La farmaceutica estadounidense Gilead acaba de anunciar la venta de su fármaco Remdesivir, el primero que ha demostrado su eficacia contra el coronavirus. Una noticia, que debería ser muy positiva y que sin embargo ya ha generado polémica a raíz del desorbitado precio que tendrá.
El vial de dicho medicamento le costará a los gobiernos casi 400 dólares, lo que podría traducirse en un precio del tratamiento por paciente de unos 2.000 euros (son necesarios seis viales) a más de 3.000 en el caso de terapias largas.
El Remdesivir es un antiviral que ralentiza la producción de nuevas partículas de virus. Como resultado, los pacientes de coronavirus en estado grave se recuperan una media de cuatro días antes de lo habitual. La infección viral se desarrolla con menos rapidez y se puede atajar antes. El medicamento recibió la autorización de uso de emergencia de los reguladores de EE.UU. en mayo, tras un gran ensayo que demostró su eficacia.
Hay muchos otros tratamientos y vacunas desarrollándose en todo el mundo. La pandemia mundial de coronavirus ya ha afectado a más de 10 millones de personas y matado a más de 500.000. Sin embargo, a juzgar por lo que ha ocurrido con el Remdesivir, está claro que la cura del coronavirus va a ser cara.
Gilead afirma que ha tratado de encontrar un equilibrio entre el valor que proporciona el medicamento y la gran inversión que como empresa han tenido que hacer en tiempo record. Además, han recordado a todos los críticos con la farmacéutica que, hasta la fecha, han donado alrededor de un cuarto de millón de tratamientos de Remdesivir, y está reforzando el suministro rápidamente.
Para finales de año esperan producir alrededor de 2 millones de tratamientos contra el coronavirus. Además, la farmacéutica ha dejado claro que este precio se trata del precio para las instituciones sanitarias públicas. El precio para las compañías de seguros privadas o para entidades comerciales será incluso mayor. Gilead afirma que su precio para instituciones públicas es realmente competitivo pues al acortar la estancia de los pacientes en la UCI, supone un recorte de gasto sustancial.
Gilead también ha dejado claro que reducirá el precio para los países en vías de desarrollo. En este sentido, están tratando de llegar a acuerdos con otros productores de medicamentos genéricos para poder ajustar más el precio y facilitar su acceso a economías más frágiles.
En todo caso, la decisión de Gilead de fijar este precio sienta un precedente que nos hace presagiar que los medicamentos futuros para frenar el coronavirus no serán baratos.