Dos buques cazaminas de la armada británica han colisionado en la costa de Baréin a pesar de estar en máxima alerta. El vídeo difundido en redes sociales muestra como el HMS Chiddingold, de la clase Hunt, aborda al HMS Bangor, un dragaminas de la clase Sandown y hecho con fibra de vidrio que no ha logrado resistir el impacto.
El boquete alcanzó la zona de la cocina junto a 39 camarotes, pero sin que hubiera resultado herido alguno. El material escogido para su fabricación, la fibra de vidrio, se debe a la presencia de las minas imantadas, que se aferran al casco de acero de los buques y logrando hundirlos.
Ambos buques están desplazados en la operación Kipion para dar cobertura a los mercantes y petroleros venidos desde Asia y Oriente Medio hacia Europa y EE UU. Se trata de dos de los buques de la marina real británica cuya misión es la de vigilar el estrecho de Bab-el-Mandeb y el de Ormuz ante la amenaza de los terroristas hutíes en Yemen han estado atacando el transporte marítimo. En esta operación no participa España.
El Chiddingold iba marcha atrás y hundió su popa contra el Bangor, provocando un ancho boquete en su costado del segundo. El segundo buque, además, se encontraba atracado de estribor en el muelle. Las redes sociales han sacudido a la Royal Navy por este accidente en plena máxima alerta.
LA MARINA BRITÁNICA NO DA DETALLES DE CÓMO HA PODIDO OCURRIR
Además, el Chiddingfold es reincidente, según ha explicado la propia marina británica. En 2021, embistió contra el HMS Penzance, obligándolo a realizar tres meses de reparaciones. Según la defensa británica, no hay heridos pero tampoco se han ofrecido detalles del por qué se produjo esa colisión.
«Somos conscientes de un incidente que afecta a dos dragaminas en Baréin. No hay víctimas como resultado de este incidente y sería inapropiado hacer más comentarios mientras las investigaciones están en curso», ha afirmado un portavoz de Defensa a la BBC.