El candidato del PP a la Alcaldía de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ha superado el ecuador de la campaña electoral del 26 de mayo con un objetivo prioritario: la movilización del voto del espectro de centro derecha. Aunque ya lo dejó claro en el primer mitin de campaña en el mensaje que le acompañaría por todos los distritos de la capital: que la abstención no deje al Partido Popular sin la Alcaldía de Madrid.
Esta primera etapa electoral ha transcurrido para Martínez-Almeida entre continuas llamadas a a la movilización, situando a la abstención como su «único enemigo», y visitando todos los distritos de la capital donde, además, el alcaldable reitera su voluntad de bajar impuestos a los madrileños.
Esta idea volvió con más fuerza, si cabe, al discurso electoral del candidato ‘popular’ tras las encuestas publicadas el día de San Isidro, según las cuales, la izquierda gobernaría tanto en el Gobierno autonómico como en el municipal. Martínez-Almeida pidió entonces que «nadie» se confiara con los resultados de los sondeos, ya que «está la cosa muy ajustada», y reiteró que en el espectro de centro derecha son «más».
LA RECONQUISTA DEL CENTRO DERECHA Y LA REBAJA FISCAL
Centrado en conquistar y reconquistar al electorado, parte del cual confió en Vox en las generales, Almeida ha pergeñado un programa electoral compuesto por un total de 200 medidas que buscan devolver a la capital el «brillo» y el «progreso» perdido con el mandato de la alcaldesa, Manuela Carmena, así como poner a la ciudad «en marcha». La punta de lanza de sus medidas es la rebaja de impuestos, algo que está «en el ADN del Partido Popular».
Su voluntad es establecer una rebaja fiscal con la que ahorrar a los madrileños 466 millones de euros a lo largo de cuatro años así como la de eliminar Madrid Central, y propone alternativas como plazas de aparcamiento disuasorios y más zonas verdes y árboles por toda la ciudad. Apuesta asimismo por la «simplificación y desregulación normativa».
Una vez el candidato ‘popular’ presentó su programa, se subió al PPbus para recorrer los 21 distritos de la capital y «hablar» a los madrileños, a quienes quiere «mirar a la cara», sin detenerse a «mirar a izquierda o derecha».
En todos los distritos visitados, Martínez-Almeida habla con los vecinos, pregunta por necesidades del barrio, les hace llegar sus pretensiones para estas zonas y toma nota de los «encargos» recibidos.
De esta forma, Martínez-Almeida se ha encontrado con personas que le han prometido su voto, como un joven en Villa de Vallecas, que montado en una bicicleta aseguró que votaría a los ‘populares’ porque eran los «únicos» que podían acabar con la pobreza.
Otro de los momentos reseñables en su primera parte de campaña ha sido la decisión de su número 2, Andrea Levy, de dejar el acta de diputada en el Congreso de los Diputados y dedicarse en exclusiva a la capital. El candidato ‘popular’ aseveró que este gesto demostraba «la importancia que el PP da a Madrid».
Sin embargo, el número uno de las listas al Ayuntamiento por el PP también ha pasado por un momento desagradable destacado al ser víctima de uno de los ‘escraches’ realizados por activistas de la vivienda en la pradera de San Isidro el pasado miércoles.
Un grupo de personas llamó «ladrones» y «buitres» a miembros del PP frente a su caseta en la Pradera, en la que estaban Almeida y Levy junto con la candidata de la formación a la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso y el presidente del partido, Pablo Casado. Lejos de achantarse, Martínez-Almeida entró aplaudiendo al partido entre los gritos de quienes realizaban el escrache.