Pedro Sánchez ha logrado la investidura para iniciar la legislatura de la amnistía a prófugos de la Justicia e investigados por terrorismo. Todos los socios, con la excepción de Sumar, han advertido con mayor o menor dureza que darán de lado al PSOE en caso de incumplir los pactos firmados durante las últimas semanas.
Pedro Sánchez ha logrado esta investidura tras 110 días de negociación y un blanqueo sin precedentes de prófugos, investigados y una exigencia de Junts que ha traspasado todas las líneas rojas del PSOE. La votación se ha saldado con 179 votos a favor y 171 en contra. PSOE, Sumar, PNV, Bildu, ERC, Junts, BNG y Coalición Canaria. El resultado de la votación muestra la clara polarización del Congreso, con un centro desaparecido y ni una sola abstención.
Los socialistas se han comportado como un grupo de la oposición y no de un partido que mira y vela por los intereses de todos los españoles. Patxi López ha insistido con el victimismo al incluir al PP en los grupos de la extrema derecha que cada día acuden a las manifestaciones en Ferraz con el fin de provocar a la Policía Nacional y desatar las cargas.
PATXI LÓPEZ SE ENFUNDA EL TRAJE DE MAMPORRERO
«No sigan alimentando a la bestia porque acabará devorándonos», ha afirmado López, mientras el PSOE ha claudicado ante los separatistas con una amnistía que tres días antes de las elecciones era «inconstitucional» a pasar ahora a ser «constitucional». Todo el Gobierno en pleno negó la mayor para arrodillarse después con el fin de cosechar los votos necesarios. «Las circunstancias son las que son y toca hacer de la necesidad virtud», justificó Pedro Sánchez.
Patxi López, por otro lado, ha afirmado que la militancia del PSOE votó mayoritariamente a favor de los pactos del PSOE, pero olvida que no se incluyó la amnistía en la pregunta. Fue un cheque en blanco disfrazado, ya que los acuerdos con PNV, Coalición Canaria, BNG y especialmente con Junts no se firmaron. El portavoz del PSOE ha dado toda una lección de dureza, que hubiera firmado el propio Óscar López, con un ataque continuo al PP al asegurar incluso que el PP alienta la violencia. No obstante, el PSOE amnistiará a quienes provocaron el caos y se saltaron todas las leyes en Cataluña.
Pedro Sánchez ha vuelto a enfundarse el traje de victimista, al señalar también a medios alternativos y también tradicionales, en una votación pactada en Waterloo, con una ley redactada en Bruselas y la negociación con Junts fuera de fronteras españolas.
FEIJÓO ESPERA UNA DURA LEGISLATURA CON LA OPOSICIÓN
El líder de los ‘populares’, Alberto Núñez Feijóo, sostiene que este jueves sus señorías acuden al Congreso «simplemente a explicitar lo que ya se ha cerrado en Waterloo», en referencia al acuerdo suscrito por el PSOE con Junts, el partido del expresidente catalán Carles Puigdemont.
El presidente del PP comenzó dando su «no» más rotundos a Sánchez y todos sus pactos, para recordar a continuación una larga lista de incoherencias y mentiras del candidato, de lo que había dicho sobre Bildu, la amnistía, los independentistas, sobre Puigdemont, ERC e incluso aquella frase de que «ni yo ni el 95% dormiríamos tranquilos con Podemos en el Gobierno».
La legislatura de la amnistía del PSOE a Junts se negociará cada semana o cada vez que haya una propuesta que ponga en riesgo los principios fundacionales de los partidos que han dado su apoyo a Pedro Sánchez. Así, el PNV tendrá que explicar a sus empresarios la subida de impuestos que se viene encima, con un tipo efectivo del 15% en el Impuesto de Sociedades.
LA LEGISLATURA DE PEDRO SÁNCHEZ, MARCADA CON LA COMPRA DE SIETE VOTOS
También habrá que ver cómo quedan los votantes de Carles Puigdemont e Íñigo Urkullu con nuevas subidas en el IRPF, mientras se expande un nuevo aumento del Salario Mínimo Interprofesional y nuevos hachazos a las grandes fortunas, eléctricas y bancos.
Las circunstancias son las que son y toca hacer de la necesidad virtud
En este nuevo tiempo, con la amnistía del PSOE al prófugo de Waterloo y otros investigados por terrorismo, el PSOE inicia una legislatura frágil, de difícil encaje entre partidos, cuyo único propósito es frenar a once millones de votantes. No hay otro fin.
El PSOE no ha mostrado propuestas para todos, tan solo un cordón sanitario contra el PP y Vox, al que incluye también a UPN; solo para la mitad de los españoles y con una desigualdad manifiesta, dados los pactos aceptados por los socialistas, como quitas de deuda para Cataluña por valor de 15.000 millones de euros, traspaso de competencias e inversiones millonarias en Cataluña, mientras Extremadura no disfruta de un tren en condiciones o que para ir a Valencia desde Barcelona haya solo una vía única en algunos tramos.
JUNTS, ERC Y BILDU AVISAN SOBRE INCUMPLIMIENTOS DEL PSOE DE PEDRO SÁNCHEZ
Sánchez se ha cuidado y mucho de no hablar de Bildu, pero los independentistas vascos han mostrado que sí hay un pacto detrás. En el PP temen que este acuerdo sea ampliar la amnistía a los condenados terroristas de ETA. Es el único acuerdo inexistente, pero Mertxe Aizpurua lo ha dejado muy claro. «No es un cheque en blanco», ha avisado, mientras exige abordar la territorialidad, es decir, la anexión de Navarra al País Vasco, la salida de la Guardia Civil y la Policía Nacional.
¿Ve aquí a Inés Arrimadas? ¿Ve aquí a Albert Rivera? No se la juegue, no se la juegue
Esa misma línea es la utilizada por Gabriel Rufián, portavoz de ERC, durante su intervención en el debate. El republicano, encorbatado durante toda la sesión de investidura, ha dejado atrás la impresora y las malas formas del pasado para enfundarse el traje de faena. Así, ha señalado que nada une a los socios de investidura y que su objetivo de «frenar» a la derecha, definida por estos grupos y por el propio Pedro Sánchez como «reaccionaria» o «extrema derecha».
Al mismo tiempo, ha advertido a Sánchez sobre un más que posible incumplimiento de la palabra dada. «¿Ve aquí a Inés Arrimadas? ¿Ve aquí a Albert Rivera? No se la juegue, no se la juegue», ha amenazado. «Cuando el PSOE intente engañar, lo hará», ha afirmado Rufián.
El portavoz de ERC, por otro lado, acusó al juez Manuel García Castellón de prevaricación, al asegurar que ha realizado investigaciones judiciales con motivos políticos.
JUNTS PONE DE LOS NERVIOS AL PSOE DE SÁNCHEZ
Junts ha sido el más claro sobre este asunto al exigir el cumplimiento íntegro de los compromisos firmados por Santos Cerdán. El relato buenista de Pedro Sánchez durante su sesión de investidura, con una oda al «diálogo» y el «reencuentro» han encendido todas las alarmas en los independentistas liderados por Carles Puigdemont.
La portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, puso tan nervioso a los socialistas que el propio Santos Cerdán, número tres del PSOE, llamó a la puerta del despacho en la Cámara Baja para recibir la sonora reprimenda. Acto seguido, Pedro Sánchez borró de su discurso el «diálogo», «reencuentro», «medida de gracia» y «perdón del Estado» a los separatistas para sustituirlas por «negociación» y justificar la amnistía por la presunta guerra judicial con motivos políticos.
BILDU, MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES CON LOS INCUMPLIMIENTOS DEL PSOE
Bildu también se ha sumado a estos avisos al señalar que «esta vez no bastará ni vale con señalar a lo malo que ha hecho la derecha», ha dicho al PSOE, mostrando así la fragilidad. Habrá qué ver si los socios de investidura aceptarán romper la disciplina de este voto, pactada con ERC y Junts. Los primeros han suscrito un pacto en materias troncales, incluyendo votar a favor de los Presupuestos y leyes; mientras Junts ha firmado un pacto de legislatura sujeto al cumplimiento de las negociaciones.
Todos los grupos han hecho referencia a Feijóo, directa e indirectamente, en un alarde de hacer oposición de la oposición. «Tras arengar a lo más recalcitrante del Estado, pide elecciones creyendo que volverá a gobernar, pero no lo harán por la simbiosis con la reacción y el neofranquismo que usted firmó», le ha espetado este jueves Aizpurua, quien ha acusado a los ‘populares’ de ser «los mayores amnisitiadores».
El mensaje de Bildu es la cara del independentismo vasco, que exige una «democratización profunda» del Estado, en todos los estamentos, desde las oligarquías a la Corona. «El régimen del 78 impedirá un avance social y cualquier atisbo democrático porque es lo que estamos viendo estos días. No hay un PP bueno y un Vox malo. Existe un bloque reaccionario», ha afirmado. La portavoz de Bildu se ha olvidado que los últimos cuatro años de Gobierno progresista porque no se ha dado ningún paso al respecto. Así, Bildu ha aceptado las promesas incumplidas de la pasada legislatura. Mucho ruido y pocas nueces.
EL PNV ALERTA DE LOS PACTOS
Los nacionalistas del PNV avisan que los pactos deben «contentar» a todos los partidos, a pesar de las fuertes divergencias y posiciones entre esta amalgama. Los de Ortuzar y Urkullu exigirán todos y cada uno de los puntos pactados con el PSOE, pero tendrán complicado poder seguirlo dado que los socialistas están más preocupados por superar cada votación con promesas, como se ha hecho en el pasado.
De hecho, en Cataluña se denomina al PSOE como el partido de las «promesas eternas» al reiterar las mismas en cada uno de los pactos que sellan. No obstante, en Junts también fiscalizarán cada uno de los puntos acordados entre Santos Cerdán, número tres del PSOE, y Carles Puigdemont, líder de los nacionalistas.