Tomás Caballero ha dejado este jueves oficialmente la presidencia de la Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT) tras casi cuatro años en el cargo y ha instado en la reunión del Patronato a que el Gobierno proceda a la mayor brevedad posible a elegir a su sustituto al frente de una institución que considera «imprescindible».
A la renuncia de Tomás Caballero, hijo del portavoz de UPN asesinado por ETA en 1998, se ha sumado la del vicepresidente de la FVT, Quico Tomás y Valiente, hijo del jurista Francisco Tomás y Valiente, asesinado en 1996 en su despacho de la Universidad Autónoma de Madrid.
Tomás Caballero fue elegido como presidente en julio de 2020, relevando en el cargo a Marimar Blanco, y previamente ocupaba el puesto de vicepresidente desde 2012.
En su despedida, según ha explicado a Europa Press, ha aprovechado para instar a los ministerios de Interior, Hacienda, Presidencia y Educación a que elijan a su sustituto «a la mayor brevedad posible», para no perjudicar el trabajo de la fundación.
Caballero ha subrayado su convicción en el papel de la FVT como «garante de la verdad, memoria, dignidad y justicia que las víctimas del terrorismo merecen», de ahí que considere a la fundación como «imprescindible».
El ya expresidente de la FVT ha señalado que el reconocimiento de las víctimas en España se sitúa en la actualidad en una «buena posición en términos comparados», aunque esto no es razón suficiente para la satisfacción de un colectivo que, aunque no es uniforme, es «garante de nuestra democracia».
Caballero seguirá vinculado al colectivo como presidente del Patronato de la Fundación que lleva el nombre de su padre, Tomás Caballero Pastor.