Lunes, seis de la madrugada, suena la alarma. Automáticamente le das al botón de posponer y te quedas en la cama «cinco minutos más». O puede que seas de estas personas que tienen programadas 10 alarmas con intervalos de 5 minutos. Aunque es una costumbre bastante habitual entre los que no tenemos más remedio que madrugar, los expertos coinciden en que posponer la alarma no asegura un mejor descanso. Y todavía hay mucho que desconocemos sobre los efectos reales de esta práctica.
1CINCO MINUTOS MÁS
Aunque dormir más suele ser beneficioso, el sueño es un proceso biológico más complejo de lo que parece, dado que el cerebro es el órgano encargado de este proceso. El sueño no es un estado binario de estar dormido o despierto; durante el reposo, experimentamos varias fases.
En el ciclo de sueño, completamos cuatro fases, que incluyen una fase REM (movimiento rápido de los ojos) y tres fases progresivamente más profundas. La duración e intensidad de estos ciclos pueden variar a lo largo del sueño y difieren entre individuos.