viernes, 22 noviembre 2024

Marlaska asciende a un policía investigado por prevaricación

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a propuesta del director general de la Policía, Francisco Pardo Piqueras, ha nombrado al comisario principal Manuel Rodríguez nuevo jefe superior de Policía en Cataluña. Hasta su nombramiento era jefe de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana en la Jefatura Superior de Policía en Madrid.

Pero dicho nombramiento no ha sido tan bien aceptado como los anteriores, cuando nombró a un conocido y querido concursante de ‘Pasapalabra’, el comisario principal Luis Jesús Esteban Lezáun que ocupaba el cargo de jefe del Grupo Especial de Operaciones (GEO/GOES), nuevo responsable de la Jefatura Superior de Andalucía Oriental, y a la comisaria principal María Elisa Fariñas Abellán al frente de la Jefatura Superior de Extremadura, siendo la primera vez en la historia del cuerpo que una mujer accede al cargo de jefa superior tras ingresar en la Policía Nacional en la escala básica e ir ascendiendo por promoción interna.

El motivo por el que no ha sido tan bien recibido el nombramiento de Manuel Rodríguez es porque está siendo investigado por la supuesta comisión de los delitos de prevaricación administrativa, acoso laboral y de lesiones psíquicas a raíz de una querella interpuesta por un subinspector de Policía en 2022. Según ha adelantado The Objective, el Juzgado de Instrucción número 34 de Madrid está investigando a dos mandos de la Policía Nacional, él y David Molano, inspector jefe destinado en la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Madrid.

CATALUÑA LO CONSIDERA UN ‘POLICIA MOQUETA’

Otro motivo por el que no ha gustado el nombramiento es porque la plantilla de la Policía Nacional de Cataluña lo considera como un ‘policía moqueta’, ya que sus puestos no están directamente relacionados con la acción de la calle y además no había tenido contacto con Cataluña, una comunidad con características y dificultades específicas derivadas de la alta tensión política que genera el independentismo en la comunidad autónoma.

INICIÓ SU TRAYECTORIA EN LA JEFATURA SUPERIOR DE POLICÍA DEL PAIS VASCO

Manuel Rodríguez nació en Madrid e ingresó como inspector en el Cuerpo Superior de Policía en 1983. Inició su trayectoria profesional en la Jefatura Superior de Policía del País Vasco, donde prestó servicio en la Brigada de Policía Judicial; después estuvo destinado en la Subdirección General Operativa, en Madrid, y en el año 2001 se incorporó a la Comisaría General de Seguridad Ciudadana como jefe de grupo operativo de la Policía en el Transporte-Brigada Móvil, informó el Ministerio del Interior.

Además, ascendió a inspector jefe en el año 2005 y fue nombrado jefe de sección de Subsuelo y Protección Ambiental en esta misma comisaría general, donde prestó servicio hasta que en 2008 fue destinado a la Comisaría Especial de la Casa del Rey. En 2011 pasó a ser jefe de la Sección Operativa de Seguridad Ciudadana el Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas.

El ministro Fernando Grande-Marlaska ha recibido críticas con el nombramiento de Manuel Rodríguez.
El ministro Fernando Grande-Marlaska ha recibido críticas con el nombramiento de Manuel Rodríguez.

UN PUESTO COMPLICADO EN CATALUÑA

Tras su ascenso a comisario en 2017 se hizo cargo de la Oficina de Despacho del Director General de la Policía. Desde que en 2023 ascendiera a comisario principal era el máximo responsable de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de Madrid. Y además tiene el Grado en Criminología y posee diferentes condecoraciones y reconocimientos a su carrera profesional.

Manuel Rodríguez llega a un puesto donde va a tener diversos frentes abiertos: desde el clima político que mantiene la incertidumbre de si la Policía Nacional terminará siendo expulsada para que los Mossos d’Esquadra asuman competencias plenas, pasando por el traspaso de competencias en materia de inmigración e incluso el traspaso de sede de la Jefatura Superior de Policía de la vía Laietana como desean ERC y Junts per Catalunya.

INVESTIGADO POR UN CASO REABIERTO

Pero la principal polémica es la que apuntaba el medio anteriormente citado, que recoge que la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Madrid ordenó reabrir la investigación después de que el Juzgado de Instrucción número 34 inadmitiese la querella interpuesta por la presunta víctima en abril de 2022 al «considerar necesario incoar diligencias para el esclarecimiento de los hechos habida cuenta de los indicios existentes y las pruebas, entre ellas, grabaciones de audio y numerosos chats de aplicaciones de mensajería instantánea con los implicados, aportadas por el querellante».

LAS CONDUCTAS RELATADAS NO PODÍAN CALIFICARSE DE HOSTILES O HUMILLANTES

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha informado que el procedimiento se encuentra en la fase final de instrucción, a la espera de que las partes presenten las conclusiones definitivas, para que el magistrado pueda archivar el caso u ordenar la apertura de juicio oral para esclarecer si hubo delito de prevaricación administrativa, acoso laboral y lesiones psíquicas, como acusa el demandado, que ha alegado estar de baja por ansiedad a causa de la presión y conductas de sus jefes entre los años 2021 y 2022.

Concretamente se narran los episodios relacionados con la vigilancia de un ciudadano egipcio disidente que acudió a la Embajada de Egipto y más tarde apareció en un vertedero y otra intervención en un piso de la calle Lagasca de Madrid.

El Juzgado de Instrucción número 34 de Madrid decidió inadmitir la querella porque «las conductas relatadas no podían calificarse de hostiles o humillantes», aunque «podían constituir un hostigamiento laboral denunciable ante la jurisdicción contenciosa o laboral».