El Grupo Parlamentario de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid ha registrado una iniciativa para fijar la prestación mensual básica de la Renta Mínima de Inserción de la Comunidad de Madrid en 739 euros y para que se actualicen las becas comedor para que sean compatibles con el Ingreso Mínimo Vital estatal.
Actualmente, el importe varía en función del número de miembros de la unidad de convivencia y de los recursos económicos de que dispongan. Una persona que viva sola, sin otros ingresos, percibiría 400 euros al mes, dos personas 512,67 euros y tres personas 587,78 euros, hasta 950 euros, que es la cantidad máxima a percibir.
En la Proposición No de Ley (PNL), registrada por Unidas Podemos también se insta a la Comunidad de Madrid a comprometerse «a garantizar el cumplimiento de la carta social europea y del dictamen del Comité Económico y Social Europeo en su punto». Asimismo, quieren que se recuperen las líneas de ayuda de vivienda para personas en riesgo de exclusión.
En la exposición de motivos, la formación ‘morada’ ha lamentado que la Comunidad sea «la más rica y la cuarta más desigual tras Andalucía, Canarias y Castilla-La Mancha«. Pero, además, es «la que menos reduce su nivel de desigualdad vía políticas públicas», ya que es la que «menos gasta per cápita» y en porcentaje de su PIB en servicios sociales.
A la vez, la Comunidad «tiene uno de los costes de vida más elevados de España, especialmente de la vivienda, pero también de otros bienes y servicios, lo que acaba agravando la desigualdad y la exclusión entre amplias capas sociales».
A pesar de todo ello, Unidas Podemos ha criticado que la Renta Mínima de Inserción de la Comunidad sea «la que tiene una prestación mensual básica más baja de toda España, atendiendo además solo a unas 80.000 personas», como se desgrana en el Informe Renta Mínima de Inserción 2018 y alrededor de 23.787 familias.
«Por si esto fuese poco, la crisis del coronavirus ha agravado brutalmente la situación de las personas con rentas más bajas», han alertado desde la formación.
«A LA GENTE SE LO PONEN MUY DIFÍCIL»
Además, han señalado que «los perceptores de RMI no tienen opciones de teletrabajar por el tipo de trabajos o actividad económica que desempeñan, habitualmente informal, por lo que un 100% de ellos así lo indica». Por todo ello, aunque se ha disparado la necesidad de RMI, el confinamiento y la eliminación de la atención presencial, «ha hecho que el número de solicitudes medias de Rentas Mínimas de Inserción en el conjunto de marzo, abril y mayo sea inferior a la media de los meses de enero y febrero».
La diputada de Unidas Podemos Paloma García, firmante de esta iniciativa, ya comentó en sesiones plenarias y en comisiones que desde el Gobierno regional «no han ayudado ni agilizado estos trámites» desde el comienzo de la pandemia, ya que bajaron las solicitudes un 65 por ciento y en abril un 35 por ciento, «no porque la gente no lo necesite, sino porque a la gente se lo impiden y se lo ponen muy difícil para solicitarlo.