Infrarrepresentados, mal presentados o estereotipados. La presencia de las personas mayores en los medios de comunicación es baja en relación a su peso en la sociedad y no está ajustada a su realidad. Estas son algunas de las conclusiones de un estudio realizado entre periodistas españoles especializados, publicado la revista científica internacional ‘El Profesional de la Información’.
El 91% de los periodistas consultados considera que los mayores no están suficientemente presentes en los medios en relación con su creciente posición económica y peso demográfico. Para el 85%, su imagen mediática no es ajustada a su realidad, y el 82% la ve peyorativa, paternalista o sensacionalista.
El proyecto es del profesor Hugo Aznar Gómez, director del Observatorio de Gobernanza, Transparencia y RSC de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, y Amparo Suay Madrid, doctora en Comunicación por esta universidad y docente en la Universidad Internacional de Valencia (VIU), informa la CEU UCH en un comunicado.
En concreto, el 59,7% de los periodistas cree que la información sobre los mayores no es completa, el 55,2% la ve alejada de sus preocupaciones y el 52,2% considera que no es suficientemente variada. Hasta el 70,1% piensa que las noticias relacionadas con estas personas requieren más cuidado con los estereotipos que otro tipo de informaciones. Para ellos, los medios no muestran el papel activo que tienen las personas mayores en la sociedad.
La prensa y las revistas son los medios que hacen el tratamiento más adecuado de la temática de los mayores, con el apoyo del 37,3% de los periodistas consultados. Le siguen la radio (34,3%) y los medios digitales (22,4%) y a televisión (6%).
Solo para el 7,5%, el número de programas o medios especializados en temática de mayores es suficiente, aunque más de la mitad de los periodistas (55%) cree que la imagen de los mayores que se proyecta desde los medios está cambiando a medida que aumenta su número.
«Una democracia deliberativa debe caracterizarse por el principio de justicia de participación de todos los afectados en los asuntos de su interés. En muchos ámbitos de la comunicación social, los afectados por la información o los contenidos de los medios no son debidamente tenidos en cuenta, lo que hace que su tratamiento no sea correcto o sea incompleto. Y esto es especialmente grave en el caso de que estos afectados estén además en una condición de infrarrepresentación y, por tanto, vulnerabilidad mediática, como sucede con las personas mayores», expone el profesor.
La docente también destaca la falta de estudios que analicen el tratamiento de la información relativa a los mayores en los medios, aunque todos los realizados coinciden en que aparecen infravalorados, tanto en soportes escritos como audiovisuales. Una publicación previa, como parte de su tesis sobre la presencia y temas referentes a la vejez y al envejecimiento en la radio, dirigida por los profesores de la CEU UCH Hugo Aznar y Àngels Álvarez, reflejaba ya una presencia del 4,6% de la temática referente a envejecimiento cuando el porcentaje de población mayor era del 18,2%.
MECANISMOS ÉTICOS
Ante esta situación, el 94% de los profesionales consultados consideran necesarias recomendaciones éticas para informar mejor sobre personas mayores. La respuesta es prácticamente unánime, lo que refleja una creciente receptividad por parte de los periodistas especializados hacia este tipo de contribuciones. El 53,7% también apuesta por un mecanismo como la figura del ‘ombudsman’ o defensor del receptor, específico para los temas relativos a los mayores.
La conclusión es que una participación más activa de los mayores en los medios para que puedan aportar sus puntos de vista en los temas que les atañen permitiría contribuir desde la comunicación social al nuevo paradigma del envejecimiento activo.
«En una sociedad donde la proporción de población mayor va a seguir creciendo, esta tarea se convierte en un reto fundamental e inaplazable», advierten los autores. Su trabajo se enmarca en el proyecto ‘Puente I+D+i’ del CEU-Banco Santander 2019-2020, titulado ‘Autorregulación de la comunicación’.