En las tierras de España, se erigen castillos que parecen haberse deslizado de las páginas de los cuentos de hadas que cautivaron nuestras imaginaciones en la infancia.
Estas fortalezas imponentes, con sus torreones majestuosos, almenas intrépidas y ubicaciones aparentemente inaccesibles, son testigos mudos de la historia y la fantasía que han moldeado la geografía española.
En este recorrido por castillos que parecen surgir de un cuento, descubrimos joyas arquitectónicas que adornan diferentes regiones del país.
1. El Alcázar de Segovia: joya patrimonial
Ningún relato sobre castillos en España puede comenzar sin mencionar el Alcázar de Segovia, una obra maestra que se erige como uno de los más bellos no solo de España, sino del mundo.
Enclavado en un cerro abrazado por los ríos Eresma y Clamores, este castillo del siglo XIII ha sido testigo de la presencia de varios monarcas a lo largo de los años, alcanzando su máximo esplendor bajo el reinado de Felipe II.
Situada en una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad, la majestuosidad del Alcázar de Segovia es un regalo visual que se despliega en cada piedra de su estructura.
2. El Castillo de Olite: torres de leyenda y jardines de ensueño
El Castillo de Olite, otra joya en el tesoro de castillos de España, evoca la fantasía de las fortalezas norteuropeas.
Sus torres imponentes, fosos y jardines de ensueño lo distinguen como el Palacio Real de los Reyes de Navarra.
Construido entre los siglos XIII y XIV, este castillo siempre tuvo una vocación más palaciega que militar.
Hoy en día, sus murallas albergan un Parador que invita a los visitantes a sumergirse en la historia y la elegancia.
3. El Castillo de Peñíscola: entre cine y realidad histórica
En lo alto de la localidad castellonense de Peñíscola, se yergue la imponente fortaleza que muchos conocen como «el castillo del Papa Luna».
Asociado a la película de El Cid, protagonizada por Charlton Heston, y a la figura del Papa Luna, este castillo cuenta con murallas inclinadas construidas en el siglo XVI.
En su interior, el visitante descubre espacios de estilo románico erigidos por los templarios desde 1294.
Con historias dignas de la ficción, el Castillo de Peñíscola se erige como una pieza única que fusiona cine y realidad histórica.
4. El Castillo de Manzanares el Real: tesoro a los pies de la Sierra de Guadarrama
Ubicado en el pintoresco pueblo de Manzanares El Real, a orillas del embalse de Santillana y al pie de la vertiente madrileña de la Sierra de Guadarrama, se alza el Castillo de Manzanares el Real.
Considerado uno de los castillos mejor conservados y más hermosos de España, este tesoro arquitectónico se divide en el Centro de Interpretación y la zona palaciega.
La posibilidad de realizar visitas teatralizadas añade un toque especial a la experiencia, transportando a los visitantes a través del tiempo.
5. El Castillo de Butrón: fantasía romántica en el País Vasco
En Vizcaya, el Castillo de Butrón se presenta como la personificación de la fantasía romántica. Con orígenes que se remontan al siglo VIII como una casa-torre asociada a la familia y al río que le da nombre, evolucionó en el siglo XIX a la impresionante postal que es hoy.
Esta obra maestra arquitectónica destaca por su elegancia y su capacidad para transportar a quienes lo visitan a un mundo de ensueño.
6. El Castillo de Alcaudete: magia en tierras de Jaén
En la región de Jaén, conocida como la que alberga más castillos y fortalezas en Europa, el Castillo de Alcaudete destaca con un halo de magia.
Originalmente construido por los árabes y conquistado en 1246 por la Orden Militar de Calatrava, este castillo se ha transformado en un espacio turístico-cultural.
Ahora alberga el Centro de Interpretación sobre la vida de la Orden de Calatrava, ofreciendo a los visitantes una experiencia enriquecedora.
Castillos de ensueño que tienes que visitar al menos una vez en la vida
Estos castillos, con su arquitectura imponente y sus historias cautivadoras, siguen siendo testigos del tiempo que ha pasado sobre ellos.
Cada uno, a su manera, contribuye a la riqueza del patrimonio español, dejando una huella imborrable en la imaginación de quienes tienen el privilegio de contemplarlos.
En un país donde la historia y la fantasía convergen, estos castillos son faros que iluminan el pasado y embellecen el presente.
