Pedro Sánchez ha iniciado la nueva legislatura con un viaje internacional a Israel y Palestina. Este jueves, el presidente del Gobierno se reunirá con Netanyahu, al igual que ya han hecho una docena de líderes europeos. Sin embargo, la corriente de Pedro Sánchez dista de la de otros políticos de la Unión Europea, ya que no visitará el kibuts atacado por Hamas y comunicará al primer ministro israelí que España reconocerá al Estado de Palestina. Una línea que no ha gustado en Europa.
El conflicto entre Israel y Palestina ha separado al mundo entero. El posicionamiento de los agentes internacionales y de los diferentes Estados varía según sus propios intereses. Mientras que EEUU es el principal aliado de Benjamín Netanyahu, Hamas cuenta con el apoyo de países musulmanes como son Irán, Siria o Argelia.
La Unión Europea, por su parte, otra vez navega entre las contradicciones. Mientras muestra un claro apoyo a Israel, ya que es el principal socio del país hebreo, también es un sostén fundamental de Palestina, al ser uno de los principales emisores de ayuda humanitaria de la conocida como ‘la mayor cárcel a cielo abierto del mundo’, que es la Franja de Gaza. Sin embargo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha dado su apoyo incondicional a Israel, pero también le ha reclamado el cumplimiento del derecho internacional.
SÁNCHEZ, LA RESISTENCIA DE PALESTINA EN EUROPA
Pedro Sánchez anunció el miércoles 15 de noviembre que el nuevo Gobierno de España trabajará a nivel nacional y dentro de Europa para «reconocer el Estado de Palestina». Pocos días después, La Moncloa informó que el presidente del Ejecutivo viajaría a Israel y Palestina este jueves 23 de noviembre, pero que no visitaría el kibub atacado por Hamás y que trasladaría a Netanyahu su intención de reconocer a Palestino como Estado.
Durante el debate de su investidura, Pedro Sánchez aseguró que este reconocimiento y esfuerzo diplomático es el «primer compromiso de esta legislatura». Además, agregó que la comunidad internacional debe reconocer el Estado palestino porque es una «solución» que ha sido «justamente exigida» durante mucho tiempo por el pueblo de esas tierras.
Sánchez también pidió un alto al fuego inmediato en Gaza, el cumplimiento estricto del derecho humanitario y que las autoridades israelíes permitan que la ayuda internacional llegue a la población asediada.
Esta estrategia nacional está ligada a la posición de su nuevo socio de Gobierno, Sumar, quien califica de «genocidio» los ataques de Israel en la Franja de Gaza y que votaron en la Eurocámara en contra de reconocer el derecho a defenderse de Israel con los votos de Ernest Urtasun y Sira Rego, ahora ministros de Cultura y de Juventud e Infancia de España.
EUROPA PROHIBE A SÁNCHEZ QUE HABLE POR ELLOS
El viaje de Pedro Sánchez a Israel comparte las mismas características que los de otros dirigentes europeos. Sin embargo, esta visita estará en el punto de mira porque en Bruselas no ha pasado inadvertido que sus socios de Sumar se han alejado de las consignas oficiales evitando calificar a Hamás de grupo terrorista, acusando al Estado judío de planificar un «genocidio» contra el pueblo palestino y pidiendo que España -a cargo de la presidencia de turno de la UE- lidere una respuesta de condena de los ataques israelíes.
Europa no quiere que Pedro Sánchez «haga declaraciones en nombre de los veintisiete»
Por eso, fuentes europeas han confirmado a Moncloa.com que Europa no quiere que Pedro Sánchez «haga declaraciones en nombre de los veintisiete» a Netanyahu. Aunque desde la perspectiva internacional, se comprende que Sánchez haga afirmaciones a favor de Palestina como presidente de España, no tiene permitido hacer afirmaciones relacionadas con políticas exteriores comunitarias.
LA UE, NAVEGANDO EN LA CONTRADICCIÓN
La situación actual entre Israel y Palestina ha devuelto las contradicciones y los desacuerdos a la Unión Europea. Mientras que con el conflicto entre Ucrania y Rusia, todos los Estados compartieron una posición a favor del país de Zelenski, en este conflicto no ha ocurrido lo mismo. Mientras que la versión oficial es que la Unión Europea apoya a Israel, cada Estado tiene su propia opinión y está costando llegar a acuerdos entre los europarlamentarios.
La última controversia fue la última resolución aprobada en la Eurocámara en la que se rechazó la enmienda de «un alto al fuego», pero sí salió adelante la solicitud de «una pausa humanitaria». Este texto fue aprobado por una amplia mayoría, en la que están los socialistas europeos, y condena el «despreciable» ataque de Hamás a la vez que reconoce el derecho de Israel a la autodefensa dentro de los márgenes del Derecho Internacional.
Esta resolución elude hablar de violaciones de la legalidad internacional por parte de Israel o exigir el fin del asedio a la Franja de Gaza, pero sí señala a Hamás por tener rehenes, lo que recuerda que supone «un crimen de guerra». Sin embargo, el alto representante, Josep Borrell, quiso señalar a Israel y, aunque no haya previstas sanciones contra Netanyahu, sí afirmó que «privar de suministro básico de agua a una comunidad humana bajo asedio es contrario al derecho internacional. En Ucrania y en Gaza».
Así, el viaje de Pedro Sánchez y su corriente pro Palestina se distancia tanto de la Comisión Europea como de los socialistas europeos y se aproxima a la de sus socios de Gobierno, desafiando así a la corriente oficial interpuesta por las declaraciones de Úrsula von der Leyer.
