Alejandro Fernández ha resistido todas y cada una de las embestidas de Génova 13 para mantenerse al frente del PPC. No ha sido una labor fácil ni mucho menos tranquila, pero finalmente, la nueva cúpula de los ‘populares’ ha entrado en razón antes de continuar con la guerra fratricida.
Fernández, un orador político de los que no quedan en Cataluña, ha dado toda una lección de entereza ante los suyos, no ha tenido la necesidad de dar la orden de mantener las «prietas las filas» porque no ha hecho falta. Los más cercanos al líder de los ‘populares’ en Cataluña se han mantenido a su lado y quienes han intentado apartarle de la dirección han acabado escaldados.
No eran pocos quienes quieren a Fernández fuera de la cúpula del PPC, pero el jefe de los ‘populares’ tiene un fuerte respaldo de la militancia. Por este motivo, Génova 13 no ha fijado la fecha del Congreso del PPC para poder hacer primarias, como sí ha ocurrido en otras Comunidades Autónomas, como País Vasco.
ALEJANDRO FERNÁNDEZ, UN MURO DE CONTENCIÓN INSUPERABLE PARA GÉNOVA 13
Fernández no solo ha aceptado el envite de las presiones, sino que ha instado a la cúpula de Madrid a poner fecha a esas elecciones internas para medir realmente las fuerzas. Génova 13 se ha negado en rotundo a hacerlo ante la más que posible derrota en unas primarias frente al líder del PPC. De hecho, los ‘populares’ de la madrileña sede no encuentran un candidato de la talla de Fernández para afrontar el combate con garantías. No eran pocos los nombres aportados en esta cruzada, como la eurodiputada Dolors Montserrat; el alcalde de Castelldefels, Manu Reyes; y el concejal de Barcelona, Daniel Sirera.
Al mismo tiempo, Génova 13 ha tratado de fichar a otros satélites cercanos a la cúpula del PPC, como Dante Pérez, pero éste dejó el partido y se negó a presentar batalla contra Fernández tras los «bandazos» del PP sobre la amnistía y la negociación con Junts. La crítica del también alcalde de Gimenells retumbó en la planta noble de Génova 13 con fuerza y el eco aún continúa hoy. De hecho, la decisión fue una gran victoria para Alejandro Fernández al desquitarse de un «submarino» del ala más hostil.
GÉNOVA, SIN OPCIÓN ALGUNA CONTRA ALEJANDRO
Ninguno de ellos tiene opciones de éxito reales ante quien ha mantenido intacto su discurso para frenar al independentismo. De hecho, Génova 13 le ofreció a Fernández ser el candidato del PP por la circunscripción de Tarragona, una maniobra poco inteligente, toda vez que el líder de los ‘populares’ catalanes no se quería mover del sitio ante la experiencia vivida por los exlíderes de Ciudadanos, quienes desembarcaron en Madrid al calor de las encuestas y con el objetivo de fagocitar al PP.
La propuesta de Génova 13 pasaba por otorgar a Fernández su escaño por Tarragona, pero el jefe de filas de los ‘populares’ catalanes declinó el regalo envenenado. De hecho, respondió a la cúpula de Madrid a través de un escueto y contundente mensaje en la red social Twitter. «Me quedo en Cataluña», afirmó.
GÉNOVA 13 ADMITE LA DERROTA ANTE ALEJANDRO FERNÁNDEZ
Con esta rotunda negativa, Génova 13 afiló sus puñales de latón para iniciar un asedio contra la cúpula del PPC. Para ello, inició los contactos con Reyes, Montserrat e incluso con Pérez, quien abandonó el partido ante los bandazos dados en la estrategia contra la amnistía y defensa del Poder Judicial. El gran fiasco del ala dura de Génova 13 se hizo oficial el pasado 8 de noviembre, cuando el alcalde de Gimenells dejó al Partido Popular en la estacada con una dura crítica a la estrategia contra la amnistía.
Antes, Esteban González Pons, entonces vicesecretario de Acción Institucional del PP, se había reunido en secreto con Jordi Turull en casa de un empresario en el barcelonés y lujoso barrio de Pedralbes. La foto no vio la luz, pero enfadó notablemente al PPC, con una feroz y mordaz crítica a este tipo de acercamiento con el independentismo. Fernández no necesita adversarios cuando el fuego viene directamente del arma del ‘amigo’.
Todo cambió con la manifestación contra la amnistía en Barcelona el pasado 8 de octubre
Aún así, Fernández aguantó todo tipo de presiones y ninguneos. La estrategia de Génova pasó por apartarle de todo acto institucional con Feijóo durante la campaña electoral, tampoco asistió ningún dirigente a conferencias que ofreció Fernández en Barcelona, ni fue invitado a actos institucionales para promover candidatos. Lejos de tomarse la revancha, Fernández continuó movilizando a sus votantes y afiliados, incentivando el voto y obtener el mejor resultado posible, como finalmente pasó el 23-J. Con seis escaños en el Congreso, el triple respecto a hace cuatro años, y superando en votos a ERC y Junts por separado.
Todo un logro. Pero Génova 13 quería más, como mínimo la cabeza de Fernández servida en bandeja de plata. No obstante, todo cambió con la manifestación contra la amnistía en Barcelona el pasado 8 de octubre. Por primera vez en meses, Alejandro Fernández y Alberto Núñez Feijóo aparecieron juntos para hacer valoraciones ante la prensa, en aquel desembarco de Génova también estuvo Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid.
GÉNOVA 13 SALE CON LA LECCIÓN APRENDIDA
A partir de ese momento, la llama de Génova 13 comenzó a apagarse por completo hasta el punto de mantener una relación más fluida dentro de la negociación para las primarias del PPC. Todo apunta ahora a una lista consensuada, más tras el ascenso de Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz adjunta en el Congreso, tras ser desterrada a la última fila durante la presidencia ‘popular’ de Pablo Casado, a pesar de ser la número uno de Barcelona.
La vuelta de Álvarez de Toledo es una muestra de la buena sintonía entre Génova 13 y el PPC. Eso sí, según las fuentes consultadas, la decisión de rescatar del ostracismo a la que fuera portavoz es de Tellado y Feijóo, sin injerencias o exigencias de Fernández o su equipo.
La subida de quien fue número uno en las listas por Barcelona y número seis por Madrid, tres puestos por debajo de Borja Sémper, quien se ha quedado sin voz en el Congreso de los Diputados, epicentro del combate político en esta legislatura. Feijóo prefirió dar la portavocía del partido al número tres de las listas por Madrid antes que darle micrófonos en la Cámara Baja.
Con todo, Alejandro Fernández se mantendrá al frente y se espera un puesto importante para Manu Reyes, según fuentes consultadas, aunque el alcalde de Castelldefels prefiere mantener el control de la provincia de Barcelona y aparcar toda diferencia. Las críticas a Fernández se centran en la gestión, pero todos los consultados coinciden en su oratoria y liderazgo para mantener la unidad ‘popular’ de cara a los próximos comicios autonómicos.