Bildu oculta su lado más oscuro de cara a las próximas elecciones en el País Vasco, que se celebrarán previsiblemente para el próximo mes de abril o bien el próximo 9 de junio, pero muestra sus intenciones de cara a estos comicios con un papel más pragmático que ideológico. Las encuestas, por el momento, mantienen al PNV como ganador de los comicios, pero necesitará al menos a Bildu o PSE para poder conformar Gobierno. Los de Andoni Ortuzar se mantienen en la cúspide ante el temor de los votantes de un pacto entre la izquierda abertzale de Pello Otxandiano y los socialistas de Eneko Andueza, como se ha pactado en Pamplona.
La izquierda abertzale no muestra sus raíces, como tampoco a sus líderes más polémicos, como Arnaldo Otegi, relegado a un segundo plano para evitar infundir el miedo entre los votantes de cara a unas elecciones donde se juegan el liderazgo separatista y nacionalista con el PNV y al mismo tiempo poder alcanzar por primera vez la Lehendakaritza tras los años 40 años de terrorismo y el fin de la banda ETA.
Bildu sí ha tocado poder municipal, gobernando diputaciones y Ayuntamientos, como el de Pamplona, tras la traición del PSOE de Santos Cerdán a sus conciudadanos. En las pasadas elecciones del 28-M, la izquierda heredera de ETA conquistó plazas importantes y llegó a ser la fuerza más votada, con un PNV en caída libre. Estos resultados alteraron el escenario político vasco, con un PNV más preocupado de contener a los suyos que de hacer oposición a la oposición y convencer aún más a los votantes para mantener prietas las filas.
BILDU PRESIONA AL PNV Y AVISA AL PSE
Así las cosas, Bildu se hizo con la mayoría en Guipúzcoa, superando con una amplia diferencia al PNV. La coalición liderada por Maddalen Iriarte obtuvo 22 junteros, cinco más que hace cuatro años. Además, se hizo con numerosas alcaldías gracias a los distintos pactos que ha ido tejiendo con el PSE y PNV. No obstante, Bildu se ha quedado siempre fuera del poder autonómico, ni una cartera ha logrado gestionar desde el fin de ETA, como tampoco ha sabido transformar sus importantes victorias municipales para ser decisivo a la hora de gobernar en el País Vasco.
El nacimiento de Bildu se produjo en pleno gobierno de coalición entre el PP y PSOE de Antonio Basagoiti y Patxi López, respectivamente. La dupla fue posible ante la ausencia de partidos de la izquierda abertzale en las elecciones vascas de 2009. «Eran unas elecciones tramposas», justificaron entonces los líderes políticos del brazo desarmado de ETA.
el PSOE reniega de hacerse la foto con Otegi, pero el condenado a diez años de cárcel no la espera ni la exige
Para tratar de ganar al PNV, Bildu ha llegado a pactos secretos con Ferraz, con fotos, pero sin firmas ni papeles. La negociación se ha llevado sin luz ni taquígrafos, sin anunciar las grandes reuniones, a excepción de la legitimación de la izquierda abertzale por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con la líder de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua.
LOS MAILS SECRETOS DE INTERIOR CON EL ABOGADO DE ETA
Por el momento, el PSOE reniega de hacerse la foto con Otegi, pero el condenado a diez años de cárcel no la espera ni la exige, como sí ha pedido Carles Puigdemont, investigado por terrorismo por la Audiencia Nacional. A cambio, el Gobierno, a través del Ministerio de Interior, sí ha negociado con el secretario general de Prisiones, Ángel Luis Ortiz, el acercamiento de terroristas presos a cárceles vascas y navarras. Se hizo mediante correos electrónicos y con interlocutores de la talla de Txema Matanzas, histórico abogado de ETA y con vinculación directa con quienes lideraron la banda terrorista, como José Antonio López Ruiz, conocido como ‘Kubati‘.
Las conversaciones entre Ortiz y Matanzas muestran, además, una negociación secreta con Bildu, a la que el PP ha llegado a tildar de «pacto encapuchado». En paralelo a estos pactos, los abertzales legitimados ahora por el PSOE han hecho suya la antigua estrategia del PNV, arrancando acuerdos sociales y de calado, como ha venido haciendo la formación nacionalista de Andoni Ortuzar.
La reforma laboral, la ley de vivienda y la reforma de las pensiones son tres de sus grandes logros, mientras el PNV tan solo ha conseguido compromisos, declaraciones de intención y un documento firmado, pero sin que se haya exigido su cumplimiento con la misma fuerza que ha exigido Junts y Puigdemont, que han llevado al límite la negociación hasta el «último minuto y sin ceder un solo paso».
A pesar de estos logros y éxitos ante los suyos y los votantes vascos, en Bildu no ocultan el agrio sabor de boca que deja el no alcanzar el poder autonómico. «Hay posibilidades de ganar la batalla electoral, pero no basta», han señalado fuentes políticas respecto a la posibilidad de que Bildu sea la primera fuerza en las elecciones, pero no pueda entrar en el Gobierno ante un más que posible acuerdo entre PNV y PSE.
EL PNV TEME EL PACTO DEL PSE Y DE BILDU
De hecho, desde el bloque nacionalista consideran que los socialistas son los que podrían poner la alfombra roja a Bildu para alcanzar la Lehendakaritza. El PNV pondrá su puesta de largo este sábado, con la presentación de Imanol Pradales como su candidato, marcando el inicio de la campaña electoral.
La intervención de Pradales marca el inicio de la precampaña. Si las elecciones fueran en abril, Todo apunta a que los comicios tendrán lugar en abril, aunque son los nacionalistas vascos quienes manejan los tiempos, y EH Bildu se ha querido comenzar a posicionar con un emplazamiento al PNV que traerá cola: la coalición abertzale ha reclamado a los jeltzales un compromiso para que gobierne la lista más votada. La formación independentista, de hecho, se ha comprometido ya a que dejarán gobernar a la fuerza más votada y es evidente que una de sus estrategias de cara a los meses venideros pasa por apelar a esta máxima, buscando el compromiso de los jeltzales o, en su defecto, su desgaste.
Desde el PNV no ocultan la preocupación por el ascenso de Bildu, si bien se muestran esperanzados a que el PSE «no les suelte el brazo». No obstante, un sector de los nacionalistas evita confiarse ante los movimientos de los socialistas. «Dijeron que no a la amnistía y ahora la pactan; dijeron que no a Bildu y ahora pactan», han recordado.
EL PSOE APLICA EL CORDÓN SANITARIO AL PP
De hecho, Bildu y el PSE, así como el PNV, han vuelto a pactar. el nuevo acuerdo se ha producido en Vitoria, donde el apoyo del PP evitó un acuerdo con los separatistas y nacionalistas. Ahora, la alcaldesa del PSE, Maider Etxebarria, ha preferido negociar los Presupuestos y aplicar el mismo cordón sanitario que los socialistas han aplicado en Cataluña durante décadas, confirmando una vez más que el PSOE va a impedir gobernar a los ‘populares’ si de ellos depende.
Esta estrategia fue pactada por el PSC de Pasqual Maragall y José Montilla en 2009, sellada en los pactos del Tinell, y que ahora se aplica al resto de España, tal y como se está registrando en los diferentes Ayuntamientos. El PP del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, Ainhoa Domaica, ha denunciado el «giro radical» del PSOE vasco, que obtuvo el poder con los votos del PP. En el mismo dilema se encuentra el PSC de Jaume Collboni en Barcelona, que llegó a la alcaldía con los apoyos de los ‘populares’ y que está ultimando un acuerdo para gobernar con Junts o reeditar su pacto con Ada Colau y ERC.
Es la primera vez que se ha realizado un pacto similar en Vitoria. «Por primera vez, una alcaldesa del Partido Socialista llega a una alianza inédita con Bildu en nuestra ciudad, poniendo a Vitoria en una situación de radicalidad», ha señalado Domaica, que ha acusado a Etxebarria de abrazar a Bildu y a los nacionalistas. A su juicio, es parte de la estrategia de pactos de Sánchez con la izquierda abertzale.