Jaume Collboni se enfrenta a un dilema y sea cual sea su decisión habrá mentido a sus votantes. El líder del PSC en Barcelona debe decidir entre atarse al populismo de Ada Colau de nuevo o dar cabida a Xavier Trias, el líder de la marca de Junts en la Ciudad Condal. En ambos casos, los votantes socialistas podrían sentirse traicionados.
Por un lado, Collboni siempre se ha opuesto a dar cabida o apoyarse en los independentistas de Trias, erigiéndose como un muro contra quien puso en jaque al Estado de Derecho y la democracia entre septiembre y octubre de 2017, así como los posteriores presuntos delitos terroristas de octubre de 2019. El exalcalde de la extinguida CiU ganó las elecciones y amenazó con abandonar la política si no llegaba a ostentar el bastón de mando, pero incumplió su palabra ante la posibilidad de un acuerdo con los socialistas.
Trias llegó a verse como alcalde de Barcelona tan solo 120 minutos antes del pleno de investidura. No obstante, en una negociación contra reloj y contra todo pronóstico, el PSC de Collboni logró lo impensable, el apoyo de Colau y del PP conjuntamente. Todo, con la condición de impedir el ascenso de los separatistas al poder.
COLLBONI ESPERA AÚN A LA AMNISTÍA PARA DECIDIR
Los de Junts se jugaban mucho con la Alcaldía de Barcelona, toda vez que habían abandonado a ERC tras las elecciones de febrero de 2021 por sus claras y notables diferencias con ERC. La hegemonía del independentismo estaba en liza, pero a diferencia de los republicanos de Pere Aragonès, Trias no disponía ni tiene los altavoces suficientes para poder propagar su mensaje. De hecho, la principal apuesta de Junts pasaba por ganar la Alcaldía y poner en marcha su estrategia pragmática, es decir, propuestas y soluciones a los problemas habituales de Barcelona, como la movilidad, obras y árboles, que se están cayendo con resultados catastróficos, como la muerte de una joven en pleno barrio de El Raval.
Trias ha dado impulso a sus medidas en los distintos plenos municipales, arrancando acuerdos con el socialista Collboni, un acercamiento que tiene una lectura extrapolable a La Moncloa, como parte del acuerdo entre PSOE y el prófugo Carles Puigdemont.
Desde Trias por Barcelona tienen muy claro el objetivo tras desentenderse en parte de la estela de Puigdemont y Nogueras, pero sí ha exigido al PSOE aceptar un gobierno de coalición para «normalizar» la situación política en Cataluña. Hasta ahora, Junts era visto por los socialistas como un partido «xenófobo» e «independentista», como ha exhibido la formación al atar el pacto para la gestión de los migrantes ilegales, quienes serían expulsados de Cataluña en caso de acreditarse una «multirreincidencia».
COLLBONI, ENTRE JUNTS Y LA XENOFOBIA O EL POPULISMO DE COLAU
Asimismo, dentro de Junts existe una corriente muy cercana a las tesis de la extrema derecha española, pero independentista y catalanista. Para el PSOE, Junts era un partido extremista, cercano a Vox y propagador de odio, al menos hasta antes del 23-J. Tal era el nivel de confrontación que Pedro Sánchez se negó a entablar negociaciones con los irredentos liderados por el prófugo Puigdemont y aplicar un ‘cordón sanitario’ durante la pasada legislatura. Tras las elecciones generales, los de Sánchez han iniciado una campaña de blanqueo sin precedentes, asegurando que otorgar las políticas de migración forman parte de su postura para conseguir apuntalar «la convivencia» y el «reencuentro» con Cataluña.
ERC no tiene nada que esconder y mantiene su distanciamiento con Puigdemont y Junts
No obstante, ERC no tiene nada que esconder y mantiene su distanciamiento con Puigdemont y Junts, a quienes acusan de «xenofobia». En Junts, no obstante, no muestran sus complejos a la hora de combatir los problemas vinculados con la migración ilegal y llegan a justificar a la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, a quienes sustentan en la Alcaldía a pesar de instaurar trabas para evitar el empadronamiento a los llegados sin papeles reglamentarios.
La situación es tan tensa en el PSC que Collboni ha aplazado su acto anual en el Colegio de Periodistas, donde se enfrenta a distintas y diversas cuestiones de los informadores, pero sin ningún tipo de filtro. Debía ser este próximo miércoles cuando iba a celebrarse, pero la rueda de prensa se ha visto truncada precisamente por la negociación entre ERC y Colau, por un lado; y con Junts, por el otro.
JUNTS Y ERC, LA GRAN GUERRA CON COLLBONI DE ESPECTADOR
Junts cortó toda negociación con Collboni hasta conocer su decisión. De hecho, se especula que tiene un pacto cerrado con ERC y Colau, de muy difícil explicación toda vez que ha enterrado el legado de la exalcaldesa de Barcelona, que busca acomodo en instancias más elevadas e incluso dentro de la ONU.
Y es que, Collboni no ha logrado finiquitar pacto alguno. Al menos, no se espera hasta que se apruebe el último pacto entre PSOE y Junts. «La amnistía decide», advierten fuentes socialistas, si bien dejan al actual alcalde de Barcelona tomar la decisión que más le convenga, sin medir las consecuencias para con la ciudadanía. Los barceloneses mandaron un mensaje rotundo y claro en las pasadas elecciones al escoger a Trias como la mejor opción para gobernar.
El tiempo corre en contra ahora de Collboni, toda vez que se dio de plazo hasta Semana Santa para decidir a quién dar entrada en el Gobierno municipal, una decisión que trae de cabeza a Salvador Illa, quien impone la orden de mantenerse al margen, aunque se apunta que una alianza con Junts sería beneficiosa de cara a las elecciones autonómicas. Y es que, los socialistas catalanes buscan el voto de los separatistas para incrementar la brecha y tratar de hundir a los de Puigdemont, convertido en la fuerza salvadora del PSOE.
EL PSC ESPERA UNA MAYORÍA HOLGADA
Illa tendría así una mayoría en caso de adelantarse las elecciones más holgada, que le permitiera reeditar un nuevo tripartito. Esta vez con ERC y Sumar, aunque Podemos podría aún presentar batalla en Cataluña si con ello consigue frenar a Yolanda Díaz. Colau, por ahora, no ha decidido qué hacer sobre su futuro. En un inicio, como Trias, se le vio fuera del Consistorio, pero dio portazo a sumarse al proyecto de Díaz y descartó el asiento del Ministerio.
A pesar de las propuestas pactadas con Trias, el PSC y Barcelona en Comú, liderado por la propia Colau, han hecho migas para tratar de forjar una nueva coalición, como pasó en 2019. Esta vez cambiarían las tornas, siendo Collboni quien se quedara al frente, mientras Colau podría mantener el altavoz del populismo intacto. Con Junts, por su parte, han dado luz verde a la tasa de las terrazas.