzo de la historia registrada. Existen referencias bíblicas del ajo al encontrarse ya en las pirámides egipcias y los antiguos templos griegos. Según el citado informa, los textos médicos antiguos de Egipto, Grecia, Roma, China e India prescribían aplicaciones médicas para el ajo. Y en muchas de estas culturas, se administraba para proporcionar fuerza y aumentar la capacidad de trabajo de los trabajadores.