El potaje de habichuelas es como un abrazo gastronómico que lo tomes donde lo tomes, siempre te recuerda a la calidez del hogar. Este plato es una joya gastronómica que nos conecta con la esencia reconfortante de la cocina casera, preparada con ese toque especial de cariño y la riqueza de nuestros sabores más auténticos. Es la respuesta perfecta cuando buscas llevar a tu mesa un festín que, sin duda, conquistará a todos con su delicioso encanto tradicional.
1UN POTAJE MÁS RICO SI SE HACE LENTAMENTE
La preparación de este potaje, aunque sencilla, se convierte en un ritual que requiere cierta planificación. Siguiendo la tradición, comenzamos un día antes remojando las habichuelas. Posteriormente, llevamos a cabo una cocción a fuego lento, con ese característico chup-chup, logrando que las legumbres adquieran una textura tierna y el caldo se impregne de un sabor excepcional. Para culminar, dejar reposar de un día para otro completa esta experiencia culinaria, realzando aún más su delicioso perfil.