José Manuel Albares quiere que una de sus primeras acciones sea dejar zanjado el problema e las relaciones con Gibraltar. Ha llevado una propuesta al recién estrenado David Cameron en el ministerio de Exteriores Británico de la que está convencido saldrá pronto un acuerdo. Aunque no lo ve igual el ministro principal del Peñón, Fabian Picardo, quien ya le ha contestado que se trata de una «propuesta de ciencia ficción».
Albares asegura que solo quedan «flecos» para cerrar el acuerdo con Reino Unido. Su encuentro con Cameron en una reunión paralela a un encuentro ministerial de la OTAN en Bruselas, terminó con una primera conclusión, la misma que se ha requerido en todos los anteriores intentos: «el acuerdo necesita voluntad política», en palabras del propio ministro de Exteriores español, quien no se ha atrevido a fijar ni una fecha por aproximación de cuándo se firmará, si es que se firma.
Como siempre, la última palabra la tiene Reino Unido, aunque Albares ya ha explicado a Cameron (este lunes por teléfono) que o firma el acuerdo o se aplica la legislación europea. El ministro español insiste en que lo que ha puesto España sobre la mesa es una fórmula de «prosperidad compartida» entre el Peñón y el Campo de Gibraltar. La alternativa es establecer una frontera lo más rígida posible.
No parece que España vaya a moverse de su última propuesta, que Albares considera «equilibrada y generosa» y que incorpora todo lo posible porque el acuerdo se pueda cerrar. El documento fue presentado por el Gobierno español antes de las elecciones del 23J, y Albares lo ha reactivado coincidiendo con el nombramiento de David Cameron como ministro de Exteriores británico.
ALBARES RECONOCE QUE EL PROBLEMA ES EL USO CONJUNTO DEL AEROPUERTO
Los ‘flecos’ a los que se refiere el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación español es el uso conjunto del aeropuerto de Gibraltar, con el que se buscará la puesta en común también entre la Unión Europea y el Peñón. Además, todavía no hay aproximaciones en qué país se va a encargar del control fronterizo entre el Peñón y La Línea de la Concepción.
El optimismo de Albares contrasta con la percepción que se tiene en Gibraltar del documento español. Recuerdan que en el momento del Brexit, Gibraltar quedó excluido de los acuerdos entre la UE y Reino Unido. Los motivos políticos, económicos y hasta históricos son la línea roja que ponen en el Peñón. Pero para las autoridades gibraltareñas interpretan que lo que pretende España es «una especie de venganza». Recuerdan que España «le costó sangre» ingresar en la Comunidad Económica Europea ante las exigencias del Gobierno británico en 1986. Entonces se buscó reequilibrar la descompensación que había supuesto el ingreso de España.
Las autoridades gibraltareñas acusan a España de querer introducir la soberanía en lo que llama «zona de prosperidad compartida»
Con el acuerdo del Brexit, España y Reino Unido pactaron evitar los estrictos controles en la frontera. el texto contenía las directrices para cerrar un tratado entre la Comisión Europea y Reino Unido sobre Gibraltar. Siempre se consideró como una solución temporal.
Y tras los cantos de sirena de Albares sobre lo posibilista que es el acuerdo, las autoridades de Gibraltar consideran que el acuerdo es «ciencia ficción», ya que aseguran que nadie lo ha visto. A lo que agregan que el acuerdo sería posible si España no se empeñara «ahora» en volver a introducir en el documento el tema de la soberanía que, inicialmente, había quedado aparcado.
ESPAÑA SE QUEDARÍA CON EL CONTROL DEL AEROPUERTO DE GIBRALTAR DESPUÉS DE CUATRO AÑOS
La propuesta de los gibraltareños es que se externalice la frontera Shengen al puerto y aeropuerto gibraltareños. El problema es que el aeropuerto de Gibraltar está construido en un lugar no incluido en el Tratado de Utrecht firmado en el siglo XVIII. No fue hasta un siglo después cuando los británicos se hicieron con esas tierras después de que unas epidemias obligaran a desplazar a la población. Es en este último ‘movimiento’ donde España se acoge en su argumento a que la gestión del aeropuerto sea conjunta.
Gibraltar se apropió un siglo después del Tratado de Utrech de las tierras donde está ubicado el aeropuerto objeto de disputa
Para evitar conflictos, España ha propuesto que la Agencia de Guardia de Fronteras y Costas de la UE (Frontex) realice inspecciones durante los cuatro años siguientes a la firma del acuerdo, después de los cuales serían los agentes españoles los que asumirían el control del aeropuerto. Y este último extremo los gibraltareños no están dispuestos a aceptarlo bajo ningún concepto.
Asimismo las autoridades de Gibraltar califican de «eufemismo» la zona de prosperidad compartida de la que habla el documento español, cuando en el trasfondo se encuentra un enfrentamiento de tres siglos como es el de la soberanía. El gobernador del Peñón, David Stell, calificó esta aspiración española de «intolerable».
Pero España también tiene sus objeciones. Albares quiere cerrar un convenio en materia de seguridad y defensa que España con Reino Unido, dejando la cooperación militar estrictamente al ámbito de la OTAN, ya que ambos países pertenecen a la organización.