El Gobierno asume que no podrá hacer efectivo «a corto plazo» el «traslado masivo» a España de presos españoles que cumplen condena en cárceles de Perú, un plan que estaba acordado con las autoridades peruanas y con Interpol España y que quedó interrumpido por la pandemia de coronavirus.
Se trata de unos 40 presos que tienen ya aprobado el traslado. Aunque inicialmente el Gobierno confiaba en poder retomarlo a partir del mes de junio, ahora admite que la pandemia «ha roto a corto plazo cualquier posibilidad de gestión de traslados en estas fechas», tanto «por el confinamiento y la imposibilidad de visitar a los presos en las cárceles, sino porque el espacio aéreo peruano permanece cerrado», en una respuesta parlamentaria.
Si finalmente se hace efectivo, será el cuarto traslado masivo de presos españoles desde Perú, un país que llegó a tener más de 300 reclusos españoles en 2016. A finales de febrero de 2020 quedaban 57 españoles en cárceles peruanas. En todo caso, el Gobierno asegura que el cónsul español en Lima está sigue impulsando todos los expedientes.
Perú se ha convertido en el tercer país de América por número absoluto de casos de coronavirus, tras Estados Unidos y Brasil, con una incidencia acumulada en los últimos 14 días de 190 casos por cada 100.000 habitantes, solo por detrás de Chile y Brasil.
Desde que comenzó la pandemia, el Consulado español en Lima ha repartido entre los presos 37 ‘kits de ayuda’, formado cada uno por 18 kilos de víveres (pasta, arroz, pan, verdura, fruta, agua y leche), productos de aseo personal y de primera necesidad, así comoparacetamol (y otras medicinas), mascarillas y guantes.
A algunos internos se les ha podido visitar, mientras que a otros no ha sido posible, por lo que se ha recabado información de las autoridades penitenciarias sobre su estado de salud.
La imposibilidad de que el personal de los Consulados visite a los presos se repite en otros países. En Argentina está prohibido así que los cinco Consulados Generales españoles tratan de contactar telefónicamente con los detenidos, a veces sin éxito. En esos casos se recurre a la Mesa Consular -la vía convencional de correspondencia con las instituciones penitenciarias- pidiendoinformación sobre el estado de los detenidos.
En respuesta a una pregunta el PP, el Gobierno asegura que las oficinas consulares «llaman frecuentemente a las autoridades penitenciarias interesándose por la salud de los detenidos españoles y pidiéndoles que adopten medidas para separarles del resto de lospresos, como medida precautoria». Eso sí, esta decisión depende de la competencia soberana del Estado en el que el preso se encuentra encarcelado.
CASI 1.000 DETENIDOS EN EL EXTRANJERO
Según datos del pasado 31 de enero, hay 946 ciudadanos españoles detenidos en el extranjero, 831 varones y 115 mujeres. De ellos, 572 fueron arrestados por tráfico de drogas. De los 946 detenidos, 522 están cumpliendo condena, un requisito imprescindible para pedir el traslado a España. En esa misma fecha habían solicitado su traslado a España 117 personas.
En Perú, la práctica totalidad de los presos españoles en Perú lo son por tráfico de drogas. Según advierte la web del Consulado español en Lima, en el país está terminantemente prohibida la tenencia, consumo o tráfico de estupefacientes, incluida la marihuana.
Las penas impuestas por tráfico oscilan entre 8 y 15 años de prisión si el delito se realiza de forma individual, y entre 15 y 25 años si el traficante es considerado como miembro de una banda. La pena alcanza la cadena perpetua si el procesado es dirigente de una banda que se vale del narcotráfico para financiar delitos de terrorismo.