La abundante desclasificación de los documentos judiciales sobre el caso de Jeffrey Epstein muestran una auténtica red de trata y abuso de menores en las más altas esferas. Estos horribles hechos, junto a un listado de más de 170 nombres, entre los que aparece Bill Clinton, Michelle Obama, Tom Hanks, Steven Spielberg y Oprah Winfrey, entre otros, no ha dejado indiferente a nadie y ha suscitado un debate sobre cómo consiguió su propia fortuna el magnate norteamericano.
La nueva remesa muestra que Epstein y su amante Ghislaine Maxwell no solo invitaban a menores y otras chicas a las islas de los horrores, sino que también les daban pagos adicionales si traían a sus amigas. El fallecido Epstein y Maxwell, quien cumple 20 años de condena en Nueva York, captaban a las menores a través del también fallecido Jean-Luc Brunel, un conocido agente de modelos en Francia y descubridor de grandes estrellas de las pasarelas de moda.
EL FALLECIDO DETECTIVE RECAREY, CLAVE EN EL CASO EPSTEIN
La nueva tanda se centra en la investigación del entonces detective de Palm Beach Joseph Recarey. El expolicía se entrevistó con al menos 33 mujeres, la mayoría de ellas menores de edad, a quienes se les pagó una retribución por conseguir amigas para la red de pedófilos.
Recarey falleció el 25 de mayo de 2018 tras una «breve enfermedad» con apenas 50 años. Se trata de un tercer fallecimiento clave, ya que su investigación destapó todo el caso Epstein.
Según relata una de las víctimas, Epstein le quitó la ropa nada más conocerla y sin consentimiento alguno. Las chicas debían realizar masajes, como los que describe otra de las víctimas que realizó uno a Bill Clinton. Las menores, inocentes, consideraban que poner las manos sobre los hombros no implicaba sexo. «Eso es lo que yo suponía», pero siempre «terminaban en sexo», tal y como aseguró Recarey ante el abogado.
«EL MASAJE ACABA EN SEXO SIEMPRE»
De hecho, la palabra clave utilizada para ello era precisamente el término «masaje». «¿Determinó que «masaje» era en realidad una palabra clave para otra cosa?», pregunta el abogado. «Cuando iban a realizar un masaje era para gratificación sexual», respondió el expolicía. La menor continuó con su espeluznante relato. «Simplemente estaba allí y, de repente, me ocurrió algo horrible», indicó sobre el acoso y abuso de Epstein.
«No se suponía que fuera sexual, pero lo fue», afirmó la entonces estudiante de secundaria. De hecho, las menores cobraban por su tiempo en la casa, independientemente de lo que tuvieran que hacer con los poderosos políticos, actores y empresarios que aparecen en la lista de los horrores.
Los nuevos documentos hielan la sangre al conocerse que estos hechos se conocían desde hace más de un década, tal y como se expone en un correo electrónico enviado por Sharon Churcher, reportera del Mail on Sunday, quien hace referencia a una de las víctimas con un interlocutor, cuyo nombre aparece tachado.
DOS DE LOS POLÍTICOS MÁS RESPETADOS, PRESUNTOS CLIENTES
Churcher señala en el correo que la menor era una de las chicas destinadas a «hombres», entre los que se encuentran «dos de los políticos más respetados del mundo». Estos dos nombres también aparecen tachados en la nueva documentación. La mención o aparición de los nombres no implica que hayan cometido delito alguno.
En un correo electrónico de 2011, Virginia Giuffre, la principal voz de la acusación en este caso, escribió que Bill Clinton amenazó a la revista Vanity Fair para que dejara de escribir artículos sobre el tráfico sexual de Epstein. En este sentido, mostró sus reticencias a la hora de relatar su horripilante historia en la citada revista teniendo en cuenta que B. Clinton entró en VF -Vanity Fair- y les amenazó para que no escribiera artículos sobre el tráfico sexual de su buen amigo J.E.».
La víctima de la red de pedófilos no indicó el lugar, pero su versión fue desmentida por Graydon Carter, quien aseguró públicamente que nunca tuvo lugar la entrada de Clinton. El expresidente ha negado todos los documentos y se defiende que desde hace 20 años que no tiene contacto alguno con Epstein, es decir, dejaron de hablarse casi al mismo tiempo que abandonaba la Casa Blanca. Eso sí, el propio Epstein aseguró que a Clinton «le gustan las chicas jóvenes».
Además, el abogado de Epstein y exprofesor de Harvard, Alan Dershowitz, también aparece en la lista. Dershowitz escribió un polémico y criticado artículo en 1997 para rebajar la edad de consentimiento de las menores para mantener relaciones sexuales.
El artículo ha vuelto a hacerse viral, más cuando Harvard ha salido a defender a su exprofesor.
Todos estos documentos se dieron a conocer en 2019, en la víspera de la muerte de Epstein, por un presunto suicidio tras ser encontrado ahorcado en la celda tras una serie de «negligencias y fallos» en la seguridad, según afirmó el Departamento de Justicia.
EPSTEIN, SIN ESTUDIOS PERO CODEÁNDOSE CON CLINTON
El multimillonario no acabó sus estudios, pero sus conexiones con la política, magnates y artistas era más que evidente a tenor de la horrible lista de invitados a sus islas y casas en las zonas más altas de Nueva York y Miami. También con la realeza, como el príncipe Andrés, que niega que conociera a las chicas, pese a las fotografías. De hecho, la casa real británica le quitó el título de alteza real.
Nieto de migrantes judíos y criado en las calles de Brooklyn destacó en matemáticas y se graduó temprano de la escuela secundaria y fue alumno de la Universidad de Nueva York, pero no terminó sus estudios.
Fue hallado muerto en la celda de una cárcel Manhattan a los 66 años en agosto de 2019, mientras esperaba conocer los cargos por tráfico sexual y abuso. Para entonces fijó su patrimonio en 560 millones de dólares, entre los que se encuentran lujosas propiedades.
En Upper East Side de Manhattan, la zona más cara de Nueva York y quizá del mundo, tenía un palacete valorado en más de 50 millones de dólares. En Palm Beach (Florida), donde residía también el expolicía Joseph Recarey, contó con una vivienda valorada en más de 12 millones de dólares, junto a un rancho en Nuevo México por valor de 17 millones. Asimismo, también tenía un apartamento en París de más de 8,5 millones.
En el Caribe poseía las islas de Great St. James y Little St. James, las dos islas de los horrores, valoradas en 86 millones, y compradas este mismo año por Stephen Deckoff por 60 millones. Se trata del fundador de la firma de inversión alternativa Black Diamond Capital Management.
DE DAR CLASES A HIJOS DE RICOS A DEUTSCHE BANK, QUE CONOCÍA SUS ATROCES ACTIVADES
Para sus viajes, Epstein utilizaba su jet privado. Tras su fugaz paso por la universidad, emprendió el camino de las clases particulares. Así, ofreció sus servicios al hijo del director ejecutivo de Bear Stearns, Alan Greenberg, y de ahí saltó a la propia firma de inversión, desaparecida en la crisis inmobiliaria de 2008.
Epstein se libró del hundimiento y pasó a gestionar el dinero de terceros, como el del fundador de L Brands, Les Wexner, y de Leon Black, presidente de Apollo Global Management. Black pagó a Epstein 158 millones de dólares por servicios de planificación fiscal y patrimonial, según el Comité de Finanzas del Senado.
Un bufete de abogados contratado por la junta directiva de Apollo para revisar los tratos de Black con Epstein exculpó a Black de cualquier posible irregularidad. En 2021, el presidente dejó el cargo, tan solo dos años después de la muerte de Epstein.
Epstein también tuvo tratos financieros con Deutsche Bank, que en mayo de 2023 acordó pagar 75 millones de dólares para resolver una demanda que alegaba que el banco alemán «se benefició a sabiendas» de su tráfico sexual y se benefició de hacer negocios con él, según señala la prensa estadounidense. En 2020, la firma alemana incorporó a Epstein y puso de manifiesto la debilidad de su proceso de contratación.