El PSOE tiene únicamente el Consejo de Ministros como herramienta para coartar la libertad fiscal de Madrid, presidida por Isabel Díaz Ayuso, mientras dará pasos hacia el cupo catalán y otorgar a la comunidad presidida por Pere Aragonès (ERC) un mayor autogobierno. Los primeros pasos dados en este sentido se han centrado en la ‘armonización’ del Impuesto de Patrimonio y a las grandes fortunas, cuyo fin no es otro que eliminar la bonificación tributaria de la Comunidad de Madrid. De esta forma, Ayuso no ha podido frenar el hachazo fiscal para quienes tengan un patrimonio neto superior a los tres millones de euros.
El próximo paso del PSOE es atar en corto a las Comunidades Autónomas que obtienen financiación del Estado, un chantaje en toda regla para aceptar las medidas del Gobierno a cambio de fondos públicos. De nuevo, Madrid vuelve a estar en el objetivo del Ejecutivo al exigir un mayor nivel de «corresponsabilidad política», tal y como ha afirmado Juan Lobato, líder del PSOE en la Asamblea de Madrid.
El fin último es tener un control sobre el dinero tributado por ciudadanos y empresas a las arcas autonómicas, un montante del que el Gobierno no gestiona ni un céntimo, pero que ahora pretende hacerlo con el fin de poder lanzar un ataque sin precedentes a las competencias autonómicas. En primer lugar, Lobato disfraza esta coacción como un «apoyo» a las medidas del Ejecutivo, pero a cambio exigirán a las autonomías cumplir con sus mandatos.
LA RUPTURA DEL SISTEMA DE FINANCIACIÓN, CLAVE PARA ERC Y JUNTS
Cabe recordar que varios ministros del Gobierno no tienen competencia alguna a la hora de iniciar propuestas, como Sanidad, sin capacidad para desarrollar un plan de construcción de hospitales o leyes que reduzcan las listas de espera, especialmente en Cataluña. Al mismo tiempo, otras carteras, como Juventud e Infancia, también tienen muy limitada su actuación al no tener ni una sola competencia.
Pero el PSOE hará hacer valer su peso en La Moncloa para atenazar a las Comunidades Autónomas, especialmente las «rebeldes» del PP, mientras pondrá una alfombra roja al País Vasco y Cataluña, con un sistema de financiación para ERC, Junts y PNV.
Para este mecanismo, el PSOE cruza la línea roja al instaurar la financiación finalista. Es decir, otorgar fondos para cubrir las necesidades escogidas desde La Moncloa, sin que las CC AA puedan hacer nada. En caso de no aceptar el chantaje, las propias regiones se quedarán sin los fondos que legítimamente les corresponde. Se cambia así el tablero y las reglas del juego con una partida empezada desde hace décadas, todo ello sin diálogo ni consenso. Y es que, el PSOE-M se ha tomado muy en serio las palabras de Pedro Sánchez en su sesión de investidura. El Estado actuará «con toda su fuerza» contra los pactos entre PP y Vox, erigiéndose como un «muro de democracia» contra la «derecha reaccionaria».
Lobato hizo referencia a transferencias extraordinarias, pero es la vía perfecta para socavar la independencia fiscal de las autonomías, donde Madrid se ha convertido en el ejemplo a seguir con sucesivas bajadas de impuestos, deflactación del IRPF y un área de prosperidad económica, al contrario de otras regiones, como Cataluña, que han pedido la asistencia financiera del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) mientras negocia quitas para rebajar el pago de intereses.
EL PSOE Y PEDRO SÁNCHEZ LIMITARÁN LOS FONDOS SI NO SE OBEDECE
Con estas exigencias, el Gobierno autonómico de Ayuso tendría limitada la realización de los Presupuestos, mientras el Gobierno esquiva su control presupuestario ante el Congreso, a pesar de estar conformado desde este lunes. El primer pleno se celebrará el próximo 12 de diciembre, mientras se inhabilita todo el mes de enero.
La medida publicitada por Lobato entraña un oscuro panorama para las Comunidades Autónomas gobernadas por el PP, once de 17, mientras permitirá todo tipo de gastos para PNV, Navarra y Cataluña. Y es que, los socios de legislatura e investidura son intocables. Lo avisaron ERC y Junts, así como el PNV, durante sus discursos de investidura. Los vascos no permitirán que les toquen su sistema fiscal, mientras los catalanes tienen la lupa puesta sobre todos los movimientos del PSOE en La Moncloa ante la desconfianza que les genera las palabras de Pedro Sánchez.
Con este sistema, el PSOE pondrá contra las cuerdas al Gobierno de Ayuso con limitaciones y condiciones a la hora de gastar. El objetivo del Gobierno de Pedro Sánchez es imponer un mayor gasto a las CC AA para incrementar el PIB y realizar un maquillaje en las cuentas públicas, especialmente en la deuda y el déficit, en un momento en el que la estanflación podría sumarse a la recesión en ciernes. De esta forma, se está siguiendo la teoría keynesiana, que solo es válida en momentos de bonanza económica, como se ha visto en la crisis de 2008.
EL PSOE PREPARA LA INVASIÓN DE COMPETENCIAS
Si las comunidades autónomas no se pliegan a los designios de Pedro Sánchez, verán mermadas las partidas y, por tanto, provocará ajustes presupuestarios. Una maniobra que se utilizará después para denunciar los temidos recortes desde los micrófonos del Consejo de Ministros.
Así, las partidas de Sanidad, Servicios Sociales, Educación, e incluso Justicia se verán afectadas. El Gobierno de Ayuso ya está actuando ante esta propuesta invasora de La Moncloa, supeditando el gasto a las necesidades reales de la Comunidad Autónoma y no a las nuevas exigencias del Ejecutivo. Por ejemplo, en Justicia se estudia la dimensión de la plantilla junto con la convocatoria de ofertas de empleo público con el fin de no sobredimensionar o quedarse cortos.
La estrategia del PSOE de Pedro Sánchez es crear puestos de funcionarios, tal y como ha hecho la legislatura pasada, para continuar engordando el gasto público, pero que esta vez sean las Comunidades quienes asuman el coste. Lo mismo ocurrirá con las plazas del MIR en Sanidad, según apuntan diversas fuentes consultadas.
De esta forma, el Gobierno de Ayuso se pone en guardia ante la flagrante invasión de competencias, como ha ocurrido con el impuesto de Patrimonio y a las grandes fortunas, con un PSOE dirigido por Lobato como ariete en Madrid.
LOBATO APLAUDE LA ESTRATEGIA PARA ASFIXIAR A MADRID
La estrategia, además, tiene una deriva netamente política. Una vez que Mónica García ha pasado a ser la ministra de Sanidad, la oposición en Madrid se ha quedado huérfana y podría relanzar la carrera de Lobato, al menos para poder pelear de tú a tú con Más Madrid y dejar de ser la comparsa en la capital. Es un plan maquiavélico, pero el propio Pedro Sánchez se inspiró en el intelectual italiano para anclar que el fin justifica los medios, como ha sido la ley de amnistía por siete votos.
De esta forma, Pedro Sánchez y el PSOE buscan gobernar desde La Moncloa allí donde fueron desalojados el pasado 28 de mayo y otras elecciones. Por un lado, trata de restablecer impuestos cedidos y gestionados por las autonomías, como Patrimonio, mientras lanza su amenaza ante un incumplimiento, pero solo actuará en las regiones díscolas e incómodas, todas ellas gobernadas por el PP y Vox.
Así, por ejemplo, el Gobierno solo aportará las subvenciones si la CC AA accede a instaurar la gratuidad del mismo, un modelo que se implementará en otras áreas. El propio Lobato lo dejó meridianamente claro. «Si usted está gastando menos que nadie en Educación y yo le doy un dinero extraordinario para Educación, le exijo que gaste usted más en Educación», dijo. Es decir, el diálogo del que tanto habló Sánchez en su investidura se convierte ahora en imposición.
Así, aquellos territorios, como Madrid, que ha aportado más que nadie a las arcas públicas con los impuestos más bajos, serán castigados por el hecho de autogestionarse. Todo ello, con el aplauso del propio PSOE de la Comunidad Autónoma de turno.
En este sentido, será La Moncloa quien pilote algunas de las partidas de gasto de las CC AA, contra los ciudadanos que escogieron a sus líderes ejecutivos, todo por su desmedido afán de reconquistar poder a toda costa.
LOBATO HACE MÉRITOS PARA DESPERTAR EL NACIONALISMO EN MADRID
Esta maniobra, tan aplaudida por Lobato, tiene también una peligrosa derivada al romper de facto con el régimen de financiación autonómico, donde hasta ahora son las Comunidades Autónomas las escogidas para gestionar las partidas, sin ser finalistas, por más que imponga el Gobierno. Hasta ahora, el sistema establece que sean las CC AA quienes gestionen estas transferencias del Estado, pero el Gobierno busca condicionar todas las partidas.
El contraste es enorme dado que Cataluña se encamina hacia el cupo catalán, como el que tiene el País Vasco. El resto de CC AA deberán así obedecer y callar a las exigencias y coacciones de La Moncloa. Un sistema peligroso y que supone una desigualdad manifiesta en el trato según el lugar de residencia. Todo ello, saltándose la normativa vigente y rompiendo el molde para allanar el terreno en un cambio brusco del sistema de financiación, tal y como exige Cataluña. Lobato se enfunda así el traje del nacionalismo y socialismo catalán con el fin de crear movimientos similares a los de Cataluña y País Vasco dentro de Madrid que culminarían con la España confederal, último objetivo del plan de Pedro Sánchez.