miércoles, 11 diciembre 2024

Las personas refugiadas trans no pueden cambiar su nombre en España

Las personas transexuales con estatuto de refugiadas no pueden cambiar su nombre en la documentación que lo acredita si no lo hacen antes en el país de origen, según un informe publicado este viernes 26 de junio por Accem bajo el título ‘Condiciones sociales y legales de las personas solicitantes de protección internacional y refugiadas LGTBI en España’.

Esto quiere decir, según precisa Accem, que se les reconoce como personas perseguidas por su identidad de género, pero se les exige que en ese país donde les persiguen hagan trámites para cambiar su nombre.

La investigación señala, en este sentido, que las «trabas administrativas» para cambiar el nombre que tienen en los documentos por aquel con el que se identifican son percibidas como «barreras que agudizan aún más la discriminación que sufren en la sociedad, ya que la negación de estas modificaciones afecta directamente al trato con el que se dirigen a su persona en las administraciones públicas».

«Me veo femenina o me consideran mujer dentro de lo que cabe, pero que al ver la documentación que tiene mi nombre legal, hay un choque bastante fuerte en cómo llamarme, porque hay gente que no te lo pregunta y otros que sí», comenta una mujer trans refugiada de Honduras.

Por ello, Accem recomienda en su informe que sean las Oficinas de Atención a los Refugiados las que realicen el cambio de nombre en los registros civiles como garantía para su seguridad.

ILEGAL EN 77 PAÍSES Y PENADO CON LA MUERTE EN UNA DECENA

Según señala Accem en su informe, ser lesbiana, gay, trans, bisexual o intersexual, tener una identidad no binaria, es considerado «ilegal» en 77 países del mundo y en una decena de ellos se enfrentan a penas de muerte. España es uno de los lugares donde pueden buscar refugio frente a la persecución.

Desde el 1 de enero al 31 de mayo de 2020, un total de 37.366 personas solicitaron protección internacional en España. No se dispone de datos oficiales sobre el motivo de persecución alegado en cada caso, pero sí hay constancia de un aumento «considerable» de peticiones relacionadas con orientación sexual e identidad de género, según la ONG.

Un equipo de investigadoras de Accem ha recogido testimonios de personas solicitantes de asilo, desde Camerún a Jamaica, pasando por Rusia, Mali o Colombia, así como relatos de abogadas que ayudan a preparar el procedimiento y de especialistas en psicología que les acompañan.

El informe evidencia una «falta de formación en materia LGTBI+» para que los agentes de los cuerpos de seguridad y los equipos de intérpretes realicen las entrevistas con las personas solicitantes de asilo.

Accem advierte de que, en muchos casos, hay «una mirada eurocéntrica hacia la diversidad sexo-genérica que no tiene en cuenta antecedentes culturales y normas sociales de los países de origen, ni los traumas y tabúes que han interiorizado muchas personas que buscan refugio».

SIN PALABRAS EN SU LENGUA NATIVA PARA DEFINIR QUIÉNES SON

Según indica la ONG, la «homofobia sentida» puede hacer que los solicitantes no sean capaces de definir su identidad ni la persecución sufrida. De hecho, precisa que hay lenguas nativas, por ejemplo en Somalia, donde todos los términos referidos a la homosexualidad son exclusivamente despectivos y, por tanto, no cuentan con palabras de su idioma nativo para definir quiénes son.

Ese eurocentrismo, según se desprende de la investigación, se refleja también en los juicios que se emiten sobre las formas de narrar la historia pues, según precisa, no se tiene en cuenta que no en todas las culturas se cuentan las historias de la misma forma, por ejemplo, los hitos, las fechas, o la percepción del tiempo de forma lineal no juegan en mismo peso.

«Se juzgan las formas de narración de las personas solicitantes, estableciendo como principio que, aquellos relatos sin precisión y con pocos recuerdos de las experiencias vividas que no pueden ser detallados, anulan la situación de persecución. Destaca la pretensión de considerar que en otras culturas debería resultar igual de sencillo verbalizar ciertos conceptos, cuando se conoce que puede tratarse de temas tabúes que muchas veces no llegan a expresarse específicamente, por miedo o por desconocimiento», dice el documento.

Accem también considera preciso completar las informaciones de los países de origen (conocidas como COI) que manejan las autoridades para comprender el tratamiento legal y las persecuciones que sufre el colectivo LGTBI+. En la actualidad, según indica la ONG, los COI se centran en la situación de los hombres gays.

El informe recoge además buenas prácticas de otros países que podrían aplicarse también en España. Por ejemplo, señala que en Holanda cuentan con una lista de países en los que la situación del colectivo LGTBI+ es peligrosa para elaborar mecanismos de protección generales, y en Reino Unido, pone de relieve que se ha avanzado en la transparencia de los informes que sirven para evaluar las solicitudes de asilo de personas del colectivo LGTBI+.