La portavoz de Más Madrid, Mónica García, se podría estar afrontando su última semana en la Asamblea de Madrid y lo ha hecho sin perder su esencia política. Mónica García volvió a acusar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de faltarle el respeto «a todos los españoles» por sus polémicas palabras que hizo desde la tribuna de Congreso de los Diputados hacia Pedro Sánchez, tras «denunciar su corrupción».
Mónica García expresó estas afirmaciones durante la sesión de control del pasado jueves en la Cámara de Vallecas, después de que Pedro Sánchez reprochara al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, en el debate de investidura, por las declaraciones de su predecesor, Pablo Casado, quien alertó sobre «un posible caso de corrupción por parte de la presidenta de la Comunidad». La respuesta de Ayuso, según Sánchez, fue «evacuar al señor Casado en un golpe de mano y echar por tierra ese caso de corrupción».
Ayuso, que en ese momento se encontraba sentada en la tribuna observando a Sánchez, reaccionó con unas palabras que varios diputados del Partido Socialista interpretaron como un insulto (hijo de puta) hacia Pedro Sánchez.
MÓNICA GARCÍA HACE MÉRITOS PARAR ASEGURAR SU PUESTO EN SANIDAD
En lo que podría ser su último pleno como líder de Más Madrid antes de su posible ascenso al Consejo de Ministros, se ha caracterizado por gestos y apoyos notables hacia el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. Mónica García defendió al nuevo presidente del Gobierno alegado que este «dio una mordida a su hermano» y le advirtió que puede seguir con sus insultos, eso no evitará que la gente seguirá «denunciando su corrupción».
Además, calificó como «deleznable» la forma en la que Ayuso se dirigió a Sánchez y acusó a los miembros del partido popular de meter «la mano en la caja de los madrileños». «En España cabe su hipérbole, pero ahí no caben millones de españoles. ¿Cuántos le sobramos, 12 millones?», criticó Mónica García, haciendo referencia al número de votantes de las formaciones que incluyen los partidos políticos que le dieron el ‘sí’ a Pedro Sánchez.
Por otro lado, la ministrable García ironizó con las peticiones de la derecha con referencia al auxilio al exterior ante la amnistía a los independentistas e indicó que quien pidió «auxilio es España» ante las posiciones del Partido Popular y Vox, a su continuo «negacionismo climático o el retroceso de los derechos LGTBI». «Madrid no se defiende insultando al resto. Hoy nace un Gobierno valiente, sin miedo. No nos van a quebrantar. Hágale un favor a España y échese a un lado», terminó rematando Mónica García.
OSSORIO LLAMA LA ATENCIÓN A MÓNICA GARCÍA EN EL QUE PUEDE SER SU ÚLTIMO PLENO
En consecuencia, a sus duras declaraciones contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, actual presidente de la Asamblea, se vio obligado a interrumpir el pleno por las declaraciones de «extrema gravedad» realizadas por Mónica García contra Ayuso, cuando esta fue «declarada inocente por la Fiscalía Europea y española».
«Me pareció muy mal que en el Congreso no llamaran la atención al presidente del Gobierno tras acusar de un delito a una persona declarada inocente», expresó Enrique Ossorio ante el absoluto rechazo del sector izquierdo de la Asamblea de Madrid.
Madrid no se defiende insultando al resto. Hoy nace un Gobierno valiente, sin miedo. No nos van a quebrantar. Hágale un favor a España y échese a un lado
Mónica García
Ossorio continuó su discurso afeando a García la referencia a la «mordida» y su comentario hacia Ayuso sobre su gusto por «meter la mano en la caja». Recordó que él como presidente de la Asamblea no tiene la competencia de retirar estas palabras del diario de sesiones y por eso le pidió a Mónica García que las retirase.
Ante el rechazo de la futura ministra de Sanidad, Ossorio la llamó al orden. Sin embargo, Ossorio no cumplió con su objetivo y terminó escuchando como varios diputados de las bancadas de izquierda le gritaron «dictador». Tiempo después, en su turno de réplica, Isabel Díaz Ayuso criticó los gestos del sector de la izquierda en la Asamblea de Madrid y lanzó una pregunta al aire: «qué se puede esperar de una oposición que acaba de decir en esta Cámara que el presidente de la Asamblea es un dictador. ¿Dónde vamos a llegar?».
NO ES LA PRIMERA VEZ QUE MÓNICA GARCÍA FALTA EL RESPETO EN LA ASAMBLEA DE MADRID
El conflicto entre Israel y Hamás se convirtió en el punto central de un pleno en la Asamblea de Madrid, generando un ambiente tenso entre los políticos madrileños. Durante la sesión de control, la portavoz de Más Madrid, Mónica García, criticó a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por no condenar el ataque al hospital de Gaza. Ayuso respondió expresando su apoyo a las democracias liberales y acusó a García de no respaldar la causa palestina, tildándola de antisemita.
En un intercambio verbal acalorado, Ayuso instó a García a participar en eventos conmemorativos del Holocausto y la invitó a visitar la Franja de Gaza para comprender la realidad bajo el control de Hamás. García respondió con insultos, llamando a Ayuso «mongola» y «sinvergüenza».
El uso de un lenguaje irrespetuoso por parte de ambas políticas no contribuye al diálogo y la cooperación constructiva entre los partidos y sus representantes. En lugar de abordar temas cruciales, recurrir a los insultos socava el debate público y la calidad de la política. Es esencial que los políticos muestren un comportamiento ejemplar y respetuoso, incluso en medio de diferencias políticas y desacuerdos.
¿QUÉ PASARÁ CON AYUSO EN EL MOMENTO QUE MÓNICA GARCÍA SEA MINISTRA DE SANIDAD?
En las calles, surge la incógnita sobre la actuación futura de Isabel Díaz Ayuso cuando carezca de un adversario político a su altura en la Asamblea de Madrid. Aunque Mónica García e Isabel Díaz Ayuso han protagonizado momentos de confrontación política, han aportado dinamismo al panorama político. Además, han demostrado habilidad para superar desavenencias, como cuando Ayuso regresó a la política tras sufrir un percance médico, momento en el cual García expresó su solidaridad, brindándole apoyo emocional y mostrando interés por su bienestar y estado de ánimo.
Este tipo de interacciones humanas y gestos de empatía entre líderes políticos, a pesar de sus diferencias, resaltan la importancia de la humanidad y la comprensión en la esfera pública. La pregunta que se plantea en las calles no solo se centra en el futuro político, sino también en cómo estos actores políticos manejarán las relaciones personales y las circunstancias difíciles en el futuro político, una vez que no cuenten con un rival directo en la Asamblea de Madrid.