La reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria para quitar al Senado el veto irrevocable a la senda de déficit se someterá este jueves a un nuevo debate en el Pleno del Congreso ante los intentos del PP y de Vox de modificar la propuesta del PSOE y sustituirla por textos alternativos.
La opción del PP pasa por desdeñar la reforma y mantener esa capacidad de veto del Senado siguiendo el espíritu de la ley vigente que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy, que obliga al Ejecutivo a superar con éxito las votaciones en ambas cámaras para poder aprobar una senda de déficit y de deuda.
En el caso de Vox, esta formación acepta que el veto del Senado no sea irrevocable y que pueda ser levantado en el Congreso, como quiere el Gobierno de coalición, pero en su caso exigen como condición que en la Cámara Baja se reúna un apoyo de al menos 176 votos, la mayoría absoluta.
La proposición de ley, registrada por el PSOE en enero al poco de echar a andar la legislatura, ya superó el pasado 25 de febrero un primer debate en el Pleno del Congreso cuando se aceptó su tramitación con los votos de socialistas y Unidas Podemos, más los de ERC, Ciudadanos, Junts y el PNV, entre otros. El PP y Vox votaron en contra.
PP Y CS BLOQUEARON UNA REFORMA EXPRÉS HACE DOS LEGISLATURAS
Esta reforma fue uno de los primeros acuerdos a los que llegó el Gobierno de Pedro Sánchez en el verano de 2018 con sus socios de la moción de censura de ese año.
Registrada entonces con Unidas Podemos, Esquerra Republicana y Compromís, entre otros grupos, el PSOE buscó una tramitación exprés de la iniciativa para acelerar su aprobación y permitir al Gobierno flexibilizar la senda de estabilidad. Y es que al contar con una cómoda mayoría absoluta en el Senado, era imposible modificarla sin el concurso del PP, vía apoyo o abstención.
Sin embargo, el PP y Ciudadanos, con mayoría entonces en la Mesa del Congreso, impidieron tramitar por la vía rápida esta reforma, por lo que la nueva senda de estabilidad que llevó la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, fue respaldada por el Congreso para después ser tumbada por el PP en el Senado.