Aunque la tos no se limita a los meses de otoño e invierno, suele estar vinculada con gripes y resfriados, siendo más común en climas fríos que en el verano. No obstante, es importante reconocer que la tos no solo responde a la presencia de mucosidad; también es la forma del cuerpo de expulsar objetos extraños en la garganta. De hecho, según su origen, se pueden identificar tipos distintos de tos, como la seca, productiva, seca falsa, crónica o psicógena.
En este artículo, nos enfocaremos en cómo aliviar la tos a través de la alimentación, más allá de comprender su naturaleza u origen. La tos es un proceso natural que puede resultar realmente molesto y afectar notablemente a nuestra calidad de vida, al menos durante unos días. Por eso te vamos a mostrar algunos alimentos que pueden ayudar a calmarla, así como aquellos que podrían agravarla y aumentar las secreciones.
1LA MIEL ALIVIA, PERO NO ES LA ÚNICA
Indudablemente, la miel es ampliamente considerada como uno de los remedios más efectivos para la tos, respaldado tanto por la ciencia como por la tradición. Sus propiedades antioxidantes y antimicrobianas son destacables, y su efecto suavizante ayuda a aliviar la irritación de la garganta, mejorando la expulsión de la tos. Pero además de la miel, hay otros alimentos como cebolla, el limón y el jengibre que también se destacan por su poder antitusígeno.