El cardenal arzobispo de Rabat, Cristóbal López, y el cardenal arzobispo de Huancayo (Perú), Pedro Barreto, han puesto su «birrete» cardenalicio a disposición de las mujeres porque no significa que sean «más» que ellas, mientras que el cardenal arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), ha pedido que no se quede solo en «palabras bonitas» y se les dé «más responsabilidad» en la Iglesia.
«Las mujeres tienen la misma dignidad, yo por ser cardenal no soy más que cualquier otro o que cualquier otra, hay que superar ese clericalismo que está también en las mujeres que consiste en creer que ser sacerdote o cardenal son peldaños que se suben. Pongo a disposición mi birete y mi anillo cardenalicio y mi sotana roja para la mujer que quiera utilizarlo pero eso no le va a añadir nada, si quiere ser una mujer plena basta con ser mujer y ser cristiana, que no base su sensación de plenitud en creer que no está completa si no tiene el orden sacerdotal», ha precisado este miércoles el cardenal Cristóbal López, durante un encuentro virtual organizado por la revista Vida Nueva y moderado por su director, José Beltrán.
En este sentido, el cardenal Omella considera que existe «un concepto equivocado» según el cual se identifica ser sacerdote o cardenal con tener «poder». «No es poder, es servicio, lo que pasa es que lo hemos interpretado mal a lo largo de la historia, servir podemos servir todos, desde el gozo de ser hijo de Dios, y sirve igual una mujer que un hombre si tiene amor y no busca poder y respeta al otro», ha subrayado.
Según ha comentado, «en algunas congregaciones de Roma cuando va un cardenal se somete también a la mujer religiosa o laica que está de secretaria» pues «ella es la que tiene la responsabilidad». «Fabuloso, sigamos por este camino», ha subrayado.
Así, ha pedido que la propuesta de poner el birrete a disposición de las mujeres no se quede en «palabras bonitas» y que se les dé más «responsabilidad». «Hagamos el paso para hacerlo realidad en nuestras diócesis y parroquias, donde contemos con todo el mundo, con más eficacia y responsabilidad, porque si no dirán que son palabras bonitas. Nos queremos comprometer no solo a dejar el birrete sino a dejar responsabilidad a los demás», ha enfatizado.
También ha puesto su birrete y su anillo a disposición el cardenal arzobispo de Huancayo (Perú), Pedro Barreto, y ha apuntado que si en América Latina se retiraran las mujeres que sirven a la Iglesia católica, esta «no tendría ningún tipo de fuerza». En concreto, ha destacado el «importante» rol que cumplen las mujeres de la Amazonía que son «las sacerdotisas, no en sentido litúrgico sino en el sentido de que fortalecen la vida familiar, producen un servicio de amor, de preocupación por los pobres» y ha dicho que no cree que ellas «tengan la ilusión de ser sacerdotes».
SENSACIÓN DE «ENCUENTRO» CON CARMEN CALVO
Por otro lado, preguntado por su encuentro de este miércoles con la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, el cardenal Omella ha destacado que su sensación ha sido «de encuentro» y, a su juicio, se ha puesto sobre la mesa que «la Iglesia no busca privilegios».
«La sensación ha sido de encuentro, ojalá lo mantengamos así. Y la Iglesia, de no buscar privilegios sino de ponerse en actitud de trabajo codo con codo, eso no quiere decir que algunas veces no coincidamos en cosas, sobre todo en temas morales, pero desde el respeto, colaborar y trabajar por el bien de nuestra sociedad, que para eso hemos venido, para servir, no para ser servidos», ha subrayado Omella.
El arzobispo de Barcelona también ha lamentado que la política se convierta en un lugar del «insulto, del tú más» y ha apuntado que aunque hay «políticos corruptos» también hay otros «muy entregados».
En esta línea, el cardenal Cristóbal López, aunque ve «los toros desde la barrera» –desde Marruecos, concretamente– se ha preguntado si el Parlamento español es «un teatro o una guerra declarada», ha criticado que están «desafinando bastante» y ha pedido «respeto» a los políticos.
También ha afirmado que le «repatea» cada vez que escucha decir que una determinada política o medida la toman «porque es bueno para España y los españoles», sin pensar en el resto de países. ¿Somos o no somos una humanidad?», ha planteado el arzobispo de Rabat, criticando las leyes del comercio internacional y las «fabulosas» cifras que se han barajado ante la pandemia en EEUU o Europa con «billones de euros» que no se ofrecen para acabar con el hambre en el mundo.
«La desigualdad entre continenetes no se colmará jamás dando una limosna de 600 millones de euros para el desarrollo de África, es ridículo. Mientras, multinacionales europeas sacan cada año 20.000 millones de euros de África», ha exclamado, al tiempo que ha criticado la situación actual de las Naciones Unidas, que no tienen «autoridad» ni para «decirle al presidente del EEUU, Donald Trump: ‘Esto no es, esto será bueno para usted pero no para el mundo'».
Finalmente, los tres cardenales han destacado la «avalancha de solidaridad» que ha surgido durante el confinamiento por la pandemia del Covid-19, con entregas de alimentos a personas migrantes, con la labor de los sanitarios e incluso con cambios a nivel ecológico. «Así como hay un contagio de Covid-19 hay un contagio también de esperanza y de solidaridad», ha afirmado el cardenal Pedro Barreto.