El Rey Felipe VI ha recordado que en 2024 se cumplen 20 años de los atentados del 11-M y ha recalcado ante los embajadores de todo el mundo acreditados en Madrid que «España sigue firmemente comprometida en la lucha contra el terrorismo», al tiempo que también ha reconocido que la inmigración es un «desafío complejo».
España, ha dicho ante el más de un centenar de embajadores y representantes de organizaciones internacionales que han asistido a la tradicional recepción al cuerpo diplomático en el Palacio Real, así como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, «sigue firmemente comprometida en la lucha contra el terrorismo».
Los atentados del 11 de marzo de 2004 «golpearon brutalmente» Madrid y en ellos «casi dos centenares de personas fueron asesinadas y muchas más heridas y traumatizadas», ha recordado. «Aquella tragedia nos hace sentirnos siempre especialmente cercanos y solidarios con quienes sufren la violencia terrorista en todo el mundo», ha aseverado.
Don Felipe ha proseguido manifestando también el compromiso de España «con el papel fundamental de las Naciones Unidas en la cooperación internacional contra esta lacra».
Asimismo, ha añadido, «considera que las víctimas del terrorismo deben ocupar un lugar central en las políticas de los Estados» de ahí que España quiere celebrar un nuevo congreso mundial de víctimas «que dé continuidad al celebrado en Nueva York en 2022» y promovido por el Gobierno español.
En otro orden de cosas, ha destacado que la inmigración constituye uno de los «retos» a los que se enfrenta a Europa. Se trata, ha admitido el monarca, de «un desafío complejo, para el que solo se pueden encontrar soluciones desde un enfoque integral y horizontal de cooperación».
En este sentido, ha sostenido que «es imprescindible un diálogo constante entre los países de origen o tránsito y los de destino» por parte de la Unión Europea «si quiere alcanzar el objetivo común de garantizar flujos migratorios ordenados, regulares y seguros».