El PNV ha comunicado a Íñigo Urkullu que no repetirá como candidato a Lehendakari en las próximas elecciones autonómicas vascas al considerar que era necesario «apostar por un cambio de ciclo». La noticia, adelantada por El Correo y confirmada por MONCLOA de fuentes de la formación liderada por Andoni Ortuzar, pone de manifiesto la nueva estrategia del PNV de cara a las elecciones vascas.
Los sondeos hasta ahora no arrojan buenas noticias para los «nuevos progresistas», cuando en la época de Javier Atuxa y Xavier Arzalluz se denominaba a la formación ‘Partido Nacional Vaticanista’, por su afinidad con la Iglesia Católica, especialmente con la vasca.
El PNV se ha desinflado y disuelto como un azucarillo desde las pasadas elecciones municipales del 28-M y tras las generales del 23-J. Los vascos han perdido gran parte de su electorado, mientras Bildu, con las declaraciones ambiguas de Arnaldo Otegi sobre su posible candidatura, toma fuerza tras su pacto con los socialistas, un acuerdo del que no se ha dado a conocer ni una coma.
EL PACTO CON LA HOZ Y EL MARTILLO SIEGA A URKULLU
Los vascos corren serio riesgo de acabar como Ciudadanos tras entregar la investidura a Pedro Sánchez con un pacto que no fija concreción alguna, ni tampoco inversiones de calado. Tan sólo promesas, como las realizadas también a Cataluña. Pero a los políticos vascos y su cambio de «tractor por la hoz y el martillo», como apuntó Alberto Núñez Feijóo en la sesión de investidura de Pedro Sánchez, se les puede engañar cuantas veces sean necesarias; a los votantes es otro cantar. Y es que, el PP se erige ahora como la fuerza conservadora y de derechas, sin remilgos ni traiciones.
Así las cosas, los ‘jeltzales‘ ven las orejas al lobo de cara a las elecciones vascas, con malas encuestas que han puesto de relieve el alejamiento de sus votantes por el acercamiento al PSOE. Y es que, para qué depositar una papeleta a favor de la copia, cuando hay dos opciones originales: el PSOE y Bildu.
Los herederos de ETA y la izquierda abertzale tendrían 27 escaños en el Parlamento vasco, dos más que el PNV. Los primeros recogerían seis escaños, los mismos que pierden los de ‘peneuvistas’, una caída libre que pone de manifiesto la desastrosa estrategia llevada a cabo en el Congreso de los Diputados, donde se ha escogido la opción de Pedro Sánchez y sus subidas de impuestos, olvidándose de su empresariado y sector más conservador.
De confirmarse estos resultados en las elecciones vascas del próximo año, los de Urkullu y Ortuzar obtendrían su peor resultado desde 1998, es decir, la última etapa de José Antonio Ardanza. No es la primera vez que el PNV impide a un lehendakari presentarse a la reelección. Ocurrió con Carlos Garaikoetxea en 1986, a quien le quitaron las ganas de convertir las Diputaciones Forales en instituciones sin demasiadas competencias. Poco después, creó Eusko Alkartasuna para competir con sus excompañeros. «De aquella ruptura aún no se ha respuesto el PNV», destacan las fuentes consultadas.
ITXASO ATUTXA GANA PESO PARA SUSTITUIR A URKULLU
El PNV, además, dictaminará el próximo lunes, 27 de noviembre, la organización para el nuevo cambio. El nombre de Itxaso Atutxa gana enteros, más después de la insinuación de Ortuzar esta misma semana, al asegurar que una mujer podría revelar a Urkullu.
Las relaciones entre Ortuzar y Urkullu no atraviesan por la mejor época. El actual lehendakari ha perdido el favor en un momento crucial, previsiblemente a tan solo cuatro meses de las elecciones autonómicas. Será el actual lehendakari quien escoja el día para los comicios, pero se espera que se adelanten a marzo, tres meses antes de las europeas.
Por otro lado, Urkullu se enfrenta ahora a un problema añadido. Y es que, el PNV se ha convertido en una muleta del PSOE y Sumar, pero alejándose cada vez más de los ‘populares’ de Feijóo, hasta el punto de romper numerosos puentes, por no decir todos y cada uno de ellos. El peso del PNV a nivel estatal es ya mínimo, pero es suficiente para hacerse notar. De hecho, su pacto se presentó con discreción y no hubo celebración, como sí en Junts, tras el acuerdo. Tanto Atutxa como Urkullu gobiernan cómodos con el PSOE vasco en la Diputación, Bilbao y el gobierno autonómico.
RESQUEMOR EN EL PNV POR UNA EXCLUSIVA EN UN DIARIO ESPAÑOLISTA
El resquemor en el PNV por la noticia es de tal calibre que no ha confirmado ni desmentido la información una vez publicada. Así, ha esperado unas cuantas horas para comunicar el cambio de Urkullu, pero sin iniciar el proceso interno para designar las candidaturas. La cúpula trasladó este jueves este «cambio de ciclo» al actual presidente del País Vasco ante la amenaza de Bildu.
También ha producido urticaria en los jetzales el hecho de que sea un diario «españolista» como el Correo quien haya anunciado la sustitución de Urkullu, cuando los satélites mediáticos del PNV son numerosos. «Se la querían guardar para ellos y el hermetismo es clave», señalan las mismas fuentes. Que haya sido un medio fuera de la cuerda del nacionalismo vasco muestra el peso de las editoriales en la Comunidad Autónoma. Habrá que esperar ahora qué camino sigue el PNV, pero todo apunta que van a dar la batalla por el feminismo, un terreno en el que Bildu se mueve como pez en el agua.