sábado, 23 noviembre 2024

¿Por qué no es bueno ‘mojar’ en la primera cita?

Si hay algo que aún también es un mito más que otra cosa es eso de la primera cita. Conocemos a alguien a través de cualquier vía, como una aplicación para ligar o porque nos lo ha presentado un conocido en común y, si nos sentimos atraídos por esa persona, el segundo paso es quedar a solas para indagar en su vida y qué piensa sobre tener pareja o cómo le ha ido en el amor.

Cuando llega ese momento, puede que nos atraiga tanto esa persona que, aunque hayamos estado con él o ella tan solo un par de horas, ya estemos pensando en tener relaciones sexuales nada más acabar el encuentro. Sin embargo, llegar a este punto sigue siendo un dilema para gran parte de la población y es que, aunque no es que sea algo malo, tampoco es demasiado aconsejable lanzarse a la piscina y darlo todo desde el primer momento.

Si deseas conocer los motivos por los que es mejor esperar, respondemos la eterna pregunta. ¿Por qué no es bueno «mojar» en la primera cita»?

La primera impresión, mejor que sea buena

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Cuando alguien nos llama mucho la atención, decimos que nos hemos llevado una muy buena impresión de esa persona. Esto nos puede condicionar a la hora de decidir si seguir o no con el idilio que estamos empezando, de ahí que sea tan importante el mantener una primera impresión de alto nivel.

Si en la cita no hemos podido conocer suficientemente a la otra persona, es probable que usemos la atracción que nos ha producido esa primera impresión como un impulso para querer llevarla a la cama. Sin embargo, estamos corriendo el riesgo, si vamos en serio con alguien, que, debido a que no lo hemos conocido en profundidad, nos terminemos arrepintiendo. Unido a este sentimiento, no tardará en aparecer la decepción.

Otra de las cosas que debemos tener en cuenta es que, con el paso del tiempo y con las vivencias de la relación, sobre todo si esta es saludable y os entendéis de forma adecuada, el sexo va mejorando poco a poco. Iremos conociendo el cuerpo de la otra persona, sus gustos, etc. Muy unido a ello, está el hecho de que irse a la cama con alguien desconocido puede incluso ser incómodo e inseguro.

La doble moral por tener sexo en la primera cita

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Esto no debería ser así y no habría que incluirlo como posible motivo. Quizá, en algún momento, termine desapareciendo. Sin embargo, lo cierto es que, a día de hoy, seguimos viviendo en una sociedad bastante machista que no termina de ver bien el hecho de que las mujeres lo hagan en la primera cita.

Este pensamiento debe ir cambiando con el tiempo. La mayoría de hombres con los que nos encontramos a la hora de conocernos en un lugar más íntimo, siguen viendo con malos ojos el que la mujer tenga sexo la primera vez que los conocen.

Con el paso del tiempo y todo lo que se está consiguiendo hoy en día, esto irá cambiando. De hecho, los más jóvenes ya están mucho más igualados en este aspecto. No obstante, hay personas para las que esto es motivo de no querer continuar conociendo a la otra persona por mucho que este guste en la primera impresión.

No confundas el deseo sexual con el amor

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Si conocemos a alguien, además de la buena primera impresión que nos llevemos de la otra persona, también es importante la atracción que sentimos. Aunque bien es cierto que el físico no lo es todo, quizá si no sentimos ningún tipo de atracción sea más una pérdida de tiempo que otra cosa el darle la oportunidad de conocerlo más a fondo en una cita.

A veces, la atracción física es tan fuerte que deriva en un deseo sexual intenso. No es extraño que, de primeras, lo que más nos atraiga sea ese deseo que nos une sin razón a la otra persona. Esto no es malo, pero debemos tener cuidado con ello y no confundirlo nunca con un posible sentimiento de amor. Ante todo, debemos estar atentos y saber colocar la relación en el lugar que deseamos ambos para proceder o no a iniciarla en conjunto.

Teniendo sexo en la primera cita, otra de las cosas que nos puede ocurrir es que vayamos saltando etapas que, de otro modo, serían mucho más lentas. Vivir un romance intenso puede ser muy emocionante. Sin embargo, cuanto más intenso sea ese sentimiento debemos tener en cuenta que más rápido se puede esfumar. A veces, incluso desaparece en unos pocos días. Por eso, es bueno ir conociendo a alguien poco a poco, respetando tanto nuestros tiempos como los suyos.

Evitamos correr riesgos innecesarios en la cita

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Cuando tenemos sexo en la primera cita, es posible que estemos corriendo riesgos innecesarios. La falta de conocimiento o de confianza con la otra persona puede contribuir a la transmisión de enfermedades sexuales. La razón es que, muchas personas, para no hacer sentir mal a la otra, otro de los mitos que deberíamos desterrar de la cabeza, acceder a mantener relaciones sexuales sin preservativo o sin protegerse de la forma adecuada.

Esa falta de confianza puede hacer que nuestra salud se resienta. Debido a ello, es mejor esperar un poco e ir conociendo la vida que lleva esa otra persona, su trayectoria sexual y su forma de actuar con respecto a las relaciones. Haciéndolo de forma pausada podremos tener la oportunidad de disfrutar del sexo con total tranquilidad, manteniendo nuestra salud como el valor principal.

Otra cosa a tener en cuenta es que, si nos vamos a la cama con alguien en la primera cita, desde ese primer momento estaremos compartiendo nuestra intimidad con una persona que, en realidad, no conocemos. Por ello, debemos separar los sentimientos y, si llega el momento de que los caminos se separen o si esa primera cita, a pesar del sexo, no ha terminado de convencer a una de las partes, no terminar arrepintiéndonos de haberlo hecho.