Las proteínas, en conjunto con los carbohidratos y las grasas, constituyen uno de los tres macronutrientes esenciales para nuestro cuerpo. Desempeñan un papel crucial en diversas funciones corporales, como la formación de músculos, tendones, órganos y tejidos, así como en la síntesis de enzimas, hormonas y moléculas esenciales.
Los expertos advierten que la carencia de proteínas, esenciales en cada célula de nuestro cuerpo, puede acarrear consecuencias negativas para la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece pautas para la ingesta diaria de proteínas, recomendando entre 0,8 y 1 gramo para personas adultas. No obstante, esta cantidad puede variar según factores individuales, como la edad, el peso y la actividad física. Es crucial considerar estos aspectos al planificar una dieta equilibrada que asegure un aporte adecuado de proteínas para mantener la salud y el bienestar general.
1DÓNDE OBTENER LAS PROTEÍNAS
A pesar de que una dieta equilibrada suele proporcionar la cantidad necesaria de proteínas, alcanzar este objetivo puede ser más desafiante para personas vegetarianas, veganas o con un bajo consumo de carne y pescado. Es importante destacar que, aunque la carne y el pescado son fuentes significativas de proteínas, existen vegetales igualmente ricos en este macronutriente. La diversificación de fuentes proteicas, como legumbres, nueces, semillas y productos a base de plantas, puede ser fundamental para satisfacer las necesidades proteicas en dietas más específicas.