El Gobierno ha calificado de «justo e histórico» el acuerdo del Consejo de la Unión Europea para incorporar de forma gradual a Rumanía y Bulgaria en el espacio Schengen a partir de marzo de 2024.
Una acción que ampliará el espacio de libre circulación europea y facilitará los desplazamientos de millones de personas, con un impacto social y económico «muy positivo en toda la región», según fuentes del Ministerio del Interior.
Este ha sido el último acuerdo del Consejo bajo la presidencia de turno española de la UE del segundo semestre de 2023. Interior ha asegurado que este acuerdo era una de las «prioridades» del departamento de Fernando Grande-Marlaska durante la presidencia española.
Además, han remarcado que esta presidencia española y su determinación negociadora han servido para «superar las reticencias persistentes y alcanzar un acuerdo justo e histórico».
LA UE ACUERDA POR UNANIMIDAD EL INGRESO GRADUAL EN EL ESPACIO DE LIBRE CIRCULACIÓN
Los países de la Unión Europea (UE) acordaron este sábado, por unanimidad, el ingreso gradual de Rumanía y Bulgaria en el espacio de libre circulación Schengen después de que Austria, el último país de los Veintisiete que se oponía a la medida, levantara su veto.
La decisión implica que, a partir de marzo, se eliminarán los controles en las fronteras interiores aéreas y marítimas con esos dos países -que ingresaron en la UE en 2007-, con el compromiso además de Austria, Bulgaria y Rumanía de acordar más tarde la fecha del fin de los controles terrestres, informó la presidencia española de turno del Consejo de la UE.
El espacio Shengen, creado en 1985 e integrado por 23 de los 27 países miembros de la Unión Europea junto con Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein, abrirá sus puertas aéreas y marítimas a otros dos Estados de la UE (miembros desde 2007): Bulgaria y Rumanía.
El Gobierno rumano anunció la noche de este jueves que la apretura se hará en etapas, con una primera fase «aérea y marítima» a partir de marzo próximo, cuando se suprimirán los controles de entrada en puertos y aeropuertos.
La nota, que alude implícitamente a la flexibilización del veto austríaco a la adhesión de ambos apíses balcánicos al Tratado de Schengen de libre circulación de personas y mercancías -pese a que la CE y el Parlamento Europeo llevan años asegurando que Bulgaria y Rumanía están preparadas para entrar en Schengen- indica que se han dado los pasos necesarios para que este pacto sea integrado jurídicamente en las decisiones del Consejo Europeo.
RUMANÍA LLEVABA 13 AÑOS ESPERANDO UNIRSE A SCHENGEN
Bucarest agradeció a la Comisión Europea (CE) y a la presidencia española del Consejo de la Unión Europea, así como a los ministerios del Interior de Austria y Bulgaria, las «constructivas conversaciones» que han hecho posible el acuerdo.
«¡Después de 13 años, finalmente Rumanía se unirá a Schengen! ¡Tenemos un acuerdo político sobre esto!», escribió el primer ministro rumano, Marcel Ciolacu, en su cuenta de Facebook.
«A partir de marzo del próximo año, los rumanos se beneficiarán de las ventajas del espacio Schengen por aire y por mar. Inmediatamente, el puerto de Constanza (en la costa Rumana del mar Negro) aumentará su importancia exponencialmente. También estoy convencido de que en 2024 cerraremos las negociaciones para la frontera terrestre», añadió el mandatario.
El Tratado de Schengen establece el levantamiento de los controles en las fronteras internas de su espacio, es decir, entre sus Estados miembros, al tiempo que se fortalecen en las lindes externas (con terceras naciones).
Hasta el momento, su espacio abarca 4,3 millones de kilómetros cuadrados y 423 millones de ciudadanos de 27 países europeos (23 socios de la UE y 4 no comunitarios).