La Fiscalía Provincial de Madrid solicita siete años de prisión para Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el ‘pequeño Nicolás’, por los delitos usurpación de funciones públicas, falsedad en documento oficial y cohecho pasivo, al tiempo que le reclama una multa que ronda los 81.000 euros.
En concreto, se le acusa de haber organizado un almuerzo con un empresario en la localidad gallega de Ribadeo al que acudió haciéndose pasar por enlace entre el Gobierno y Casa Real, para lo que tuvo que falsificar varios documentos oficiales.
Junto a él se sentarán en el banquillo de los acusados a partir del próximo lunes, el cabo de la Policía Nacional, Jorge González Hormigos, y el Policía Municipal de Torrijos (Toledo), Carlos Pérez López-Dávila, para quienes se piden cinco años y medio de prisión a cada uno.
Propuso a un empresario organizar una reunión a la que «asistiría una persona muy importante de la Casa Real
A principios del mes de agosto de 2014, según se desprende del escrito de acusación,
el ‘pequeño Nicolás’ propuso organizar una reunión a un empresario al que le hizo creer que actuaba en calidad funcionario público como un enlace entre la Vicepresidencia del Gobierno y la Casa Real.
Después de varios contactos, el 13 de agosto ambos mantuvieron un almuerzo en un restaurante de Ribadeo al que, según el acusado, «asistiría una persona muy importante de la Casa Real».
LOS PRESUNTOS COLABORADORES
Para llevar a cabo su plan, el acusado -Gómez Iglesias- había contactado previamente con Jorge González Hormigos, un policía nacional destinado en el Grupo de Escoltas y Protección, «a quien le pidió, a cambio de una gratificación por sus servicios, que le proporcionara los medios policiales necesarios para hacerse pasar por un cargo público y aparentar carácter oficial al almuerzo».
Mientras, Gómez Iglesias, identificándose siempre como enlace entre Vicepresidencia del Gobierno y Casa Real, solicitó a la Policía Municipal de Ribadeo que les acompañara en la comitiva, telefoneó al Presidente del Club Náutico para informarle de la visita de una alta personalidad de Casa Real, contrató el alquiler de cuatro vehículos con sus respectivos conductores, reservó tres mesas en el restaurante y hasta confeccionó en un ordenador personal acreditaciones del Ministerio del Interior para los vehículos.
Sobre las 5 horas del 13 de agosto la comitiva partió desde Madrid en la que Jorge González Hormigos y Carlos Pérez López-Dávila se identificaron al resto del grupo como policías que realizaban labores de escolta a una autoridad y colocaron acreditaciones oficiales del Ministerio del Interior en dos vehículos.
Ya en el restaurante el acusado fue recibido por el alcalde de Ribadeo, a quien también se presentó como enlace entre Vicepresidencia del Gobierno y Casa Real, y a continuación, dio comienzo el almuerzo con el empresario. Al término de la cita, emprendieron viaje de regreso a Madrid.