La secuencia suele seguir un patrón familiar: nos preparamos para dormir, nos acostamos en la cama e intentamos conciliar el sueño. No obstante, en lugar de encontrar tranquilidad, la mente se agita con pensamientos negativos, a menudo tumultuosos y angustiantes. Amplificamos nuestras preocupaciones, percibimos problemas sin solución, y al fina dormirse resulta casi una tarea imposible.
1RUMIACIONES NOCTURNAS
Seguro que te ha pasado, nos pasa a todos, incluso circulan por la red un montón de memes que tratan de quitarle importancia a este fenómeno. Reírse está bien pero podemos hacer mucho más para controlar a nuestro cerebro y evitar que vague libremente por terrenos que nos inquietan.
¿Por qué estos pensamientos nos asaltan específicamente durante la noche? ¿Es posible manejar la mente y controlar las preocupaciones? En el ámbito de la neurología, se señalan diversos modelos que explican el insomnio, abordando factores de vulnerabilidad, desencadenantes y perpetuantes.