Ciudadanos intenta ignorar a Vox… pero Vox lo persigue con autobuses hasta Alsasua

La imagen de más de 9.000 simpatizantes de Vox congregados en el Palacio de Vistalegre el pasado 7 de octubre impactó a muchos. Pero en Ciudadanos disimularon y trataron de mostrar indiferencia.

Al día siguiente de ese acto multitudinario, tras la reunión de la Ejecutiva de Cs, José Manuel Villegas intentó sortear como pudo los intentos de los periodistas para que aclarase si el partido liderado por Santiago Abascal le parece de extrema derecha y si lo ve como un rival político.

Posteriormente, Juan Carlos Girauta, portavoz de Ciudadanos en el Congreso, terminó de dejar clara la pretensión del partido naranja: hacer como si Vox no existiera. “No nos influye en ningún sentido”, aseguró.

En esta línea ha seguido Inés Arrimadas al recordar que de momento Vox es una fuerza extraparlamentaria. Concretamente, en las elecciones generales de 2016, Abascal y los suyos recibieron unos 47.000 votos, el 0,2% del total.

La única dirigente de Cs que se ha alejado ligeramente de esa postura aséptica con Vox ha sido Melisa Rodríguez, señalando que los “extremos” no son buenos y advirtiendo del riesgo que suponen “los movimientos populistas y nacionalistas”.

Ahora desde Cs afirman que Albert Rivera no tiene contacto con Santiago Abascal, pero hace unos cinco años, poco después de la fundación de Vox, la situación era otra. Hacían gala de una buena relación, incluso se llamaban amigos, y Rivera decía que sus partidos ni siquiera eran adversarios.

La estrategia actual de Ciudadanos de ignorar a Vox no ha gustado a Abascal, decidido a hacerse notar. El que fuera diputado del PP en el Parlamento vasco ha adelantado que acudirá junto a otros miembros de su partido al próximo acto convocado por la plataforma civil impulsada por Ciudadanos, el 4 de noviembre, en la localidad navarra de Alsasua.

VARIOS AUTOBUSES DE VOX IRÁN A ALSASUA

Arrimadas ha tratado de restar importancia a la posible presencia de varios centenares de militantes de Vox, asegurando que a los actos de España Ciudadana puede asistir cualquier persona que se sienta identificada con sus valores. Habrá que ver si sigue diciendo lo mismo cuando los vea en Alsasua.

A pesar de mantener las distancias con Vox, Cs ha preferido no descartar posibles acuerdos futuros, quizá porque cree que su voto podría ser clave para la formación de gobiernos en el caso de que obtuviera representación parlamentaria.

Aunque el barómetro del CIS de octubre otorga a Vox una intención de voto de solo el 1,3%, insuficiente para entrar en el Congreso, el último sondeo de Metroscopia eleva el apoyo al 5% y lo sitúa como la quinta fuerza nacional más votada si se celebrasen ahora elecciones generales.

Según esta encuestadora, la mayoría de los votantes de Vox, el 60%, proceden del PP, pero también hay un 30% que en las anteriores elecciones eligieron la papeleta de Ciudadanos. Los de Albert Rivera son conscientes de ello y puede que por eso mantengan esta especie de entente cordiale con la formación ultraconservadora.

Saben también que, en un sector concreto del electorado, compiten directamente con Vox –población masculina y clases medias-altas–, y que ambos partidos deben en parte su éxito a su posición dura frente al independentismo catalán.

Sin embargo, en cuestiones sociales como el matrimonio homosexual o la gestación subrogada, sus posturas no pueden estar más distantes. Ciudadanos tampoco está de acuerdo con suprimir las autonomías, quitar poder a Bruselas en favor de los Estados o hacer un discurso antiinmigración.