Pablo Iglesias abre campo en los negocios tras dos años y medio fuera de la política. El exlíder de Podemos y exvicepresidente del Gobierno ha pasado de escribir artículos de opinión y montar su propio medio de comunicación, Canal Red, a continuar atrayendo a sus adeptos con un restaurante «sólo para rojos».
La idea de implantar un establecimiento de hostelería ligada con un medio de comunicación no es nueva, ni mucho menos. Son varias las empresas del sector que tienen su propio lugar de encuentro, pero con Canal Red será distinto.
Mientras todos los bares tienen reservado el derecho de admisión, generalmente por edad o por aforo, Pablo Iglesias se muestra desafiante al asegurar que cruzaría los límites legales al establecer la exclusión por ideología. La Carta Magna establece que «los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social».
PABLO IGLESIAS Y SU BAR PARA TOMAR CERVEZAS
De ser cierto que el bar excluyera a personas de ideologías diferentes a los «rojos», el exvicepresidente del Gobierno podría estar incumpliendo la ley, al tiempo que alimenta un discurso de odio contra quien piensa diferente. Y es que, si en algo es un experto el exlíder de Podemos alienta la confrontación, el conmigo y contra mí de tiempos pasados y que tanto gusta rememorar.
Iglesias ha confirmado el rumor que corre entre los mentideros sobre montar un restaurante para rojos en su propio canal y a preguntas del periodista Willy Veleta. «¿Es cierto el rumor que corre que vas a montar un restaurante para ‘rojos’?», le ha cuestionado. «Es completamente cierto», le ha respondido.
«Vamos a montar un restaurante, un bar-restaurante», ha reafirmado el ‘morado’ y líder en la sombra de Podemos. «Vamos a montar un sitio donde podamos ir nosotros a tomar cervezas. Va a ser una cosa viejuna, donde podamos hacer los guisos que a nosotros nos gustan», ha señalado. «La cosa es el nombre, que seguimos discutiendo cómo se puede llamar», ha comentado el expolítico.
La cosa es el nombre, que seguimos discutiendo cómo se puede llamar
Los nombres aportados a la causa de Iglesias, que engordará las arcas municipales por los pagos de tasas y tributos municipales y autonómicos, son de lo más variopinto. Algunos de ellos son fruto del ingenio, como el ‘Chef Guevara‘, otros son algo más normales, como ‘Unidas Comemos‘. Para darle su toque anglosajón, el ‘Red-Taurante’, triunfa entre los usuarios.
Eso sí, Iglesias se acuerda de las protestas en Ferraz contra la amnistía. «Tendremos que ponerle vallas para que los fachas no nos lo quemen», ha ironizado. En esa misma línea y en tono bromista, apunta que a «algún sitio tendrán que ir los pobres de Bildu para salir por las noches. Esos gastan mucho dinero».
DURAS CRÍTICAS DE PABLO IGLESIAS A SUMAR
Con estas salidas podrían financiar el restaurante, pero el sacrificio que conlleva es elevado para quien conoce la restauración como medio de vida. Son numerosos sacrificios y horarios extenuantes para poder mantener la actividad.
Por otro lado, Iglesias ha vuelto a alertar sobre la estrategia del PSOE con la izquierda, como Podemos y Sumar. A su juicio, la expulsión de expulsar a Ione Belarra e Irene Montero del Gobierno es una estrategia del PSOE para eliminarles políticamente del país.
Además, ha insistido en la crítica a Yolanda Díaz, líder de Sumar, al señalar que se ha supeditado al PSOE. En este sentido, ha señalado que ambas formaciones forman parte del «bloque centrista», mientras que Iglesias muestra su lado ‘frentista’ con su bar y sus exclusiones.
IGLESIAS MANDA AÚN EN EL CHIRINGUITO MORADO
Y es que, el propio Pablo Iglesias se mostró reacio a mantener a Podemos dentro de Sumar. La consulta de Podemos sobre los acuerdos de investidura, cuyos resultados dio Canal Red en exclusiva, tenía como objetivo dar un toque de atención al PSOE y Sumar, una muestra de que sus cinco escaños son decisivos en todas y cada una de las votaciones.
En la cúpula, de hecho, corría la estrategia de votar en contra de la investidura de Pedro Sánchez, pero finalmente han optado por apostar por el sí al ser conocedores de lo que piden las bases de la formación. Además, otra de las grandes metas era mostrar las carencias de Sumar, cuya democracia interna ni está ni se la espera. Los de Yolanda Díaz no hacen primarias ni consultas, sino que optan por el ordeno y mando.
