El entorno de Isabel Díaz Ayuso tiene claro que desde que llegó en 2019 como candidata y luego presidenta de la Comunidad de Madrid ha sido objetivo de numerosas campañas de descalificación y ataque, a ella y a su familia, «algo que no se ha hecho con ningún otro político».
Mongola, facha, virus, cobarde, miserable, terrorista climática… son algunos de los calificativos con los que se han referido a ella recientemente distintos líderes de la izquierda tratándola de deshumanizar, aunque ninguno haya tenido tanta repercusión como el «me gusta la fruta» que Díaz Ayuso dedicó a Pedro Sánchez.
mongola, facha, virus, cobarde, miserable, terrorista climática… son algunos calificativos
A cualquier persona esto le podría suponer un trauma emocional, pero quienes trabajan cerca de Isabel Díaz Ayuso apuntan que ella «siempre responde con trabajo, gestión, solvencia y rigor, centrada en su labor como presidenta. Y con una mayoría absoluta en las urnas y en el cariño de la gente». En resumen, que si ‘ladran, luego cabalgamos’ como dijo Goethe, aunque muchos atribuyan la frase al Quijote.
SÁNCHEZ ACUSA A AYUSO DE CORRUPCIÓN
Pedro Sánchez encendió la mecha cuando se refirió a Isabel Díaz Ayuso como la líder intelectual del PP en su debate de investidura y sacó a relucir que «la respuesta de Alberto Núñez Feijóo fue evacuar al señor Casado en un golpe de mano y echar tierra a ese caso de corrupción de la señora Ayuso», aún sabiendo que la Fiscalía europea ya había archivado la contratación de mascarillas de Tomás Díaz Ayuso.
Aquellas palabras fueron el origen del exabrupto de Isabel Díaz Ayuso desde la tribuna de invitados en el Congreso, el que tradujo como «me gusta la fruta» en la posterior sesión de control en la Asamblea de Madrid, cuando bromeó además con otros insultos recibidos como mongola o facha, que ella tradujo en «me mola» y «qué pacha».
Díaz Ayuso no se achantó y ha respondido al presidente del Gobierno en cada uno de sus polémicas acciones. «Si tan buena es la amnistía para la convivencia, ¿por qué Sánchez no se ha dado un abrazo con Puigdemont en Estrasburgo?», indicaba la líder intelectual. También hacía sus deberes enumerando con sarcasmo los grandes hitos del Gobierno de Sánchez en el comienzo de su legislatura.
LOBATO LLAMA A AYUSO VIRUS
Ayuso no sólo quedó excluida de la inauguración del AVE Madrid-Asturias, sino que se ha convertido en diana de numerosos ataques. El socialista Juan Lobato ha dicho que el problema del PP es un virus que se llama Ayuso. Tras la reforma de las leyes autonómicas Trans y LGTBI en la Comunidad de Madrid, la histórica activista Carla Antonelli, antes del PSOE y ahora de Más Madrid, aseguró que Ayuso «consuma un acto de cobardes, miserables y malas personas por la puerta de atrás».
Hasta Rocío Monasterio, que sigue tendiendo la mano a Díaz Ayuso para hacer frente al «golpe de Estado de Sánchez desde la Moncloa», acusó a Ayuso de realizar un «atropello legislativo» al querer modificar 15 leyes con «prisas y caos». «No entendemos qué prisa tiene por intervenir la radio televisión pública madrileña, la Cámara de Cuentas y el Consejo de Transparencia», indicaba la dirigente de Vox.
Ayuso también ha chocado en el último mes con el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente. En Público contaron recientemente que desde las filas del PSOE en Ferraz justifican el tipo de comunicación de Puente. Especialmente en contraposición con el PP de Madrid. «El llamado estilo Ayuso, tan maleducado como chabacano en Twitter y en cualquier otro foro, ha ido calando».
Pero es que hasta en Nochebuena y Navidad Óscar Puente se acordó de su gran rival política. Criticó en su cuenta de X con ironía tanto a Ayuso como a José Luis Martínez-Almeida. «¿17 descarrilamientos en Metro Madrid este año? Nah. No puede ser. Con lo preocupados que están por 3 en Cercanías el alcalde y la presidenta. De ser cierto esto, habríamos visto algún tuit, alguna declaración contundente. Nah. Es un error seguro», indicaba el ministro vallisoletano.
MAROTO Y EL TERRORISMO CLIMÁTICO
No ha sido el único caso donde ambos dirigentes del PP son criticados para atacar al PP de la Comunidad de Madrid. Reyes Maroto, la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, acusó tanto a Almeida como a Ayuso de realizar «terrorismo climático», durante su visita junto a vecinos y miembros del PSOE a la zona donde el Ayuntamiento talará 647 árboles para llevar a cabo las obras de ampliación de la línea 11 de Metro, que temen que sea un ‘San Fernando 2’.
A esta visita acudió con Juan Lobato y el eurodiputado César Luena, pero previamente se barajó incluso que fuera la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Al enterarse de esa posibilidad, Almeida criticó a Teresa Ribera por «sectaria y parcial». Le preguntaba si iba a visitar todas las infraestructuras y obras que hay en España donde se produce la tala de árboles o solo la va a visitar en la ciudad de Madrid y en proyectos promovidos por la Comunidad de Madrid. «Puede ir a Méndez Álvaro y comprobar las talas que va a hacer Adif». Ribera al final no fue.
Maroto dio un suspenso al alcalde de la capital acusándole de «engañar a los madrileños» y confrontar con el Gobierno de España dibujando un Almeida «más ultra, radical y totalitario, que ha perdido la cultura del diálogo y del consenso, que ha perdido el contacto con los madrileños». El portavoz del grupo municipal del PP, Carlos Izquierdo, le replicó que «el rey de la mentira es Pedro Sánchez, que ha mentido a todos los españoles y a sus votantes haciendo lo contrario de lo que dijo en campaña electoral y que está mintiendo a sus propios socios (…) y ha dinamitado esa convivencia en España».